La ciencia, en el agujero negro
Los investigadores del Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias desconf¨ªan del apoyo general a la investigaci¨®n
La campa?a electoral es un monstruoso agujero negro que todo lo absorbe. Lo saben bien en los laber¨ªnticos pasillos del Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias (IAC), donde una visita del candidato Pablo Casado a comienzos de abril provoc¨® una formidable distorsi¨®n del espacio-tiempo en el horizonte de sucesos del barro pol¨ªtico. Un fen¨®meno al que no est¨¢n acostumbrados en este centro en el que m¨¢s de 400 personas se dedican a la ciencia m¨¢s puntera. A su paso, Casado gener¨® una gigantesca nebulosa con sus alusiones al terrorismo y el polvo c¨®smico lo inund¨® todo cuando unos estudiantes le regalaron un m¨¢ster, un gesto viral que oblig¨® al Instituto a desmarcarse.
En ese contexto inc¨®modo para la instituci¨®n, EL PA?S habla con cuatro trabajadores del centro, que no son muy optimistas con el desarrollo de la campa?a ni de la legislatura. "La perspectiva no es alentadora", dice Sara Rodr¨ªguez, estudiante de doctorado. "Lo que se est¨¢ viendo en la campa?a es bastante preocupante", confirma Jonay Gonz¨¢lez, investigador con m¨¢s de una docena de a?os en el centro. Dora Viera, ingeniera con casi tres d¨¦cadas de desarrollos t¨¦cnicos en el IAC, profundiza un poco m¨¢s en las causas, que vienen de la crisis: "Todav¨ªa persiste la situaci¨®n de miedo, de incertidumbre, de que el suelo se est¨¢ moviendo bajo mis pies y no s¨¦ qu¨¦ hacer. Es un caldo de cultivo para que salgan discursos muy polarizados y muy extremos".
"Siempre que hay problemas en un pa¨ªs, surge la extrema derecha. Pero se ha favorecido desde los medios: manejan en esto y en todo¡±, denuncia Rodr¨ªguez. El investigador H¨¦ctor Vives tambi¨¦n critica a los medios, que a su entender han difundido las ideas de los extremistas "como con Trump, porque da clics [visitas a las webs] hablar de ellos, ya sea a favor o en contra". Mientras Gonz¨¢lez apuesta por la educaci¨®n del p¨²blico a trav¨¦s de medios p¨²blicos de calidad como los que disfrut¨® en sus cuatro a?os en Francia, Viera culpa a la televisi¨®n espa?ola del clima de enfrentamiento. "Cuando yo era peque?a todos nos sent¨¢bamos a ver Cosmos, Cousteau, F¨¦lix Rodr¨ªguez de la Fuente... Quiz¨¢ esos programas hacen que la gente no est¨¢ tan polarizada: esa sensaci¨®n de que tenemos que ser blancos o negros. A veces me pongo a ver los programas de televisi¨®n y acabo atacada de los nervios porque provocan esa sensaci¨®n de tensi¨®n", asegura la ingeniera, antes de ense?ar un nuevo aparato que ha desarrollado, m¨¢s completo y barato que el que contrataba el IAC en el extranjero.
"La sociedad est¨¢ m¨¢s dividida: hay m¨¢s gente conservadora que quiere que las cosas sean como han sido y luego hay gente que quiere cambiar las cosas. Y cuando se enfrentan en puntos muy medi¨¢ticos, surgen los extremos", resume Sara Rodr¨ªguez. Viera va m¨¢s all¨¢: "No sabemos transmitir valores como sociedad y por eso cogen valores de otro tiempo, del pasado, o de otro lugar. Sientes que te viene un tsunami y est¨¢s ah¨ª con una sillita en la playa". "Es evidente que en Espa?a hay una parte del pasado que no est¨¢ conciliada. Tenemos un problema de base", responde Rodr¨ªguez, en referencia a la memoria hist¨®rica. "Deber¨ªamos hacer como en Alemania: educar y hablar de ello para que no se repita", reclama Gonz¨¢lez.
Avance de la mujer
Viera piensa en sus hijas, que planean irse al extranjero ("me dicen que en Trondheim, Noruega, no hay luz, pero hay trabajo"), y en lo mucho que ha avanzado la mujer en su campo en Espa?a. Antes, cuando cog¨ªa el tel¨¦fono en el despacho que comparte con un colega pensaban que era su secretaria. Ahora, sus compa?eros europeos no dan cr¨¦dito al descubrir su equipo de cinco mujeres en el experimento Quijote: "Llegaron 15 franceses, todo hombres, y cuando nos vieron trabajar nos sacaban fotos; era asombroso para ellos". El tema de los derechos de las mujeres y sus problemas para prosperar en la ciencia es al que m¨¢s tiempo dedican, pero sin discrepar: "El feminismo, como la ciencia, deber¨ªa estar por encima del debate pol¨ªtico", apunta Rodr¨ªguez.
"A m¨ª se me acaba el contrato en junio", bromea el investigador H¨¦ctor Vives sobre lo que espera de los pr¨®ximos cuatro a?os de legislatura. Pero en realidad habla en serio sobre la importancia de los plazos, al denunciar el "cortoplacismo" de la pol¨ªtica cuando mira a la ciencia. "La financiaci¨®n tiene que ser fluida y estable, por eso se tiene que independizar al m¨¢ximo posible de qui¨¦n est¨¦ en el Gobierno", defiende Rodr¨ªguez.
Los cuatro coinciden en que es bueno el consenso en torno al I+D que ya han manifestado los grupos del Congreso (llegar al 2% de inversi¨®n en PIB), pero desconf¨ªan. "Muchas veces lo que dicen para apoyar a la ciencia suena a eslogan pol¨ªtico, a frase s¨²per amable que te viene en un sobre de az¨²car. No acabas de cre¨¦rtelo", critica Viera. "No puede haber un debate de color pol¨ªtico aqu¨ª: la ciencia es necesaria para todos", zanja Gonz¨¢lez.
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