La presi¨®n de Vox provoca las primeras tensiones en el PP y Ciudadanos
Abascal redoblaba el pulso con un tono muy duro contra los populares pero sobre todo contra los de Rivera
Los primeros zarpazos de Vox han mostrado la enorme dificultad para gestionar en Andaluc¨ªa un acuerdo, aunque sea impl¨ªcito, entre PP, Ciudadanos y el primer partido de extrema derecha que logra representaci¨®n parlamentaria en la reciente historia de Espa?a. La jugada redobl¨® el protagonismo de Vox y provoc¨® las primeras fisuras en el PP, m¨¢s favorable a negociar con esta formaci¨®n, y en Ciudadanos, que insiste en pedir gratis su apoyo. Entre los populares empiezan a salir dirigentes con dudas; en el partido de Albert Rivera la incomodidad es evidente.
Las elecciones del 2 de diciembre cambiaron por completo el panorama pol¨ªtico. Y no solo en Andaluc¨ªa. De un PSOE en crecimiento se ha pasado a un espacio a la derecha enardecido que ya se ve llegando a La Moncloa en unos meses. Pero despu¨¦s de la euforia llega la gesti¨®n de la nueva situaci¨®n: los cambios se le est¨¢n atragantando a la in¨¦dita coalici¨®n PP-Ciudadanos apoyada por la ultraderecha de Vox que se est¨¢ fraguando en Andaluc¨ªa con la indisimulada intenci¨®n de reproducirse en toda Espa?a. Los problemas no llegan solo entre los dos principales partidos del centro derecha, cada vez m¨¢s molestos con el socio imprescindible para gobernar en Andaluc¨ªa, sino incluso dentro de estas dos formaciones.
Aunque p¨²blicamente solo Manuel Valls, candidato a la alcald¨ªa de Barcelona, ha mostrado a las claras sus dudas sobre la oportunidad de utilizar los votos de un partido de extrema derecha para gobernar, la incomodidad en Ciudadanos es evidente. El sector m¨¢s moderado del partido alerta del riesgo de quedar aplastado entre el PP y Vox. Varios dirigentes muestran su preocupaci¨®n en privado, aunque en p¨²blico solo Valls y uno de los fundadores, Francesc de Carreras, han mostrado su escepticismo, junto a los aliados de Cs en Bruselas, los liberales europeos (ALDE).
Mientras, en el PP, solo algunos como Borja S¨¦mper, portavoz en el Pa¨ªs Vasco, se animan a decir que puede peligroso acercarse a Vox, algo que comparten tambi¨¦n otras voces dentro del partido ¡ªen especial algunos dirigentes regionales¡ª. ¡°El PP debe tener claro que debe alejarse de ese partido populista. Somos diferentes¡±. S¨¦mper, representante del ala moderada del PP, insisti¨® en que su partido puede aceptar los votos de Vox en Andaluc¨ªa pero solo si no pide condiciones como la de retirar las subvenciones de la ley de violencia de g¨¦nero. El presidente de la Comunidad de Madrid, ?ngel Garrido, ha recomendado este jueves a Vox ser ¡°m¨¢s cuidadoso¡± con los asuntos relacionados con la violencia de g¨¦nero, aunque ni siquiera descarta un pacto con Vox en Madrid.
Mientras, Abascal redoblaba el pulso con un tono muy duro contra el PP pero sobre todo con Ciudadanos, al que llama ¡°la veleta naranja¡±. ¡°Ciudadanos y PP han cerrado un pacto para repartirse los sillones de la Junta de Andaluc¨ªa. Lo que ocurre es que no tienen mayor¨ªa suficiente para sostener ese pacto. Lejos de cualquier talante negociador, Vox solo ha recibido insultos, menosprecios y la amenaza de cordones sanitarios. Y tanto Ciudadanos como PP han repetido que el pacto que ellos han firmado no admite ni el m¨¢s m¨ªnimo cambio¡±, sentenci¨®. Adem¨¢s, exigi¨® ¡°sustituir las leyes de ideolog¨ªa de g¨¦nero, que no protegen a la mujer y persiguen al hombre solo por serlo, por una ley contra la violencia intrafamiliar. Es decir, lo mismo que propon¨ªa la veleta naranja no hace mucho¡±, remat¨®.
