Cinco jueces devuelven la minor¨ªa de edad a cinco ni?os inmigrantes

Abdou, nombre ficticio, lleg¨® a Espa?a desde Guinea Conakri con 15 a?os, pero al cumplir los 17 se le expuls¨® del centro de acogida de la Comunidad de Madrid donde viv¨ªa. Para el sistema ya era un adulto porque la Fiscal¨ªa, en funci¨®n de unas pruebas forenses con un amplio margen de error, hab¨ªa decretado que era un a?o m¨¢s mayor de lo que manten¨ªan ¨¦l y sus documentos.

Abdou no es el ¨²nico que responde confundido cuando se le pregunta su edad. "?Cu¨¢ntos a?os tengo en mi pa¨ªs o aqu¨ª?", suelen cuestionar. Como ¨¦l hay ni?os inmigrantes en toda Espa?a a los que un fiscal ha convertido en mayores de edad cuando no lo son o hay dudas razonables. Esa decisi¨®n es crucial: como ni?os tienen derecho a protecci¨®n hasta la mayor¨ªa de edad, se les matricula en cursos o en el colegio y se regulariza su situaci¨®n, pero como adultos son carne de ca?¨®n, inmigrantes irregulares expuestos a la expulsi¨®n.

Los decretos de mayor¨ªa de edad de la fiscal¨ªa son irrecurribles, pero el a?o pasado cinco jueces decretaron que cinco ni?os volviesen a los centros de acogida de donde tuvieron que salir hasta que se obtenga un pronunciamiento definitivo sobre su verdadera edad. De esta forma, Fundaci¨®n Ra¨ªces, una organizaci¨®n que hace 20 a?os protege a ni?os vulnerables, ha encontrado una v¨ªa en la Justicia para que se proteja a, al menos, una parte de los menores que pasan por esta situaci¨®n. La organizaci¨®n asegura que solo este a?o ha recibido cerca de 60 casos con las mismas caracter¨ªsticas.

Los magistrados de primera instancia reconocen en todos los casos la validez de los pasaportes y partidas de nacimiento que presentaron y que la Fiscal¨ªa no tuvo en cuenta para decretar su edad. ¡°Esta documentaci¨®n nunca es cuestionada por la Fiscal¨ªa cuando quien la porta son ciudadanos adultos de esos pa¨ªses o ni?os que llegan a Espa?a acompa?ados por sus padres¡±, denuncia la presidenta de Fundaci¨®n Ra¨ªces, Lourdes Reyz¨¢bal.

¡°Es muy grave que mientras los pol¨ªticos discuten la manera de controlar los flujos migratorios y las fronteras, muchos ni?os y ni?as se est¨¦n quedando en las calles de nuestras ciudades, sin ser mayores ni menores, sin educaci¨®n, sanidad, alojamiento, cuidados, protecci¨®n¡±, lamenta Reyz¨¢bal. ¡°En este limbo jur¨ªdico se les aboca a la m¨¢s absoluta exclusi¨®n social, con el peligro de que puedan caer en redes de explotaci¨®n, como en el caso de las ni?as que suelen ser interceptadas r¨¢pidamente por las redes de trata con las que llegaron a Espa?a¡±.