Seis detenidos por secuestrar con amenazas y palizas a menores marroqu¨ªes tras traerlos a Espa?a
Raptaban a los chicos de centros de C¨¢diz para trasladarlos a Almer¨ªa, donde les encerraban a la espera de que sus padres pagasen
La historia de este secuestro tiene tres escenarios, tres tiempos, pero los mismos actores. En un lado, a unos supuestos narcos reconvertidos a la trata de personas. En otro, a ni?os marroqu¨ªes deseosos de huir de su pa¨ªs. El relato arranca en un viaje pagado en patera. Recala en una falsa promesa formulada en esa plazoleta o calle frente a un centro de menores cualquiera de la provincia de C¨¢diz. Termina en un calvario de amenazas y palizas en un garaje sin ventanas de La Mojonera, un pueblo almeriense de invernaderos, donde la libertad solo llegaba previo pago de 500 euros.
De las v¨ªctimas poco se sabe, m¨¢s all¨¢ de que son algunos de los menores extranjeros no acompa?ados que han llegado a las costas de C¨¢diz entre 2017 y 2018 y para los que la tutela que la Junta de Andaluc¨ªa y la Fiscal¨ªa de Menores deben ejercer sobre ellos no fue suficiente. De los secuestradores que han participado en este rapto continuado, la polic¨ªa ha confirmado este jueves la detenci¨®n de seis individuos --tres en C¨¢diz y tres m¨¢s en Almer¨ªa-- el pasado 19 de marzo, cuando no ten¨ªan a ning¨²n joven retenido, pero la posibilidad de que volviesen a hacerlo aconsej¨® actuar ¡°para evitar males mayores¡±, seg¨²n asegura uno de los investigadores.
¡°Existe un incremento de la trata de menores. Las organizaciones que se dedicaban al tr¨¢fico de drogas se han reconvertido. Sus maneras de actuar son de personas especializadas en crimen organizado¡±, reconoce este mismo agente, cercano a una investigaci¨®n desarrollada por la Unidad Central de Redes de Inmigraci¨®n Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF) de Madrid, Algeciras, Algeciras, Almer¨ªa y Granada. Fue, precisamente, en esta ¨²ltima provincia donde la investigaci¨®n comenz¨® cuando una mujer de origen marroqu¨ª detect¨® en el verano de 2018 a tres compatriotas menores en situaci¨®n de desamparo.
Los tres j¨®venes hab¨ªan sido v¨ªctimas de una mafia de tr¨¢fico de personas que comenz¨® al otro lado del Estrecho de Gibraltar y culmin¨® tras un agresivo secuestro en Almer¨ªa. Las familias de los tres chicos hab¨ªan recurrido ¡°a un entramado criminal que de manera profesional se dedicaba con continuidad en el tiempo a captar menores en Marruecos¡±, seg¨²n explica la polic¨ªa. Una vez que consegu¨ªan que los padres pagasen un importe que sol¨ªa variar, trasladaban a los menores a T¨¢nger y, de ah¨ª, los embarcaban en una patera que llegaba a las costas de C¨¢diz.
De palabra, el acuerdo terminaba con el transporte hasta Espa?a. De facto y sin el consentimiento de las familias, se convert¨ªa en un secuestro que solo culminaba si volv¨ªan a pagar 500 euros, unos 5.000 dirhams. Ya en C¨¢diz, los miembros de la banda les localizaban nada m¨¢s desembarcar de la patera. Pero si los chicos eran interceptados por Salvamento Mar¨ªtimo o las Fuerzas de Seguridad, les buscaban y acud¨ªan a los centros de menores a los que eran trasladados para llev¨¢rselos.
¡°Les captaban diciendo que los iban a llevar a un sitio mejor. Les enga?aban vilmente¡±, explica el mismo investigador. Sin embargo, el artificio terminaba justo en el momento en el que eran conducidos a Almer¨ªa. All¨ª, en La Mojonera les encerraban en un local sin ventanas, amparados en la discreci¨®n que les proporcionaba el trasiego de jornaleros necesarios para el mar de invernaderos de pl¨¢stico que rodea al pueblo. Para amedrentar a los j¨®venes, les amenazaban con que en caso de no ser materializarse el pago, morir¨ªan o ser¨ªan empleados para el tr¨¢fico de ¨®rganos.
¡°Eran palizas constantes y amenazas de muerte¡±, asegura el agente. Y hasta que el colaborador que la mafia ten¨ªa en Marruecos no recib¨ªa el pago las vejaciones no cesaban. Para la polic¨ªa, ambas realidades demuestran el importante grado de peligrosidad y de profesionalizaci¨®n que la red hab¨ªa alcanzado en los m¨¢s de dos a?os de andadura y perfeccionados tras su tiempo dedicados al tr¨¢fico de hach¨ªs.
¡°La criminalidad ni se crea ni se destruye, se reconvierte¡±, matiza el investigador. Ese perfeccionamiento explica que la banda incluso se lanzase incluso a secuestrar a menores tra¨ªdos por otras mafias o llegados de otra forma. O que incluso contasen con un sicario que se encargase de ajustar cuentas con otras organizaciones que se atrev¨ªan a entrar en contacto con sus menores. ¡°Les trataban como paquetes de drogas para decir ¡®este es tuyo y este es m¨ªo¡±, reconoce el investigador.
El pasado 19 de marzo la polic¨ªa decidi¨® precipitar la ca¨ªda de esta mafia. Consigui¨® detener a seis personas: tres en Almer¨ªa (tres), tres m¨¢s en C¨¢diz (en la capital, La L¨ªnea de la Concepci¨®n y Jerez de la Frontera, respectivamente). De ellos, cuatro han ingresado en prisi¨®n. Adem¨¢s, los agentes han localizado material asociado a la contabilidad de los pagos que deb¨ªan realizar los familiares, dinero en efectivo y varios terminales telef¨®nicos en dos registros efectuados en El Ejido (Almer¨ªa).
Ahora, la polic¨ªa da por desarticulada esta rama de la mafia, aunque tiene claro que otras vinculadas a ella y al tr¨¢fico de personas siguen operando. El enfrentamiento, con sicarios de por medio, con otra organizaci¨®n da se?ales de ello. La presencia de cobradores o de otros grupos que ofertan en viajes en Marruecos, tambi¨¦n. ¡°La rama est¨¢ desmantelada, pero funcionan otras¡±, remacha el agente en tono de advertencia.
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