Los financiadores de Vox: un grupo oscuro que aspira a derribar la Rep¨²blica Isl¨¢mica iran¨ª
Acusada de terrorista, la organizaci¨®n ha intentado lavar su imagen y convertirse en alternativa al Gobierno de Teher¨¢n
La revelaci¨®n de que el Consejo Nacional de la Resistencia de Ir¨¢n (CNRI) ha financiado a Vox ha suscitado la curiosidad sobre ese oscuro y ambiguo grupo opositor iran¨ª. ?Qui¨¦nes son? ?Qu¨¦ pretenden? ?De d¨®nde sacan el dinero? La respuesta a estas preguntas resulta tan escurridiza como sus impulsores. La propia organizaci¨®n, en teor¨ªa una alianza de formaciones opositoras al r¨¦gimen islamista de Teher¨¢n, se confunde con los Muyahidin Jalq (Combatientes del Pueblo), uno de sus grupos fundadores, cuya colaboraci¨®n con Irak en la guerra con Ir¨¢n motiv¨® el abandono del resto. Acusada de terrorista, ha intentado lavar su imagen y erigirse en alternativa cre¨ªble a la Rep¨²blica Isl¨¢mica. Ahora ha visto una oportunidad en la obsesi¨®n antiran¨ª de la Administraci¨®n Trump.
?Qui¨¦nes son? Los Muyahid¨ªn Jalq, tambi¨¦n conocidos como MEK o MKO por las siglas de la transcripci¨®n de su nombre al ingl¨¦s, son un grupo de ra¨ªces islamo-marxistas fundado a mediados de los a?os sesenta del siglo pasado. Aunque lucharon contra la dictadura del sah, terminaron enfrentados a la facci¨®n que se hizo con el poder tras la revoluci¨®n de 1979. Acogidos en el exilio por el Irak de Sadam Husein, el apoyo que le prestaron durante la guerra con Ir¨¢n entre 1980 y 1988 les convirti¨® en traidores a ojos de la mayor¨ªa de los iran¨ªes.
Al mismo tiempo, su creciente aislamiento transform¨® la milicia en una especie de secta, centrada en el culto a la personalidad de sus dirigentes, el matrimonio Rajavi, y de la que resultaba dif¨ªcil salir. En 1997, durante un breve periodo de distensi¨®n entre Washington y Teher¨¢n, el Departamento de Estado norteamericano les incluy¨® en su lista de organizaciones terroristas extranjeras; tambi¨¦n la UE les consider¨® grupo terrorista poco despu¨¦s. Pero el destino los Muyahidin cambi¨® con la invasi¨®n estadounidense de Irak en 2003.
Aceptaron desarmarse a cambio de que el Ej¨¦rcito ocupante les permitiera permanecer en Base Ashraf, el cuartel que les hab¨ªa facilitado Sadam a 80 kil¨®metros de la frontera con Ir¨¢n. Ante la incredulidad y el malestar de Teher¨¢n, Washington les otorg¨® el estatuto de "personas protegidas¡± bajo la Convenci¨®n de Ginebra. La Rep¨²blica Isl¨¢mica ya sospech¨® entonces que EE UU intentaba utilizarles como baza para desestabilizarla y les ofreci¨® una amnist¨ªa y un programa de reinserci¨®n al que se acogieron unos pocos centenares.
Pronto, los 3.500 residentes de Ashraf se convirtieron en una patata caliente para EE UU ante la retirada de sus tropas en 2009 y la animadversi¨®n hacia el grupo del nuevo Gobierno iraqu¨ª. Con la ayuda de la ONU, Washington busc¨® un pa¨ªs de acogida, algo dificultado por la negativa de los exiliados a dispersarse. Eventualmente, Albania acept¨® recibirles; all¨ª intentan recrear una nueva Ashraf sin ca?ones, que se dedica a combatir a Ir¨¢n online, seg¨²n han revelado varios disidentes.
?Qu¨¦ pretenden? En paralelo, la direcci¨®n del CNRI, ahora en manos de Maryam Rajavi (cuyo marido, Masud, no ha vuelto a aparecer en p¨²blico desde 2003), empez¨® una campa?a de lavado de imagen, renunciando a la violencia y promovi¨¦ndose como alternativa al r¨¦gimen iran¨ª. Su trabajo de relaciones p¨²blicas y la euforia b¨¦lica le han granjeado apoyos entre los conservadores de EE UU y la derecha europea.
Para empezar, los Muyahid¨ªn consiguieron salir de la lista de organizaciones terroristas de Europa (en 2009) y de EE UU (en 2012). Ahora, la obsesi¨®n antiran¨ª de la Administraci¨®n Trump les ha dado alas. Aunque no parece probable que sus simpatizantes dentro de la misma les vean como una alternativa seria a la Rep¨²blica Isl¨¢mica, constituyen sin duda un elemento de provocaci¨®n y desgaste en el conflicto regional en el que han apostado por un improbable eje Israel-Arabia Saud¨ª.
La conferencia que el CNRI celebra cada verano a las afueras de Par¨ªs se llena de parlamentarios de ambos lados del Atl¨¢ntico, as¨ª como de pol¨ªticos y militares retirados de todas las tendencias, que piden el fin de la Rep¨²blica Isl¨¢mica (los expresidentes espa?oles Aznar y Zapatero han acudido en sendas ocasiones). Algunos de ellos reciben sustanciosos estipendios por participar (hasta 180.000 d¨®lares en el caso de John Bolton, seg¨²n los datos financieros que hizo p¨²blicos al ser nombrado consejero de Seguridad Nacional en abril del a?o pasado).
?De d¨®nde sacan el dinero? Desaparecido Sadam, el grupo asegura que su dinero proviene de la di¨¢spora iran¨ª y donantes privados. Sin embargo, tanto disidentes que han dejado la organizaci¨®n recientemente como algunos analistas apuntan a Arabia Saud¨ª. Aunque nadie ha presentado pruebas, el pr¨ªncipe Turki al Faisal, antiguo jefe del espionaje saud¨ª, alent¨® esa idea con su presencia en la cita anual de la formaci¨®n en 2016, donde respald¨® el cambio de r¨¦gimen en Ir¨¢n.
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