Cuando la que contamina es la Administraci¨®n
Un juzgado sanciona al puerto de Vilagarc¨ªa de Arousa por verter al mar material asf¨¢ltico de obras ferroviarias
El puerto de Vilagarc¨ªa de Arousa (Ministerio de Fomento) ha sido sancionado por el juzgado de lo Contencioso-administrativo de Pontevedra por una infracci¨®n grave al haber realizado un relleno en el mar con materiales contaminantes procedentes de obras ferroviarias. El fallo compara el volumen del vertido con el tama?o de casi tres piscinas ol¨ªmpicas en una r¨ªa con alto valor pesquero y marisquero, situado en el eje del parque natural Illas Atl¨¢nticas.
El juez destaca que la prueba practicada ha acreditado ¡°de manera suficiente¡± que los materiales vertidos al mar por la Autoridad Portuaria inclu¨ªan material asf¨¢ltico contaminante. Esta ha reconocido a lo largo del juicio que ni siquiera se redact¨® un proyecto t¨¦cnico de la obra ni se realiz¨® ning¨²n tr¨¢mite medioambiental para realizar los rellenos contaminantes.
La denuncia ante el Seprona de un particular dio origen a la apertura de un expediente por parte de la Conseller¨ªa de Medio Ambiente de la Xunta, que impuso al puerto una sanci¨®n que fue recurrida hasta quedar en 20.000 euros, cuant¨ªa p¨ªrrica para las asociaciones ecologistas que han venido denunciando mala praxis de la Administraci¨®n en este enclave portuario.
¡°Consid¨¦rese, para comprender sus dimensiones, que el vaso de una piscina ol¨ªmpica ostenta un volumen de 2.500 m3. Para esta obra portuaria se han vertido al mar unos 7.000 m3 de materiales, el tama?o de casi tres piscinas ol¨ªmpicas superpuestas¡±, recalca el magistrado en la sentencia. Y todo ello, insiste, ¡°pese a su entidad y a su m¨¢s que posible repercusi¨®n medioambiental (rellenos en un espacio marino constre?ido por las caracter¨ªsticas de una r¨ªa con alto valor pesquero, marisquero y paisaj¨ªstico)¡±.
La actuaci¨®n a todas luces contraria a la normativa medioambiental, se remonta a junio de 2012, cuando el puerto inici¨® las obras para recuperar el viejo tramo del ferrocarril hasta el muelle en la que se invirtieron seis millones de euros y todav¨ªa no ha entrado en servicio. ¡°Las obras conllevaron la realizaci¨®n de excavaciones con el consiguiente acopio de gran cantidad de material (tierra, piedras, escombros, etc.), que se fue acumulando en el muelle del Ramal, en un volumen m¨ªnimo de unos 10.000 m3¡±, recoge el fallo como hechos reconocidos por la Administraci¨®n demandada.
El 15 de febrero de 2014 una patrulla del Seprona constat¨® ¡°la existencia de una aut¨¦ntica monta?a en los terrenos de la Autoridad Portuaria, formada por tierras, piedras, asfalto, tubos pl¨¢sticos, maderas, hormig¨®n, etc., que calific¨® como zona de dep¨®sito indefinido de residuos¡±, recoge el fallo judicial. Tres d¨ªas despu¨¦s denunci¨® los hechos ante la Xunta de Galicia.
¡°Las im¨¢genes ¡ªdice el juez¡ª no dejan lugar a dudas. Y a ra¨ªz de esa primera denuncia, la Autoridad Portuaria se top¨® con un serio problema: qu¨¦ hacer, de manera urgente, con esos materiales sobrantes de las obras del ferrocarril. Decidi¨® entonces verter al mar su mayor parte, seg¨²n se reconoce en la demanda".
Sobre la reposici¨®n de la zona alterada por el relleno a su estado original que ha exigido la Xunta, el magistrado se?ala que no se ha pronunciado al respecto porque la Conseller¨ªa de Medio Ambiente decidi¨® dejar este punto en suspenso, as¨ª como la determinaci¨®n exacta de la manera en la que habr¨ªa de realizarse. As¨ª, la reparaci¨®n del da?o queda fuera del objeto de este pleito por lo que la Administraci¨®n auton¨®mica tendr¨¢ que dictar una nueva resoluci¨®n que podr¨ªa dar lugar a otro pleito entre Fomento y la Xunta.
Juan Fajardo, exdiputado y exconcejal del Ayuntamiento de Vilagarc¨ªa por Age (Alternativa Galega de Esquerda) hab¨ªa denunciado los hechos ante el Parlamento gallego como miembro de la comisi¨®n de Pesca. Fajardo cree que ¡°esta es una prueba m¨¢s de la p¨¦sima gesti¨®n del puerto de Vilagarc¨ªa que ha venido actuando por intereses econ¨®micos¡±.
¡°Para las cuentas del puerto ha compensado cometer este desprop¨®sito porque el tratamiento de estos residuos ha tenido un coste cero. O sea, un negocio redondo porque han cobrado por retirar los escombros y por deshacerse de ellos¡±, afirma. A un particular se le exige que cumpla estrictamente la normativa, mientras la Administraci¨®n hace lo que le da la gana¡± reprocha Fajardo.
Desde la Plataforma en Defensa da R¨ªa de Arousa (PDRA), que adem¨¢s de denunciar en numerosas ocasiones vertidos de dragados portuarios, tanto auton¨®micos como estatales, ha pleiteado con el puerto contra la instalaci¨®n de dep¨®sitos qu¨ªmicos, ha reclamado m¨¢s medidas de prevenci¨®n y an¨¢lisis de los sedimentos marinos. Inciden los ecologistas en la necesidad de realizar bioensayos y pruebas ecotoxicol¨®gicas para conocer sus efectos e impacto medioambiental.
Su portavoz Xaqu¨ªn Rubido ha recordado que Estados como B¨¦lgica, Finlandia, Pa¨ªses Bajos, Alemania y Gran Breta?a realizan estas pruebas para decidir se pueden verter al mar materiales de dragados en base a un protocolo conjunto (Overview of Contracting Parties National Action Levels for Dredged Material, OSPAR Commission, 2004).
Rubido recuerda que en la actualidad hay un punto de vertido al mar, localizado al suroeste de la isla de S¨¢lvora, en el canal de aguas profundas y fr¨ªas que entran en la r¨ªa de Arousa. En ese punto de vertido se depositan los dragados portuarios tanto auton¨®micos como do Estado.
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