Dos millones de espa?oles en el exterior, atrapados en el doble calvario del voto rogado
El tr¨¢mite no solo es engorroso, sino que ni siquiera garantiza que el voto llegue a tiempo
Solo por tres d¨ªas los m¨¢s de dos millones de electores espa?oles en el exterior tendr¨¢n que pasar por dos veces el calvario que supone el voto rogado para ejercer su derecho a participar en las elecciones generales del 28 de abril y las europeas y auton¨®micas del 26 de mayo. La Junta Electoral Central a¨²n tiene que resolver la consulta que le han planteado el PP y Podemos para que los inscritos en el CERA (Censo Electoral de Residentes Ausentes) puedan rogar una sola vez el voto para los dos procesos electorales, pero la ley electoral es tajante, seg¨²n los expertos.
Todos los partidos est¨¢n de acuerdo en suprimir el voto rogado que, desde su instauraci¨®n en 2011, ha hecho desplomarse la participaci¨®n electoral de los espa?oles residentes en el exterior. El presidente Pedro S¨¢nchez lo ha prometido cada vez que se ha reunido con la colonia espa?ola en sus viajes en el extranjero. El tr¨¢mite no solo es engorroso, sino que ni siquiera garantiza que el voto llegue a tiempo y no acabe en la basura.
Sin embargo, este martes, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, retir¨® del orden del d¨ªa la votaci¨®n de una proposici¨®n de ley de PSOE y Podemos para suprimir el voto rogado. Era un brindis al sol pues, aunque se hubiera aprobado, habr¨ªa deca¨ªdo la semana que viene con la disoluci¨®n de las Cortes. En realidad, la reforma encall¨® a finales del a?o pasado. Tras dos a?os de debate en una comisi¨®n interministerial y otra subcomisi¨®n del Congreso, el PP rechaz¨® el texto del Gobierno, que propon¨ªa enviar a los inscritos en el CERA, sin necesidad de que las pidieran, papeletas en blanco para que los electores las rellenaran. Eso permit¨ªa ganar tiempo y enviarlas antes de que se proclamasen las candidaturas.
El PP rechaz¨® la f¨®rmula por considerar que no reun¨ªa suficientes garant¨ªas, y propuso el env¨ªo a los electores de las papeletas de todas las candidaturas y la obligatoriedad de que estos acreditasen su identidad con un certificado. El Gobierno tach¨® la idea de inviable y la consider¨® una excusa para no resolver el problema. La proposici¨®n presentada in extremis por PSOE y PP no era ya m¨¢s que un gesto de cara a la galer¨ªa. Asumido el fiasco de la reforma, los partidos intentan ahora paliar los efectos m¨¢s da?inos del voto rogado en un escenario que obliga a realizar los tr¨¢mites dos veces en un breve espacio de tiempo, solo dos meses, y con la Semana Santa por medio (15 al 21 de abril).
Tanto el PP como Podemos han pedido que no haya que duplicar el ruego del voto, de forma que la petici¨®n para las elecciones del 28 de abril valga para las del 26 de mayo. Adem¨¢s, los populares quieren que se pueda solicitar el voto por correo electr¨®nico y Podemos que las reclamaciones del censo sirvan para las dos citas electorales. La Junta Electoral tiene previsto pronunciarse la semana que viene sobre estas demandas, pero los expertos consultados por EL PA?S consideran muy dif¨ªcil hacer un solo ruego del voto. La ley electoral determina claramente que el voto debe rogarse para cada convocatoria electoral. Otra cosa ser¨ªa realizar los dos ruegos simult¨¢neamente, en un solo acto.