Las diferencias de tono entre el PP y de Ciudadanos a la hora de hacer frente a esta crisis con Vox, que amenaza con no apoyar la investidura de Juanma Moreno en Andaluc¨ªa, fueron evidentes. Ambos partidos, eso s¨ª, dejaron claro que van a resistir el ¨®rdago de Vox sobre violencia de g¨¦nero y conf¨ªan en que esta formaci¨®n no se atreva a asumir el coste de forzar unas nuevas elecciones.
Jos¨¦ Manuel Villegas, secretario general de Ciudadanos, asegur¨® que su partido dar¨¢ por roto el acuerdo program¨¢tico cerrado con el PP en Andaluc¨ªa si este partido acepta las peticiones de Vox.
¡°Es inaceptable pretender que no se luche con todas las formas posibles contra la violencia machista¡±, insisti¨®. El tono de Pablo Casado, l¨ªder del PP, fue muy diferente. Rechaz¨® las exigencias de Vox, pero con otro estilo. ¡°Lo que tenemos que hacer es sacar del debate partidista esta materia que por desgracia sigue llenando de dolor a tantas familias de nuestro pa¨ªs¡±, sentenci¨® despu¨¦s de pedir un minuto de silencio por la ¨²ltima v¨ªctima de violencia machista. Pero enseguida avis¨® de que no acepta aislar a Vox. ¡°No vamos a permitir que la izquierda ponga cordones sanitarios cuando ellos est¨¢n cenando con los terroristas de ETA en Nochebuena y est¨¢n pactando con los que quieren destruir Espa?a¡±, sentenci¨®.
Munici¨®n o diplomacia
En Andaluc¨ªa, Ciudadanos respondi¨® al ¨®rdago con munici¨®n; el PP opt¨® por la diplomacia. El m¨¢s contundente fue el l¨ªder de Ciudadanos, Juan Mar¨ªn, que acus¨® a Vox de ignorar los procedimientos democr¨¢ticos: ¡°En el Parlamento hay que hacer el juego pol¨ªtico. Algunos representantes no saben c¨®mo funciona esto; hablamos de respetar las instituciones porque hay un procedimiento para todas las cuestiones. Eso se hace en el Parlamento, no en los medios ni en las trincheras: algunos se ponen ya en posiciones extremas amenazando con que no va a haber Gobierno¡±, dijo en referencia a los l¨ªderes de Vox durante una entrevista con La Sexta. ¡°Ese pacto no se toca¡±, advirti¨® Mar¨ªn.
La n¨²mero dos del PP andaluz, Dolores L¨®pez, tendi¨® puentes con Vox, y aunque no cedi¨® terreno en la espinosa exigencia para retroceder en la lucha contra la violencia de g¨¦nero, confi¨® en que sus l¨ªneas rojas queden en papel mojado. L¨®pez rest¨® hierro a las amenazas del partido de extrema derecha, con el que mantiene ¡°un di¨¢logo abierto¡±. ¡°Cuando Vox se lea el acuerdo con Ciudadanos estar¨¢ conforme con muchos puntos recogidos¡±, remat¨®.
Las negociaciones entre PP y Ciudadanos avanzan a paso lento, aunque con la vista puesta en el 16 de enero, fecha prevista para el Pleno donde se pueda investir presidente al candidato popular Juan Manuel Moreno. Ambas ya se han puesto de acuerdo para constituir la Mesa del Parlamento presidida por Ciudadanos. Y estos d¨ªas modulan la constituci¨®n del futuro Gobierno. Hay consenso para reducir las actuales 13 consejer¨ªas a una decena con Moreno de presidente y Mar¨ªn de vicepresidente, pero queda por ver el reparto de consejer¨ªas y especialmente la llave de la caja, Hacienda, que ambas formaciones ans¨ªan. El presupuesto de la Junta de Andaluc¨ªa ascendi¨® a 34.759 millones el a?o pasado.
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