Como el mejor de los c¨®nsules
Un moderado pesimismo revestido de modestia parec¨ªa subvalorar la importancia de su contribuci¨®n al broche de oro de la Transici¨®n que fue la Constituci¨®n
Cuando muere un amigo con el que te has peleado cien veces, reconciliado quinientas y colaborado otras mil m¨¢s en empresas de calado hist¨®rico, muere un poco de tu propia vida. Cuando el amigo es una personalidad m¨¢s que notable en la vida pol¨ªtica social y cultural del pa¨ªs, se tiende a paliar la natural tristeza con el sincero elogio. Pero Jos¨¦ Pedro P¨¦rez Llorca, gaditano de nacimiento, trasplantado con ¨¦xito a Madrid, donde nunca perdi¨® el cari?o por su tierra, ni muchas de sus admirables caracter¨ªsticas, fue ante todo un pol¨ªtico y como pol¨ªtico lo conoc¨ª, trat¨¦ y apreci¨¦ antes y despu¨¦s de la Transici¨®n.
Por eso yo, al rendirle este muy sentido homenaje, no me referir¨¦ a su refinada cultura, a la agudeza de sus juicios, ni a nuestra constante y sincera amistad y me limitar¨¦ a destacar tres extremos fundamentales de su trayectoria pol¨ªtica, paradigmas del buen hacer: su tarea como constituyente, su aportaci¨®n decisiva a la integraci¨®n espa?ola en la Alianza Atl¨¢ntica y su ejemplar retirada de la vida p¨²blica.
Como constituyente supo mantener una relaci¨®n de fecunda confianza con el presidente Su¨¢rez y una cordialidad con los restantes miembros de la ponencia, incluso con los de su propio partido, la UCD, de lo que es testimonio una amistad viva 40 a?os despu¨¦s. Ello sirvi¨® para que la contribuci¨®n de P¨¦rez Llorca a la factura de la Constituci¨®n fuera decisiva en las formas y fundamental en el fondo. Un moderado pesimismo revestido de modestia parec¨ªa subvalorar la importancia de su contribuci¨®n al broche de oro de la Transici¨®n que fue la Constituci¨®n. Pero celebrar el 40? aniversario de esta, al calor de la opini¨®n p¨²blica, muestra la solidez y fecundidad de su obra.
Tres a?os despu¨¦s, en 1981, como ministro de Asuntos Exteriores en el Gobierno de Calvo Sotelo, dio pasos decisivos en la transici¨®n exterior. Quienes coincidimos con ¨¦l en tan importante empresa, fuimos testigos de su habilidad y entereza en aquella operaci¨®n que supuso una opci¨®n irreversible en pro de la democracia sin calificativos, de la que hoy gozamos en Espa?a, y que entonces era la democracia propia de Occidente.
Por ¨²ltimo, cuando UCD, partido al que siempre fue fiel, perdi¨® las elecciones, P¨¦rez Llorca, diplom¨¢tico de profesi¨®n y abogado de vocaci¨®n, se retir¨® a la vida privada, cosechando en ella nuevos y rotundos ¨¦xitos. P¨¦rez Llorca tuvo una pol¨ªtica, y la sirvi¨®, pero ni se sirvi¨® de ella, ni la pol¨ªtica le mantuvo. Como el mejor de los c¨®nsules de la Roma mejor.
Miguel Herrero y Rodr¨ªguez de Mi?on es padre de la Constituci¨®n
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.