?A qui¨¦n votan los cristianos?

La fe mueve monta?as, pero no elecciones. El factor cristiano (el voto cat¨®lico) es intrascendente ante las pr¨®ximas elecciones pese a que los obispos presumen de que, cada domingo, acuden a sus misas ocho millones de personas, y muchos candidatos se dicen devotos de esa confesi¨®n y participan estos d¨ªas en procesiones vestidos de nazarenos. ?Hacen caso a las orientaciones de sus pastores? Rara vez. Mejor dicho, obedecen a sus jerarqu¨ªas cuando les conviene. Es lo que los soci¨®logos llaman "religi¨®n a la carta". Antes que por la fe, los votantes cat¨®licos dicen decidir ante las urnas por las propuestas econ¨®micas de los partidos (el 74,8%), las pol¨ªticas sociales (59%), la unidad de Espa?a (56,8%) o las pol¨ªticas sobre la familia (55,7%).

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Parecer¨ªa que se trata de asuntos en los que los partidos de derechas insisten m¨¢s que los de izquierdas. Las ¨²ltimas encuestas lo desmienten. La realizada la semana pasada por NC Report para el semanario Vida Nueva, de la Compa?¨ªa de Mar¨ªa (los marianistas), indica que el mayor porcentaje de voto cat¨®lico va a parar al PSOE, con un 30,5%, frente al 30,3% del PP. El l¨ªder de Vox, Santiago Abascal, lanz¨® su campa?a ante la estatua de Don Pelayo en Covadonga e hizo una ofrenda ante la Santina, pero apenas concita uno de cada diez votos cat¨®licos. Ciudadanos alcanzar¨ªa el 17,6%, y Unidas Podemos, un 5,6%.

La encuesta de NC Report ratifica la pluralidad del voto cat¨®lico. Ning¨²n partido obtiene la mayor¨ªa absoluta, pero con matices en los posibles pactos. "Si solo se contara con el electorado creyente, una hipot¨¦tica suma de los esca?os entre PP, Ciudadanos y VOX permitir¨ªa formar la ¨²nica coalici¨®n posible para un gobierno estable. La alianza PSOE-Unidas Podemos obtendr¨ªa el 36,1% de los sufragios", subraya el director del semanario, Jos¨¦ Beltr¨¢n Aragoneses.

Gran parte de los electores (el 72%) afirma sentirse "poco o nada influido" por las orientaciones de los obispos

?C¨®mo interpretar estos datos? El cardenal Vicente Enrique y Taranc¨®n, art¨ªfice de la transici¨®n de la Iglesia cat¨®lica hacia la democracia despu¨¦s de un largo abrazo con la dictadura franquista, dijo entenderse mejor con la izquierda que lideraban Felipe Gonz¨¢lez y Santiago Carrillo, que con la derecha de Fraga Iribarne o los democristianos de ?scar Alzaga. De hecho, se neg¨® en redondo a avalar la creaci¨®n de un partido cat¨®lico. "Taranc¨®n al pared¨®n", dec¨ªa una famosa pancarta, en un tiempo en que floreci¨® el anticlericalismo de derechas. Ning¨²n pa¨ªs ten¨ªa entonces tantos curas en la c¨¢rcel.

Sea como fuere, el PSOE es el partido preferido de los cat¨®licos, a muy escasa distancia del PP. Parece coherente. Han sido los Gobiernos del PSOE quienes han consolidado, con su car¨¢cter laico y por el mero hecho de mantenerlos, los incontables privilegios que la jerarqu¨ªa de la Iglesia romana hered¨® del franquismo, ratificados por el Ejecutivo de Adolfo Su¨¢rez por impulso de su ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, dirigente de la Asociaci¨®n Cat¨®lica de Propagandistas (ACdP) y m¨¢s papista que el Papa.

Ni Su¨¢rez (UCD), ni Gonz¨¢lez (PSOE) ni Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar (PP) accedieron a liberar a los obispos de su obligaci¨®n de llegar un d¨ªa a autofinanciarse para los salarios de curas y prelados, sin el socorro de las arcas del Estado. S¨ª lo hizo en 2006 el Ejecutivo de Rodr¨ªguez Zapatero, que elev¨® un 37% la cuota del IRPF que los cat¨®licos pueden asignar a su confesi¨®n sin poner nada de su bolsillo. Adem¨¢s, declar¨® como definitiva esa dote estatal, cancelando la exigencia de autofinanciaci¨®n. Solo por ese concepto, Hacienda ingresa este a?o 267,83 millones en una cuenta de la Conferencia Episcopal. Hasta 2006, esa dotaci¨®n estatal (ahora bautizada como asignaci¨®n) nunca sobrepas¨® los 150 millones.

