Las defensas salen al ataque
Los abogados de los 12 procesados abren el juicio con duros alegatos y cr¨ªticas a la actuaci¨®n judicial, que descalifican como una ¡°causa general¡± contra el independentismo
Dentro de la sala, lo que m¨¢s llam¨® la atenci¨®n fue el silencio. O, m¨¢s exactamente, el respetuoso silencio. En un proceso en el que el ruido, los insultos, las acusaciones m¨¢s duras y los tuits envenenados han terminado por romper la convivencia en Catalu?a y resucitar los viejos odios en el resto de Espa?a, lo m¨¢s sorprendente es que en la primera sesi¨®n del juicio, bajo las grandes l¨¢mparas del Sal¨®n de Plenos del Tribunal Supremo, el silencio venci¨® al ruido.
Fue posible gracias a la mano izquierda del presidente Manuel Marchena, que permiti¨® los lazos amarillos y dej¨® que los encarcelados se abrazaran con sus familiares y amigos despu¨¦s de cada sesi¨®n, y tambi¨¦n a la cortes¨ªa institucional de los abogados defensores, unos m¨¢s duros que otros en sus alegatos, pero todos respetuosos con las reglas y con las formas. ¡°Excelent¨ªsimas se?or¨ªas¡±, lleg¨® a decir un letrado, ¡°este juicio es un fracaso social de todo el Estado espa?ol¡±. Y de ah¨ª para arriba.
Durante m¨¢s de seis horas, las defensas salieron al ataque. Duro, argumentado, casi a la desesperada ¡ªnadie piensa a estas alturas que el juicio pueda ser suspendido ni los pol¨ªticos presos puestos en libertad¡ª, pero correcto. Ni un mal gesto en el estrado, ni un murmullo en la sala. Tanto que un conocido tertuliano, famoso por sus opiniones ex catedra y su afici¨®n a la bronca, termin¨® dando cabezadas durante la sesi¨®n de la ma?ana y por la tarde ya ni regres¨®.
Y eso que, a primera hora de la ma?ana, la irrupci¨®n en la plaza de Par¨ªs, junto a la sede del Tribunal Supremo, del l¨ªder de Vox, Santiago Abascal, hac¨ªa temer que el ruido irrumpiera en el juicio desde el d¨ªa del estreno. De hecho, un vistazo al Sal¨®n de Plenos es una met¨¢fora perfecta de la situaci¨®n actual del pa¨ªs. A un lado, el secesionismo que quiere romper con Espa?a. Del otro, los abogados de Vox, el partido que era apenas un embri¨®n cuando se person¨® en la causa, a finales de 2017, y ya ha monopolizado el discurso de la derecha y amenaza con entrar con fuerza en las instituciones. En medio, unos jueces que tratan de ofrecer transparencia en se?al de su imparcialidad, pero que arrastran ¡ªcomo la causa misma¡ª un reguero de sospechas y de dudas. Por esas rendijas, a veces del tama?o de una zanja, trataron este martes de colarse los argumentos de los abogados defensores.
El primero en intervenir, Andreu Van den Eynde, defensor del exvicepresident Oriol Junqueras, fue sin duda el m¨¢s duro y acus¨® a la justicia de orquestar una ¡°causa general¡± contra el independentismo. ¡°Se han vulnerado pr¨¢cticamente todos los derechos¡±, asegur¨®, ¡°el derecho a la intimidad y la inviolabilidad del domicilio, el derecho a la reuni¨®n y manifestaci¨®n, el de libertad de movimientos. Hasta el derecho a la libertad de culto, porque a Junqueras no le dejaban ir a misa en prisi¨®n¡±. El abogado fue poniendo en fila india las torpezas cometidas por los agentes del Estado, y ah¨ª existe un aut¨¦ntico manantial. Desde el teniente coronel de la Guardia Civil, responsable de una parte de la investigaci¨®n, que por la noche se convert¨ªa en un tuitero falt¨®n con el independentismo, hasta los mensajes de WhatsApp del senador del PP Ignacio Cosid¨®, que garantizaba a sus colegas que con Marchena todo estaba atado y bien atado: ¡°Controlaremos la sala segunda desde detr¨¢s¡±. Tambi¨¦n sali¨® a colaci¨®n la actuaci¨®n de Juan Ignacio Zoido, el ministro del Interior de Mariano Rajoy, que envi¨® a los antidisturbios de la Polic¨ªa Nacional y de la Guardia Civil a una operaci¨®n imposible que, a la postre, se convirti¨® en la mejor baza del independentismo para pasear por Europa. El ataque de las defensas se convirti¨® tambi¨¦n en un tr¨¢iler de la pel¨ªcula que, durante los pr¨®ximos tres meses, de martes a jueves y en sesiones de ma?ana y tarde, se proyectar¨¢ en el Supremo.
Buenos augurios
Y en la primera sesi¨®n, adem¨¢s de los buenos augurios de convivencia ¨Cni siquiera el abogado de Vox, Javier Ortega Smith, protest¨® cuando el tribunal permiti¨® que los presos abrazaran a sus familiares y saludaran al presidente de la Generalitat, Joaquim Torra¡ª, tambi¨¦n hubo espacio para hacer pron¨®sticos del talante de las defensas. La transparencia tiene sus da?os colaterales, y la decisi¨®n de retransmitir en directo el juicio para evitar suspicacias puede modificar ciertos comportamientos. ?Qui¨¦n va a renunciar a sus minutos de gloria con la televisi¨®n en directo? Durante la primera sesi¨®n, los ejemplos m¨¢s claros fueron los del ya citado Andreu Van den Eynde y los de Olga Arderiu, abogada de la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, quien a las seis menos cuarto de la tarde y despu¨¦s de casi una hora hablando, se llev¨® el primer y ¨²nico aviso del presidente del tribunal. Manuel Marchena, con una sonrisa y pidi¨¦ndole disculpas, interrumpi¨® el discurso de la letrada para solicitarle que fuese terminando. ¡°Creo adem¨¢s¡±, dijo Marchena, ¡°que muchos de sus argumentos est¨¢n ya recogidos en su extenso escrito de defensa, que si no recuerdo mal ten¨ªa 263 folios¡±.
¡°Una amarga necesidad¡±
La intervenci¨®n del abogado de Junqueras fue incluso m¨¢s tediosa. Tan llena de citas ¡ªhay quien no se resigna a ponerle un escaparate a sus conocimientos¡ª que el abogado que intervino despu¨¦s, Javier Melero, el defensor del exconsejero del Interior Joaquim Forn, advirti¨® de que sus citas iban a ser m¨¢s simples. Y tir¨® de un pasaje del proyecto alternativo del C¨®digo Penal alem¨¢n de 1969 que sostiene que el derecho penal debe ser entendido como ¡°una amarga necesidad dentro de la comunidad de seres imperfectos que los hombres son¡±. Unos hombres que este martes, pese a sus diferencias seguramente insalvables, supieron guardar silencio cuando Jordi Cuixart y el exconseller Josep Rull se fundieron en un largo abrazo con sus familiares antes de emprender el regreso, ya de noche, a la prisi¨®n de Soto del Real.
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