El problema es que la ley es muy precisa a la hora de fijar los plazos del proceso electoral y el ¨²ltimo d¨ªa para rogar el voto de las elecciones generales es el 25? d¨ªa posterior a la convocatoria (5 de marzo); es decir, el 30 de marzo. Pero las elecciones europeas y auton¨®micas no se convocar¨¢n hasta tres d¨ªas despu¨¦s, el 2 de abril, por lo que dif¨ªcilmente se puede rogar el voto para unas elecciones que a¨²n no han sido convocadas. Argentina es el pa¨ªs donde residen m¨¢s espa?oles. Suman 457.000, de los que 89.700 nacieron en Espa?a, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). La cifra es enorme: hay m¨¢s ciudadanos espa?oles en Argentina que en La Rioja (316.000). Tras Argentina, la colonia espa?ola m¨¢s numerosa es la residente en Francia (253.600), seguida de Venezuela (167.000).
La participaci¨®n pol¨ªtica de los espa?oles residentes en Argentina es paup¨¦rrima: en las elecciones de 2016 solo rogaron su voto 13.151 personas y muchos nunca llegaron a las urnas. En el escrutinio, se contaron 9.760 votos, equivalentes al 3,46% del censo electoral. ¡°Entre 2011, cuando entr¨® en vigor [el voto rogado] y 2016, la participaci¨®n electoral cay¨® 85%. Fue todo culpa de un sistema que es una verdadera carrera de obst¨¢culos. El correo funciona mal y los plazos son cortos. Los espa?oles en el exterior est¨¢n enojados porque interpretan que se los considera ciudadanos de segunda¡±, dice Susana Carbia, hija de gallegos y miembro del Concejo de Residentes Espa?oles (CRE), un ¨®rgano consultivo adscrito a las oficinas consulares de Espa?a.
El voto rogado es el enemigo a vencer para los espa?oles residentes en Argentina. Denuncian que el sistema es engorroso, burocr¨¢tico y poco eficiente. El proceso se inicia ante el consulado, donde el elector debe pedir que le env¨ªen las papeletas a su domicilio. Luego deber¨¢ ir a una oficina de correos y enviar su voto a Espa?a la semana previa a las elecciones, o llevarlo al consulado si se ha retrasado y restan solo dos d¨ªas para el cierre. La principal amenaza para el elector es que no reciba a tiempo la documentaci¨®n. ¡°En 2015 no pude votar porque las papeletas me llegaron tarde¡±, cuenta Alberto Ortiz, un madrile?o de 25 a?os que se instal¨® en Argentina meses antes de aquellas elecciones. En 2016 estuvo cerca de otro fracaso. ¡°Me llegaron en el ¨²ltimo momento y tuve que correr a mandar mi voto. No me importa hacer 10 papeles, si s¨¦ que van a llegar a tiempo y mi voto va a contar¡±, dice. El paso del tiempo y la distancia hacen que crezca el desinter¨¦s entre los residentes en el exterior. La burocracia hace el resto. Manuel Valverde Carreras-Presas es nieto de espa?oles e hijo de un m¨¦dico que huy¨® de la dictadura en los a?os setenta. Vivi¨® en Espa?a toda su infancia y adolescencia, pero nunca ha votado. ¡°Me llegan los avisos, pero nunca lo hice, un poco porque es muy complicado y otro porque me he distanciado de la pol¨ªtica¡±, dice. Lleva 26 a?os en Argentina y ha transmitido a sus hijos la nacionalidad espa?ola.
Entre los espa?oles reci¨¦n llegados la voluntad de votar se mantiene. Es el caso de Jorge Ortega, un gallego de 35 a?os que vive en Argentina desde 2016 y que en abril votar¨¢ por primera vez en el exterior. ¡°Mi intenci¨®n es votar¡±, dice. A diferencia del resto, no se queja del sistema. ¡°Hasta cierto punto me parece bien, porque pasa aqu¨ª, como en otros pa¨ªses, que hay gente que tiene la doble ciudadan¨ªa y no fue nunca a Espa?a. No conocen los partidos, votan e influyen¡±.
