Perfil del Plan S¨¢nchez
Espa?a necesita una reforma tributaria a fondo, que sit¨²e la presi¨®n fiscal a la altura de la UE y responda a qu¨¦ tipo de Estado de bienestar quiere tener
Para comprender los 10 ¨²ltimos a?os hay que pensar en la enorme complacencia que rige los destinos del mundo desde la ca¨ªda del Muro. Nadie vio venir la crisis, que no se analiz¨® bien y que acab¨® siendo el mayor gato por liebre de la historia. Ni la UE ¡ªsalvo en Grecia¡ª ni desde luego Espa?a ten¨ªan un problema de d¨¦ficit p¨²blico; la fragilidad estaba en la banca. Una gesti¨®n de la crisis insuperablemente mediocre provoc¨® graves perjuicios sociales, pol¨ªticos y econ¨®micos. Con la magia de Mario Draghi ¡ªaquel whatever it takes de leyenda¡ª el euro sorte¨® el abismo, pero la crisis no ha terminado. Quiz¨¢ no nos enfrentemos a una repetici¨®n de lo sucedido, pero existe el riesgo de una mutaci¨®n, de una met¨¢stasis. La crisis pol¨ªtica es evidente, con alucinaciones populistas que van de Roma a Sevilla, de Par¨ªs a Budapest.
La novedad de 2019, sin embargo, es que el gran riesgo, m¨¢s que en los ultras, puede estar en la econom¨ªa. En las cartas aparece la posibilidad de un frenazo global. China desacelera de forma m¨¢s acusada que otras veces, la guerra comercial empieza a dar dentelladas, la confianza y las Bolsas caen a plomo, no cabe descartar un l¨ªo bancario en Italia (?o en Alemania?). Si viene ese jaleo, habr¨¢ llegado el verdadero momento de la amenaza ultra. ?Est¨¢ bien equipada Espa?a para eso? La econom¨ªa espa?ola crece, reduce el paro y ha saneado sus bancos. Pero no: no lo est¨¢.
Espa?a cerr¨® 2018 encadenando cinco a?os de potente crecimiento, pero sigue con un desempleo del 15%, una deuda p¨²blica del 100% del PIB, una deuda exterior abultad¨ªsima y el mayor d¨¦ficit de Europa. Los Gobiernos han desaprovechado ol¨ªmpicamente ese lustro para hacer reformas. Mariano Rajoy se vio obligado a pedir un rescate e hizo lo que le obligaron a hacer ¡ªadecentar la banca y una reforma laboral con efectos mixtos, en el mejor de los casos, y lesiva para los derechos de los trabajadores¡ª, pero cuando las cosas mejoraron en lugar de seguir esa senda aplic¨® un est¨ªmulo fiscal a lo Trump, para los ricos. Si vienen problemas por Italia, Portugal tiene todos los n¨²meros para el contagio, pero Espa?a es el siguiente candidato. No: el gran riesgo no es Vox; ni siquiera el proc¨¦s. Es una reca¨ªda en Europa que provoque un efecto contagio para el que Espa?a no est¨¢ preparada y que d¨¦ alas a ese tipo de fen¨®menos.
Rajoy, en fin, se durmi¨® en los laureles; Pedro S¨¢nchez tampoco ha hecho los deberes, m¨¢s all¨¢ de una serie de ocurrencias deslavazadas. La nueva agenda econ¨®mica pinta mejor, pero hay que ver hasta qu¨¦ punto el Gobierno puede aplicarla. Espa?a necesita imperiosamente una reforma tributaria a fondo, que sit¨²e la presi¨®n fiscal a la altura de la UE y responda con claridad a qu¨¦ tipo de Estado de bienestar y qu¨¦ tipo de Estado de las autonom¨ªas quiere tener (y de paso que arregle un impuesto de sociedades con centenares de excepciones: cada excepci¨®n tiene el nombre de una gran empresa). Hace falta una reforma de pensiones que responda al desaf¨ªo demogr¨¢fico. Y una modificaci¨®n de la normativa laboral que mitigue una temporalidad y una precariedad insoportables. La guinda ser¨ªa una reforma educativa, de las profesiones reguladas y completar el mercado interior. ¡°Sabemos qu¨¦ hay que hacer, pero no c¨®mo ganar las elecciones despu¨¦s¡±, suele decir Jean-Claude Juncker. Ojal¨¢ alguien se atreva en Espa?a. Por la cuenta que nos trae.
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