Una juez imputa a cuatro funcionarios de prisiones por apalear a un recluso

El caso de la supuesta paliza propinada el 10 de octubre por funcionarios de prisiones a un recluso en el Centro Penitenciario de Teixeiro (A Coru?a) acumula ya cinco imputados. En las ¨²ltimas semanas, la titular del Juzgado de Instrucci¨®n 4 de Betanzos, Emma Mourenza, ha tomado declaraci¨®n como investigados por un delito de lesiones a cuatro trabajadores penitenciarios que se vieron implicados en el suceso, seg¨²n detallan fuentes judiciales. Tambi¨¦n ha interrogado al recluso, imputado por lesionar en la posterior refriega a dos de ellos.

La decisi¨®n de la magistrada se produce despu¨¦s de que el Ministerio del Interior le remitiera a comienzos de diciembre las im¨¢genes grabadas por el circuito de v¨ªdeo vigilancia de la c¨¢rcel en las que supuestamente se observa c¨®mo dos funcionarios golpeaban con porras al reo en presencia de los otros dos sin que, aparentemente, mediara provocaci¨®n. El suceso se sald¨® con dos trabajadores penitenciarios hospitalizados despu¨¦s de que el preso respondiera a pu?etazos. En la causa, tanto los trabajadores como el preso figuran en una doble condici¨®n de ¡°investigados-perjudicados¡±, seg¨²n recoge un documento judicial al que ha tenido acceso EL PA?S. La magistrada ha encargado informes forenses para determinar la entidad de las heridas de todos ellos.

La supuesta agresi¨®n se produjo en el m¨®dulo 13 de la prisi¨®n coru?esa, donde entonces estaba recluido H. B. B., un preso considerado como conflictivo por Instituciones Penitenciarias que cumple condena por robos con fuerza, usurpaci¨®n y hurtos, entre otros delitos. Clasificado en primer grado ¡ªel m¨¢s restrictivo¡ª por su mal comportamiento, los funcionarios optaron aquel d¨ªa porque fuera el ¨²ltimo interno del m¨®dulo en bajar al patio tras el preceptivo cacheo y registro de la celda.

Seg¨²n detallan fuentes que han visto las im¨¢genes enviadas por Interior, en las mismas se observa c¨®mo el recluso sale de su celda y se deja cachear sin ofrecer resistencia rodeado en todo momento por cuatro funcionarios, mientras un quinto registra su habit¨¢culo. Tras unos minutos en los que todo parece desarrollarse con normalidad, uno de los trabajadores le coloca sobre el pecho la porra que porta y comienza a darle peque?os golpes de manera reiterada. Instantes despu¨¦s, ese mismo funcionario le golpea con fuerza dos veces en las piernas a la altura de las rodillas y, posteriormente, en el cuello.

Golpes y patadas

El v¨ªdeo muestra c¨®mo, tras ese ¨²ltimo golpe, H. B. consigue zafarse del cerco de los funcionarios y se refugia en el fondo del m¨®dulo. Una vez all¨ª, repele los intentos de los funcionarios de acercarse para reducirlo y de un pu?etazo derriba a uno de ellos. Tras unos minutos en los que se cruzan golpes y patadas, los cinco funcionarios abandonan el m¨®dulo para avisar de lo sucedido. Despu¨¦s de que la direcci¨®n del centro penitenciario enviase al juzgado el parte de las lesiones de los funcionarios, la magistrada abri¨® una investigaci¨®n en la que en un primer momento el ¨²nico imputado era el recluso. Se le acusaba de lesionar a los trabajadores, uno de los cuales sufri¨® fractura de mand¨ªbula. Aquel incidente fue esgrimido entonces por los sindicatos para denunciar ¡°la lamentable situaci¨®n laboral¡± de los funcionarios de prisiones.

En paralelo, Instituciones Penitenciarias abri¨® un expediente interno y, tras visionar las im¨¢genes que recog¨ªan el incidente, concluy¨® que los funcionarios que golpearon con sus porras al recluso hab¨ªan hecho una utilizaci¨®n ¡°desmedida¡± de la violencia sin justificaci¨®n. El informe fue enviado, junto al v¨ªdeo, a la juez, que, tras visionarlo, imput¨® a ambos trabajadores y a otros dos que aparec¨ªan en las im¨¢genes.