La juez del 1-O niega que ordenara parar las cargas
Armas asegura que ¡°no dio orden escrita o verbal a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado de que actuaran de forma distinta de la que resulta del auto del 27 de septiembre"
Los jueces, se dice, hablan solo a trav¨¦s de sus resoluciones, que se entienden por s¨ª mismas sin que sea precisa una explicaci¨®n a?adida. Pero a veces no basta. Y Mercedes Armas, la magistrada que orden¨® impedir el refer¨¦ndum del 1-O ¡ªen el auto judicial m¨¢s cuestionado, debatido y sometido a escrutinio del proc¨¦s¡ª ha tenido que explicarse. En una breve nota remitida al Tribunal Supremo a la que ha accedido EL PA?S, Armas niega que ordenara a la Polic¨ªa y a la Guardia Civil poner fin a las cargas policiales en los colegios electorales de Catalu?a.
Las defensas de algunos de los 12 l¨ªderes independentistas procesados sopesaron en su d¨ªa citar a la magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (TSJC) a declarar como testigo. No tanto para aclarar el sentido del auto que dict¨® el 27 de septiembre de 2017 ¡ªen el que ordenaba impedir las votaciones y cerrar centros de votaci¨®n, pero ¡°sin alterar la normal convivencia ciudadana¡±¡ª como para aclarar su actuaci¨®n antes y despu¨¦s del 1-O.
Mucho se ha hablado de Armas en el juicio. Ha salido a relucir, por ejemplo, que mantuvo una reuni¨®n ¡ªel mismo d¨ªa 27¡ª con el coordinador del dispositivo para frenar la consulta ilegal, el coronel Diego P¨¦rez de los Cobos, y con el major de los Mossos d¡¯Esquadra, Josep Llu¨ªs Trapero. Discutieron, precisamente, los t¨¦rminos del auto. Y, seg¨²n dijo Trapero en su declaraci¨®n como testigo, la juez les verbaliz¨® que deb¨ªan actuar ¡°con paciencia, contenci¨®n y garantizando en todo momento la paz social¡±.
Hacia el mediod¨ªa del 1 de octubre, con las im¨¢genes de las cargas ya en todas las televisiones, la magistrada se reuni¨® de nuevo con los mandos policiales. De nuevo seg¨²n la versi¨®n de Trapero ¡ªotros mandos no explicaron ese encuentro¡ª ni entonces ni despu¨¦s le amonest¨® Armas por la supuesta pasividad de los Mossos d¡¯Esquadra. Lo que ahora ha trascendido es que a Armas tampoco le pareci¨® mal la actuaci¨®n de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, que golpearon a los votantes en decenas de centros de votaci¨®n. O, por lo menos, no le pareci¨® suficientemente grave como para pedirles que pararan.
Los abogados pidieron, con ¨¦xito, una especie de testifical escrita de Armas para aclarar si el 1-O orden¨® a Polic¨ªa y Guardia Civil ¡°para que cesaran en su actuaci¨®n policial¡±, si esas ¨®rdenes fueron orales o escritas y a qui¨¦n las dirigi¨®. La magistrada respondi¨® el pasado 21 de febrero con apenas una frase en un documento que obra en la causa del proc¨¦s. Armas asegura que ¡°no dio orden escrita o verbal a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado de que, a partir del mediod¨ªa de dicha jornada, actuaran de forma distinta de la que resulta del auto de 27 de septiembre¡±.
Dos interpretaciones
La contestaci¨®n no solo avala, en cierta medida, la actuaci¨®n de la polic¨ªa sino que tambi¨¦n reivindica el propio auto, al sugerir que la orden de impedir el refer¨¦ndum con el uso de la fuerza policial estaba clara. Esa resoluci¨®n judicial del d¨ªa 27 ha sido objeto de un amplio debate en el juicio. La Fiscal¨ªa ¡ªy, con ella, los mandos policiales¡ª asegura que lo que cuenta es la ¡°parte dispositiva¡±, que ordenaba impedir las votaciones, cerrar los centros y requisar el material. Las defensas, sin embargo, ponen el acento en los fundamentos jur¨ªdicos, en los que se defiende la necesidad de preservar la ¡°convivencia ciudadana¡±.
El auto de Armas parece un legado envenenado. Fuentes judiciales conocedoras de la decisi¨®n, que marc¨® el devenir del refer¨¦ndum, admiten que quiz¨¢s no fue buena idea incluir esa alusi¨®n a la convivencia porque dio pie a interpretaciones: ¡°Abri¨® la puerta a pensar lo que no era¡±. Esas fuentes sostienen que la orden estaba clara y que lo que no pod¨ªa hacerse era una lectura aberrante del auto y pensar que permit¨ªa celebrar el refer¨¦ndum cuando ordenaba justo lo contrario.
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