¡°?No quieren que vote?¡±
Pese a los obst¨¢culos, hay un n¨²cleo duro de votantes que resiste, sobre todo cuando los lazos con Espa?a se han mantenido fuertes. Como los de Adriana Gaena, de 61 a?os, hija de espa?oles y madre de dos hijos que hoy viven en Galicia y Catalu?a. Gaena no ha faltado a ninguna elecci¨®n desde que sac¨® la doble nacionalidad, hace 40 a?os. ¡°Siempre me tom¨¦ el trabajo de ir al correo, traer, llevar, poner, firmar. Yo a¨²n puedo hacerlo, pero el tr¨¢mite es un problema para la gente mayor¡±, dice. Y recuerda que su madre, gallega, muri¨® en diciembre pasado, a los 91 a?os, sin faltar a una sola cita con las urnas. ¡°Mam¨¢ vot¨® hasta la ¨²ltima elecci¨®n, pero me ten¨ªa a m¨ª. ?Cu¨¢ntos mayores hay que no tienen a nadie que haga los tramites por ellos?¡±.
In¨¦s Mart¨ªnez, hija de un matrimonio de Orense, coincide con Gaena y comprende que cada vez se vote menos desde el exterior. ¡°Existe una sensaci¨®n de ¡®para qu¨¦ voy a votar¡¯. Y cuanto mayor es la edad, mayor el descreimiento. Nos pusieron un clavo m¨¢s en el caj¨®n de no creer m¨¢s en la pol¨ªtica¡±, dice.
Mart¨ªnez solo dej¨® de votar una vez, en las primeras elecciones que siguieron al voto rogado, a modo de protesta. En 2015 y 2016 se rindi¨® al sistema y pidi¨® el voto, pero no ha perdido su enojo. ¡°Te quitan las ganas¡±, dice, ¡°y te sientes un poco cacheteada, porque cuando vienen los pol¨ªticos a hacer campa?a te acercas a plantear estos temas y te mandan a los canales administrativos¡±. ¡°Por eso se vota menos¡±, afirma Gaena, sobre todo entre esos espa?oles que llegaron de ni?os y han pasado toda su vida en Argentina: ¡°Esos espa?oles tienen su car¨¢cter y dicen: ¡®?As¨ª que no quieren que vote?, entonces no voto y se acab¨®¡±.
¡°En las generales llegaron las papeletas el d¨ªa despu¨¦s¡±
Las complicaciones para votar son un tema de conversaci¨®n recurrente en ciertos colectivos de ciudadanos espa?oles residentes en Estados Unidos estos d¨ªas. Las experiencias en los ¨²ltimos a?os no son demasiado buenas en algunas zonas del pa¨ªs, como explica Sara Garrido, directora de ventas de una empresa tecnol¨®gica y residente en Miami desde hace ocho a?os. ¡°Aqu¨ª la experiencia ha sido bastante mala¡±, asegura. ¡°En las ¨²ltimas generales, nos llegaron las papeletas el d¨ªa despu¨¦s de las elecciones, as¨ª que no pudimos votar. Nos pas¨® a un mont¨®n de espa?oles en Miami, a todos los que yo conozco. Despu¨¦s, para las andaluzas, me llegaron el d¨ªa antes del l¨ªmite. Yo ahora no voy a esperar, porque no puedes confiar en el sistema. Queremos ir unos cuantos al consulado a ver c¨®mo podemos hacer para no depender del env¨ªo de las papeletas¡±. Un problema que no est?en manos de los consulados resolver.
Aunque la Administraci¨®n cumpla los plazos, el mecanismo del voto rogado, que entra?a cierta complejidad, depende de los servicios de correos de cada pa¨ªs. La cosa se complica en demarcaciones grandes, como la del consulado de Miami, que incluye ciudades como Atlanta y la propia Miami, separadas por 1.200 kil¨®metros de distancia.
Nuria, residente en Nueva York y trabajadora en una agencia municipal, tambi¨¦n ha tenido problemas para votar. ¡°Antes del voto rogado era mucho m¨¢s f¨¢cil¡±, explica.
En los ocho consulados de EE UU estaban registrados 121.046 espa?oles en 2015. Se trata de uno de los pa¨ªses donde m¨¢s ha aumentado la poblaci¨®n espa?ola en los ¨²ltimos a?os. [FIRDESPI]/ P. GUIM?N (Washington)
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