La inc¨®moda competencia del PNV y EH Bildu
Los dos partidos cierran el a?o con tan elevado nivel de acuerdos identitarios como de desacuerdos econ¨®micos y sociales
PNV y EH Bildu no dejan de vigilarse, y de desconfiar. Sometidos a un elevado nivel de tensiones internas, como de necesidades externas en v¨ªsperas de un 2019 electoral, el primer partido del Gobierno y el l¨ªder de la oposici¨®n est¨¢n llegando a pactar como nunca en temas identitarios, pero los desencuentros son sonoros en los econ¨®micos y sociales.
La coincidencia t¨¢ctica en las bases del Nuevo Estatuto, en sus cr¨ªticas parlamentarias a la Constituci¨®n, ante el futuro juicio del proc¨¦s, y parcialmente en torno la ponencia de la Memoria, de la que se descart¨® el PP y ahora cuestiona el PSE, se han convertido en papel mojado cuando se trata de apuntalar el modelo social y econ¨®mico, pese a que, por vez primera desde el final de ETA, han negociado unos presupuestos casi hasta el final.
Enfrascados en una lucha por la hegemon¨ªa en el Pa¨ªs Vasco, el PNV no quiere perder a su electorado m¨¢s soberanista sobre todo de Gipuzkoa, mientras que EH Bildu quiere demostrar que es una coalici¨®n con mayor capacidad de maniobra que su socio mayoritario, Sortu, los herederos de HB, y que puede ganarse confianza institucional m¨¢s all¨¢ del puro idealismo.
Un ejemplo es que mientras una delegaci¨®n de ambos partidos viajar¨¢ unida al juicio del proc¨¦s, el n¨²cleo duro de EH Bildu rechaz¨®, in extremis, firmar los presupuestos del PNV y del PSE del Gobierno de ??igo Urkullu, de la Diputaci¨®n Foral de ?lava y de Vitoria.
Pero ese proceso de marcaje, de prueba y error, no resulta f¨¢cil ni para unos ni para los otros. PNV y EH Bildu se encuentran con problemas y resistencias internas que tienen que resolver con pactos internos y cesiones. Diez a?os despu¨¦s de la traum¨¢tica batalla de poder en Gipuzkoa, el presidente del GBB y heredero de las posiciones m¨¢s soberanistas dentro del partido, Joseba Egibar, sigue al frente de la portavoc¨ªa del Parlamento vasco y de la Ponencia de Autogobierno.
El PNV gana en estimaci¨®n de voto
De momento, en ese juego de luces y sombras, PNV y EH Bildu, que casi suman los dos tercios de la C¨¢mara vasca, los sondeos dan la raz¨®n a la estrategia del PNV. El ¨²ltimo Euskobar¨®metro le otorga tres esca?os m¨¢s mientras que a la izquierda abertzale le pronostica un estancamiento de sus posiciones. Los ciudadanos no penalizan al PNV sus acuerdos con eh Bildu en la Ponencia de Autogobierno y premian la moderaci¨®n de sus actos al frente del Gobierno vasco y las Diputaciones, mientras que la flexibilidad de EH Bildu no logra movilizar a su electorado ni ampliar su per¨ªmetro electoral.
Un reparto que obliga al partido de Andoni Ortuzar a gestionar con delicadeza y a veces evidente incomodidad las tensiones que surgen cuando se trata de explicar el futuro de determinados acuerdos, como las bases del nuevo Estatuto. ¡°El partido es amplio y su pluralidad interna y el respeto por las opiniones de todos forma parte de su patrimonio¡±, se cierra el debate cada vez que se pregunta por esa contradicci¨®n.
El contrapunto a esos movimientos que critica con dureza el resto de la oposici¨®n los compensa el lehendakari,? ??igo Urkullu con llamamientos al pragmatismo, con demandas de acuerdos de banda ancha entre diferentes, de estabilidad institucional y con recordatorios en voz alta de que con bases soberanistas no habr¨¢ nuevo Estatuto.
Confrontaci¨®n
Pero si en ese asunto EH Bildu se mueve como una pi?a, pleg¨¢ndose absolutamente a las propuestas del PNV para mantenerse fieles a su estrategia de acumular fuerzas y convertir el Nuevo Estatuto en un foco de tensiones y de confrontaci¨®n con el Estado, en todo lo relativo a la gesti¨®n, la izquierda abertzale arrastra sus contradicciones.
La apreciaci¨®n del n¨²cleo duro de que un eventual pacto presupuestario estrechaba de forma sustancial su discurso y su capacidad de hacer oposici¨®n, en v¨ªspera electoral, pes¨® m¨¢s que el argumento de quienes defienden que adem¨¢s de movilizar y resistir, es hora ya de implicarse en la gesti¨®n.
El sindicato mayoritario, ELA, que considera el presupuesto ¡°neoliberal¡±. El secretario general del sindicato nacionalista, que naci¨® de las gentes del PNV, Adolfo Mu?oz, advirti¨® a EH Bildu de que ¡°no se les ocurra romper con el sindicalismo si no quieren pasar a ser irrelevantes¡±. Arnaldo Otegi rompi¨® con el PNV tras superar las enmiendas de totalidad al presupuesto vasco en un escenario de pr¨¢ctica igualdad entre la demanda de Bildu y la oferta del Ejecutivo.
Pese a la desconfianza en Gipuzkoa hay cantos de sirena. El diputado de Gobernanza de Gipuzkoa, Imanol Lasa, abri¨® la puerta a un posible pacto con EH Bildu tras las elecciones. La respuesta lleg¨® del responsable nacional de pol¨ªtica Institucional del PNV, Koldo Mediavilla: La izquierda abertzale ¡°no ser¨¢ alternativa¡± mientras no rompa con la violencia de ETA.
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