La campa?a sin campa?a de S¨¢nchez

Tezanos es el Panoramix de Pedro S¨¢nchez. Le prepara la p¨®cima de la fuerza. Lo protege en el l¨ªquido amni¨®tico de las encuestas propicias. Es el druida de c¨¢mara. El augur de una campa?a con viento de popa que el presidente del Gobierno observa desde la distancia y desde la asepsia.

No va a disputar un duelo medi¨¢tico con Casado. Su estrategia emula la actitud contemplativa del marianismo. Hace propio el lema tao¨ªsta de la pasividad creativa. La mejor manera de intervenir consiste en no intervenir. Restringir las operaciones de riesgo. Concederse a las sesiones de fervor militante.

La t¨¢ctica del plasma y de la evanescencia funciona porque el poder desgasta al que no lo tiene. Y porque ha rectificado la decisi¨®n de eludir la cuesti¨®n catalana. No se refiri¨® a ella cuando present¨® el programa, pero el patinazo de Iceta a prop¨®sito de un refer¨¦ndum dist¨®pico le ha constre?ido a variar el planteamiento el¨ªptico o amn¨¦sico.

Y se ha convertido ¨¦l mismo en garante rotundo del ¡°no es no¡±. Las antiguas veleidades con el soberanismo --el amago del relator, la mesa de partidos, el cambio de criterio de la Abogac¨ªa del Estado a prop¨®sito de la rebeli¨®n-- arriesgaban con penalizarlo, de forma que S¨¢nchez ha mutado en espa?olazo. Y ha concebido una campa?a de en¨¦rgico rechazo al chantaje soberanista, entre otras razones porque la cocina creativa del chef Tezanos sobrentiende que el l¨ªder socialista podr¨ªa conseguir la investidura sin necesidad de concederse a los partidos rupturistas.

Pedro S¨¢nchez se ha ausentado de la campa?a. Puede permit¨ªrselo porque el hundimiento de Podemos convierte al PSOE en fuerza hegem¨®nica de la izquierda y porque la novedad de Vox ha triturado a la derecha. Debe parecerle un ejercicio de justicia po¨¦tica que el PP se exponga a la misma amenaza que para ¨¦l supuso la irrupci¨®n de Podemos.

Sarc¨¢stica o parad¨®jicamente, Santiago Abascal tanto desnutre la novedad de Casado como colabora a la victoria del PSOE, aunque impresiona admitir o asimilar que las Cortes de 2019 vayan a alojar 30 o 40 diputados de la ultraderecha. Desconcierta que las amenazas a la convivencia --la xenofobia, el antifeminismo, la eurofobia, el catecismo-- adquieran incienso institucional, se normalicen en la dignidad parlamentaria.

De acuerdo con Tezanos, las elecciones van a ganarlas S¨¢nchez y Abascal, fuerzas antag¨®nicas en lejana colisi¨®n que oprimen a los dem¨¢s adversarios y que sugestionan la gran batalla del bien contra el mal. Puede tratarse de un escenario ilusorio. Y resultar¨ªa escandaloso que el CIS contribuyera a inflar el auge demosc¨®pico de la extrema derecha con el objeto de polarizar las elecciones o con el prop¨®sito de movilizar al electorado socialista en la emergencia de la gran causa.?