Atresmedia insiste en que realizar¨¢ su debate y mantiene la invitaci¨®n a S¨¢nchez
El grupo confirma la presencia de Iglesias, Casado y Rivera en el encuentro previsto para el 23 de abril
Atresmedia insiste en que su debate electoral, previsto para el pr¨®ximo martes 23, se celebrar¨¢ de todas formas pese a que la Junta Electoral le haya prohibido invitar a Vox y esto haya provocado la deserci¨®n de Pedro S¨¢nchez, quien ha preferido apuntarse al debate de TVE cuya fecha todav¨ªa no se ha confirmado. El d¨ªa de emisi¨®n es ahora un componente clave en la partida de ajedrez que el grupo privado est¨¢ librando contra la cadena p¨²blica. TVE todav¨ªa podr¨ªa anunciar que su debate se emite el d¨ªa 23, el mismo que el de Atresmedia, dejando a la casa de Antena 3 con poco m¨¢s que la buena disposici¨®n de los tres candidatos que esta ma?ana han confirmado asistencia a su encuentro?reformulado, es decir, Pablo Iglesias, Pablo Casado y Albert Rivera.
Es una situaci¨®n que un d¨ªa antes habr¨ªa sido impensable. Pero el martes por la tarde, el comunicado de la Junta Electoral, en el que prohib¨ªa el debate de mayor sustancia en la campa?a, cay¨® como un meteorito en la sede del grupo. La empresa propietaria de Antena 3 y La Sexta estaba ya en las ¨²ltimas fases de organizaci¨®n y promoci¨®n de lo que iba a ser su gran golpe de efecto en la campa?a, el encuentro de candidatos m¨¢s trascendente antes de las urnas. TVE planeaba su propio debate, pero este ser¨ªa el ¨²nico que enfrentar¨ªa al candidato que m¨¢s tiene que perder, S¨¢nchez, con el que peor se podr¨ªa defender, Santiago Abascal.
Ya esa tarde de martes, sin Vox en el escenario, tal y como ped¨ªa la Junta, la cadena empez¨® a resignarse a lo peor: que S¨¢nchez tambi¨¦n se desmarcase y se decantase por la televisi¨®n p¨²blica. Cuando eso ocurri¨®, a primera hora del mi¨¦rcoles, la maquinaria de la casa, curtida en tratar con pol¨ªticos y limar debates, estaba ya en plena efervescencia. Hab¨ªa mucho en juego y todav¨ªa m¨¢s que salvar.
Por ejemplo, salvar el trabajo ya realizado y el dinero ya invertido. El debate estaba pedido desde el mismo 15 de febrero que S¨¢nchez convoc¨® elecciones generales. Siguieron horas de llamadas y negociaciones con los partidos para definir tramos, ritmo y formato. Todo estaba alineado ya cuando el presidente confirm¨®?el pasado jueves 11 su participaci¨®n, y desde entonces Atresmedia hab¨ªa estado entregada para construir desesperadamente?un plat¨® que sirviera tanto para la celebraci¨®n del debate como para la exhibici¨®n de m¨²sculo t¨¦cnico. La casa hab¨ªa invertido su imagen en promocionar el debate m¨¢s concurrido de nuestra democracia. Docenas de periodistas hab¨ªan dedicado horas y horas a preparar el programa. Echar todo esto a perder equivaldr¨ªa a un fracaso.
Y no solo de inversi¨®n, tambi¨¦n de imagen. Entre las cantidades invertidas en los informativos de Antena 3 y los despliegues de La Sexta, Atresmedia se considera un referente informativo en la televisi¨®n espa?ola, a a?os luz de la competencia, y los debates son la especialidad de la casa. Hab¨ªan emitido el primer debate televisado de la democracia, el de Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar de 1993, antes de que la Academia de la Televisi¨®n asumiese durante a?os la organizaci¨®n de futuros debates. Aqu¨ª tambi¨¦n se organiz¨® el primer debate a cuatro bandas de unas elecciones generales, el de diciembre de 2015 con PSOE, PP, Podemos y Ciudadanos (en aquella ocasi¨®n TVE emiti¨® un cara a cara con S¨¢nchez y Rajoy).
Este mi¨¦rcoles, la casa amaneci¨® en el epicentro de la campa?a electoral. En los partidos se empezaba a dar por hecho que su debate quedar¨ªa suspenso. TVE ya estaba anunciando extraoficialmente,?en los corrillos, que su debate se celebrar¨ªa el 23. Entonces salieron con el nuevo anuncio: el debate segu¨ªa adelante con la presencia confirmada de Pablo Casado, Pablo Iglesias y Albert Rivera, con la invitaci¨®n abierta a Pedro S¨¢nchez. Era la opci¨®n impensable 24 horas antes: intercambiar posiciones con TVE y asumir que llevaban ellos el debate sin S¨¢nchez ni Vox. Era tambi¨¦n, dado el d¨ªa de infarto en la casa, el mal menor.
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