Pi?el de Abajo, capital espa?ola de la reforestaci¨®n
Los vecinos de este peque?o pueblo de Valladolid han plantado m¨¢s de 20.000 ¨¢rboles en los ¨²ltimos ocho a?os
A mitad de camino entre los valles del Esgueva y el Duero, a 56 kil¨®metros de Valladolid, emerge sobre una loma Pi?el de Abajo. Desde la cima, coronada por la iglesia de San Pelayo, levantada con piedras en el siglo XVI, se divisa la vecina Pi?el de Arriba, a tres kil¨®metros de distancia. La zona tiene una tradici¨®n frut¨ªcola inmemorial, pero hace a?os que cambi¨® el paisaje. ¡°El Catastro del marqu¨¦s de la Ensenada (siglo XVIII) ya cita a nuestro pueblo como el de los mil almendros, los mil cerezos y los mil ciruelos¡±, explica Eduardo Perote, presidente de la Asociaci¨®n El Prao de Luyas de Pi?el de Abajo, de apenas 165 habitantes. Suya es la iniciativa de reforestar sus pendientes y areniscas laderas. Este invierno han plantado 3.000 ¨¢rboles, m¨¢s de 20.000 en los ¨²ltimos ocho a?os.
Los datos son apabullantes: en menos de una d¨¦cada se han sembrado m¨¢s de 120 ¨¢rboles por cada habitante. Pocos lugares en el mundo pueden presumir de una estad¨ªstica similar. Perote reconoce que la intenci¨®n es recuperar los cultivos tradicionales, que desaparecieron con la concentraci¨®n parcelaria de los a?os ochenta. ¡°Europa dijo que el modelo expansivo hab¨ªa que cambiarlo por el intensivo, que era m¨¢s productivo, y se arrancaron muchos ¨¢rboles¡±. La medida trajo consigo un importante cambio social. Si en 1990 hab¨ªa 170.000 agricultores en Castilla y Le¨®n, la cifra descendi¨® hasta los 40.000 de la actualidad. A eso hay que a?adir la despoblaci¨®n del mundo rural.
El agr¨ªcola contin¨²a siendo el principal sector en Pi?el de Abajo, que cuenta con una poblaci¨®n muy envejecida. Perote sostiene que plantar ¨¢rboles les ofrece una oportunidad de futuro. No son solo los ¨¢rboles, es tambi¨¦n todo lo que estos implican. Por ejemplo, en julio del a?o pasado el pueblo celebr¨® la primera feria de la cereza con medio centenar de variedades. Este fin de semana han repetido el ¨¦xito con las XII Jornadas de Fruticultura, con las que buscan recuperar la tradici¨®n de frutales que ten¨ªa la zona hasta hace unas d¨¦cadas. Durante estos d¨ªas el pueblo ha multiplicado su poblaci¨®n, ya que acudieron m¨¢s de 600 personas a los talleres organizados. Unas visitas que tambi¨¦n inciden en los escasos bares y tiendas de la localidad.
Gran acogida
Pi?el de Abajo comenz¨® a plantar ¨¢rboles en 2004, pero no fue hasta 2011 cuando apost¨® por la reforestaci¨®n de forma decidida. Naciones Unidas estima que el avance de los desiertos es imparable y que hoy la superficie de bosques en el planeta ha descendido un 40% respecto al siglo pasado. ¡°Las cosechas soportan peor el exceso de calor y las sequ¨ªas. Hay que preguntarse qu¨¦ queremos legar a nuestros hijos. Tratamos de mitigar los efectos del cambio clim¨¢tico y lo hacemos plantando ¨¢rboles¡±, subraya Perote. La cantidad ha ido en aumento cada a?o gracias a la gran acogida de sus vecinos. Son ellos, como voluntarios, quienes plantan las diferentes especies: pinos, chopos, encinas y frutales como cerezos, almendros, nogales o ciruelos.
¡°Este es un valle con gran humedad. Los manantiales, que tambi¨¦n hemos recuperado, afloran en la ladera y eso garantiza el ¨¦xito¡±, reconoce Perote. Los ¨¢rboles provienen de viveros de la zona, que les hacen precios especiales. La iniciativa se vio favorecida por la cesi¨®n de plantas que desarrollaban tanto la Diputaci¨®n de Valladolid como la Junta de Castilla y Le¨®n. El Ayuntamiento, gobernado por el PP y en el que Perote es concejal en la oposici¨®n por IU, y la Fundaci¨®n Caja de Burgos y Obra Social La Caixa tambi¨¦n arriman el hombro. Sin embargo, la inversi¨®n en m¨¢quinas excavadoras que deben abrir los agujeros para plantar los ¨¢rboles corresponde a Prao de Luyas. La factura de esta temporada de siembra, que comienza en noviembre y finaliza en marzo, asciende a 1.500 euros. Una cantidad considerable si se tiene en cuenta que la asociaci¨®n, creada en 2007, cuenta con medio centenar de socios que pagan 12 euros anuales de cuota.
La mayor parte de los ¨¢rboles se plantan en suelo de titularidad municipal, pero cada vez son m¨¢s los particulares que solicitan que se siembre en sus dominios, de utilidad p¨²blica. Incluso en la antigua escombrera, recientemente sellada y ubicada a 1,5 kil¨®metros del casco urbano, se han cultivado diferentes especies de ¨¢rboles. ¡°El objetivo es poner en valor esta tierra, construir zonas recreativas y atraer turismo¡±, sostiene su alcalde, Fernando Sanz (PP), que trabaja como ingeniero en Valladolid donde, reconoce, muchas personas le felicitan por la labor que desempe?an en su pueblo. No solo han conseguido recuperar el mosaico que dominaba el paisaje de Pi?el de Abajo. Seg¨²n Perote, ¡°al plantar tanta diversidad se ha potenciado la existencia de abejas. Hace ocho a?os no hab¨ªa colmenas y ahora existen 40¡±.
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