De surcar el Misisipi a hundirse en Benalm¨¢dena
Una v¨ªa de agua por un golpe contra el muelle puede estar detr¨¢s del accidente del 'USS Willow', una embarcaci¨®n de vapor que llevaba m¨¢s de dos d¨¦cadas atracada en el puerto deportivo de la localidad
Fue construido en 1924 para surcar las aguas del Misisipi, pero ha acabado hundi¨¦ndose en el Mediterr¨¢neo casi un siglo despu¨¦s. Y lo que es peor, lo ha hecho en las aguas calmadas de Puerto Marina, en Benalm¨¢dena, donde llevaba m¨¢s de dos d¨¦cadas atracado. Un triste accidente que podr¨ªa suponer el final para el USS Willow, un bonito barco de vapor que formaba ya parte del paisaje de la Costa del Sol. Y que, ahora, toca reflotar para los que pueden ser sus dos destinos: la restauraci¨®n o el desguace.
El bote, construido seg¨²n el estilo cl¨¢sico de las aguas fluviales del sur de Estados Unidos, comenz¨® a hundirse el jueves por la ma?ana. Fuentes de la empresa propietaria creen que han sido las circunstancias meteorol¨®gicas, concretamente el viento, las que han agitado el barco. Y que, a pesar de estar lastrado para evitar su movimiento, ¡°un golpe contra el muelle o alg¨²n otro objeto bajo el agua¡± han abierto una v¨ªa de agua. En pocos minutos, la embarcaci¨®n se hund¨ªa unos cuatro metros y se posaba, escorado, sobre la arena. El agua de color verde oculta buena parte de la cubierta y otras zonas del USS Willow. El interior se puede ver en el v¨ªdeo que grabaron hace dos a?os un grupo de personas especializadas en visitar lugares abandonados.
Sus dos grandes chimeneas se ve¨ªan inclinadas desde numerosos puntos del puerto, al que muchos curiosos se acercaron para ver lo sucedido mientras se mojaban cuando enormes olas romp¨ªan contra el dique. A pesar de lo aparatoso del accidente, pudo ser peor. ¡°Dentro de los escenarios, es el mejor posible¡±, explica Manuel Jim¨¦nez, gerente de Puerto Marina. ¡°Podr¨ªa haberse tumbado y bloquear el canal. O incluso soltarse del muelle y, con sus dimensiones, se hubiese llevado por delante el resto de las embarcaciones de esa zona del puerto¡±, asegura el responsable. El barco no llevaba combustible ni tiene maquinaria, pero Capitan¨ªa Mar¨ªtima solicit¨® r¨¢pidamente al recinto portuario la instalaci¨®n de una barrera anticontaminaci¨®n de manera preventiva. Tambi¨¦n se ha restringido el acceso de personas al muelle.
Con 60 metros de eslora (largo) 20 de manga (ancho) y tras sufrir una remodelaci¨®n en Liverpool, el USS Willow lleg¨® al puerto deportivo de Benalm¨¢dena en el a?o 1996. Funcion¨® durante un a?o como cafeter¨ªa y discoteca, pero despu¨¦s dej¨® de tener uso. Ha pasado por varios propietarios desde entonces. El actual hab¨ªa presentado un proyecto para fijar la embarcaci¨®n al puerto y desarrollar una iniciativa que inclu¨ªa la puesta en marcha de eventos culturales en la planta baja, un establecimiento hotelero en sus dos primeras plantas con un total de 67 habitaciones y, finalmente, un restaurante en la parte m¨¢s alta.
¡°En total, 4.200 metros cuadrados de negocio¡±, subraya Francisco Lara, su armador. ¡°Pero llevamos dos a?os esperando la autorizaci¨®n¡±, a?ade el propietario. De hecho, desde Puerto Marina as¨ª lo confirman y explican que el permiso corresponde a la Agencia P¨²blica de Puertos de Andaluc¨ªa, dependiente del Gobierno auton¨®mico.
Mientras tanto, el USS Willow, tendr¨¢ que esperar ahora a que los buzos encuentren la v¨ªa de agua para determinar qu¨¦ ha ocurrido. Ser¨¢ el momento de reflotarlo y, a partir de ah¨ª, que la empresa determine si quiere seguir adelante con su proyecto o si merece m¨¢s la pena enviarlo al desguace. Ser¨¢ lo que determine si el accidente supone el punto y final del viejo bote o si es solo un punto y seguido.
Lee m¨¢s temas de blogs y s¨ªguenos en Twitter y Flipboard
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.