Las 72 horas que cerraron la v¨ªa europea del ¡®proc¨¦s¡¯

El arranque del juicio contra los independentistas coloca de nuevo el conflicto catal¨¢n en el punto de mira internacional, una atenci¨®n siempre buscada por los l¨ªderes del proc¨¦s para forzar una mediaci¨®n de Bruselas. El Gobierno de Rajoy concentr¨® sus esfuerzos, con ¨¦xito, en evitar que ning¨²n pa¨ªs diese credibilidad a la ruptura ilegal capitaneada por Carles Puigdemont. Pero Rajoy descuid¨® el flanco de la opini¨®n p¨²blica y las cargas policiales del 1-O dieron a Puigdemont una importante munici¨®n. Con todo, la ilusi¨®n de mediaci¨®n se esfum¨® en apenas 72 horas.

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Una fuerte movilizaci¨®n pol¨ªtica y diplom¨¢tica contrarrest¨® el da?o sufrido por la imagen internacional de Espa?a. EL PA?S ha reconstruido, a base de testimonios confidenciales de primera mano, las fren¨¦ticas horas que marcaron en Bruselas y Estrasburgo el principio del fin de la aventura europea del proc¨¦s. Una puntilla que, seg¨²n todas las fuentes consultadas, fue definitiva y augura poco recorrido a la posible europeizaci¨®n del juicio, m¨¢s all¨¢ de un posible recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

El 1 de octubre de 2017, el Gobierno de Mariano Rajoy, los principales partidos constitucionalistas (PP, PSOE y Cs), la diplomacia y el aparato del Estado espa?ol tiemblan ante el impacto mundial de las cargas policiales en Catalu?a. Pero la UE cerr¨® esa v¨ªa de la mediaci¨®n el 4 de octubre de 2017, con un contundente discurso del vicepresidente de la Comisi¨®n Europea, Frans Timmermans, que acab¨® con las ¨²ltimas esperanzas del entonces presidente de la Generalitat, abocado semanas despu¨¦s a la destituci¨®n y a la huida del pa¨ªs o a la c¨¢rcel sin que nadie en la Europa institucional se inmutase. ¡°Cuando Timmermans se puso en pie no sab¨ªamos lo que iba a decir, cruzamos los dedos¡±, recuerda un eurodiputado espa?ol.

Fuentes de la Comisi¨®n aseguran que la posibilidad de la mediaci¨®n no se baraj¨®. Y que la posici¨®n del organismo fue la misma antes y despu¨¦s del 1-O. Pero las presiones para que el equipo de Juncker interviniera se hab¨ªan redoblado. Y el Gobierno espa?ol no pod¨ªa bajar la guardia.

Al organismo comunitario llegaba una avalancha de correspondencia pidiendo su mediaci¨®n. El martes, el presidente del Gobierno vasco, I?igo Urkullu, tambi¨¦n se dirige por escrito a Juncker para ¡°apelar a su intervenci¨®n¡±. Y en el pleno del Parlamento, del lunes al mi¨¦rcoles, arrecian las cr¨ªticas a la Comisi¨®n por mantenerse al margen de ¡°un problema europeo, no solo espa?ol¡±. Los ataques llegan desde los esca?os de izquierda y ecologistas. Pero no solo. A unas horas de que la Comisi¨®n fije su posici¨®n, el coste pol¨ªtico de las im¨¢genes del 1-O sigue subiendo peligrosamente para el conjunto del Estado espa?ol.

Debate controvertido

Tres d¨ªas antes de la consulta, el jueves 28 de septiembre, los populares, con el eurodiputado Esteban Gonz¨¢lez Pons como ariete, ya hab¨ªan logrado abortar la propuesta de debatir sobre Catalu?a en el pleno del Parlamento Europeo planteada por dos grupos (Verdes e Izquierda Unitaria). Los populares lo ven como una v¨ªa para internacionalizar el conflicto. Y el punto no entra en la agenda.

Pero la maniobra de Gonz¨¢lez Pons se frustra el domingo. La tarde del 1-O, el l¨ªder del grupo popular europeo, el alem¨¢n Manfred Weber, telefonea al eurodiputado espa?ol para advertirle de que, a la vista de lo acontecido durante el refer¨¦ndum ilegal, ser¨¢ muy dif¨ªcil excluir el asunto del plenario. Los grandes grupos quieren pronunciarse sobre lo ocurrido en Catalu?a. ¡°Hab¨ªa compa?eros de otros pa¨ªses que nos dec¨ªan: mi hija est¨¢ viendo la tele y est¨¢ llorando¡±, recuerda otro diputado.

El debate llega finalmente a la Euroc¨¢mara tras unas im¨¢genes del 1-O que han empa?ado la imagen de Espa?a. ¡°Una urna, una porra, batalla medi¨¢tica perdida¡±, dicen que dijo Rajoy al contemplar aquellas escenas.

El fiasco barruntado por Rajoy se empez¨® a materializar el lunes. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, telefonea a Rajoy para instarle ¡°a buscar f¨®rmulas para evitar una escalada y el uso de la fuerza¡±. En la Comisi¨®n, el portavoz oficial hace p¨²blico ¡°un llamamiento a todos los actores pertinentes para que avancen muy r¨¢pidamente de la confrontaci¨®n al di¨¢logo¡±.

La agenda hace que ese lunes se encuentre en Estrasburgo el secretario de Estado para Asuntos Europeos, Jorge Toledo. Su visita se convirti¨® en un torbellino de idas y venidas por los kilom¨¦tricos pasillos del Parlamento, de entradas en despachos sin cita previa, sobre todo en el de Timmermans. El Ejecutivo espa?ol quiere cerciorarse de que la Comisi¨®n no contempla la m¨¢s m¨ªnima alusi¨®n a una mediaci¨®n. El borrador del discurso lo ha elaborado el equipo del presidente, Jean-Claude Juncker. ?l tiene la ¨²ltima palabra, pero no se puede contactar con ¨¦l porque est¨¢ viajando hacia India. El ¨²nico interlocutor disponible es Timmermans y sobre ¨¦l se redoblan las presiones.

El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, tambi¨¦n tercia y recomienda a Toledo que se quede en Estrasburgo un d¨ªa m¨¢s de lo previsto. Se queda hasta el mi¨¦rcoles.

El desenlace se produce a las 15 horas de ese mi¨¦rcoles. El vicepresidente lee un demoledor discurso de siete minutos que ciega la europeizaci¨®n del proc¨¦s. ¡°El respeto de la ley no es opcional, es fundamental. Si la ley no te da lo que quieres, puedes oponerte a ella, puedes trabajar para cambiarla. Pero no puedes ignorarla¡±, zanja la Comisi¨®n.

A continuaci¨®n caen otros tres mazazos al independentismo. Manfred Weber (PPE), Gianni Pitella (Socialistas) y Guy Verhofstadt (Liberales) tachan de ileg¨ªtimo el refer¨¦ndum y de irresponsabilidad la declaraci¨®n de independencia. La Comisi¨®n y los tres principales grupos pol¨ªticos que la respaldan han dictado sentencia contra el proc¨¦s. ¡°Est¨¢bamos aliviados pero exhaustos¡±, rememora una de las fuentes que trabaj¨® en un cortafuegos que, hiciera falta o no, prefirieron establecer.