Taranc¨®n, art¨ªfice de la transici¨®n de la Iglesia cat¨®lica, dijo entenderse mejor con la izquierda que lideraba Felipe Gonz¨¢lez que con la derecha de Fraga

Hay otros motivos del desafecto de los cat¨®licos hacia sus jerarqu¨ªas. En primer lugar, emerge la figura del pont¨ªfice Francisco, que se ha proclamado de izquierdas. Su modelo de iglesia misericordiosa, dialogante y pobre al servicio de los pobres (que "huela a oveja", es su consigna) contrasta con las parafernalias de los obispos, preocupados por el poder, desprestigiados, casi siempre en el no, que llevan d¨¦cadas inmatriculando (registrando a nombre de sus di¨®cesis) decenas de miles de propiedades del pueblo o de particulares, y que no han sabido o querido atajar los abusos a menores por eclesi¨¢sticos de toda graduaci¨®n. Entre sus m¨¢s cr¨ªticos destacan organizaciones cat¨®licas como Redes Cristianas, Somos Iglesia, el Foro de Curas, la Asociaci¨®n de Te¨®logos y Te¨®logas Juan XXIII e incontables parroquias populares.

En contra de su costumbre, la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE) no ha emitido orientaci¨®n alguna a sus fieles ante las pr¨®ximas elecciones. Desde su fundaci¨®n, hace algo m¨¢s de 50 a?os, es la segunda vez que ocurre. Jos¨¦ Francisco Serrano Oceja, de ACdP y durante muchos a?os decano de la facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicaci¨®n en la Universidad CEU San Pablo en Madrid, tiene "una hip¨®tesis". "El cambio se atribuye a que Roma pidi¨® que se redujera la intensidad de la exposici¨®n p¨²blica de la Iglesia en temas pol¨ªticos y se reorientaran las tem¨¢ticas prioritarias del pontificado de Francisco. Ven¨ªamos de la ¨¦poca de Zapatero, cuando la Iglesia fue la real oposici¨®n p¨²blica a aquel Gobierno.

Pero la no intervenci¨®n conlleva el riesgo de una p¨¦rdida de presencia en la opini¨®n p¨²blica y una merma en la capacidad de interlocuci¨®n". Uno de los efectos de aquellas revueltas del episcopado y de determinados grupos cristianos frente a las pol¨ªticas de Zapatero (divorcio expr¨¦s, matrimonio entre personas del mismo sexo, asignatura de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, etc.), ha sido que muchos cat¨®licos le han cogido gusto a la pol¨ªtica. El soci¨®logo Javier Elzo escribi¨® sobre el tema todo un libro, con el t¨ªtulo 'Los cristianos, ?en la sacrist¨ªa o tras la pancarta?' "No se entender¨ªan fen¨®menos como Vox, la llegada de Casado o el intento frustrado de giro ideol¨®gico del PP, sin esa herencia de cat¨®licos que han decidido meterse en pol¨ªtica", subraya Serrano Oceja.

Sin embargo, los apoyos de los grandes movimientos del catolicismo moderno, muy conservadores, se reparten desigualmente en las candidaturas. El Opus Dei ha desembarcado en Vox con al menos 40 candidatos, y tambi¨¦n el Camino Neocatecumenal (Kikos), sobre todo en Andaluc¨ªa; Comuni¨®n y Liberaci¨®n tiene varios en el PP, y la influyente ACdP se reparte entre Ciudadanos (un candidato) y Vox, con cuatro, sin presencia en el PP. No hay datos de los Legionarios de Cristo; tampoco de candidatos de esos movimientos en el PSOE y Unidas Podemos.

Sin carta pastoral institucional, habitualmente comedidas, las opiniones individuales suelen ser tremendistas en boca de los prelados m¨¢s conservadores: "Quieren expulsar a Dios de las escuelas", "resurge el anticlericalismo", "ning¨²n partido merece el voto cat¨®lico por no suprimir las leyes de divorcio, de aborto y de matrimonio entre personas del mismo sexo". Un llamado Plan Pastoral para 2016-2020, emitido por la CEE en 2015 con el t¨ªtulo?Iglesia en misi¨®n al servicio de nuestro pueblo, hab¨ªa adelantado ese pesimismo. Despu¨¦s de subrayar "la poca valoraci¨®n social de la religi¨®n" y de lamentar "el laicismo beligerantemente antirreligioso" de la sociedad, a?ad¨ªa: "No pocos cristianos se van apartando de las ense?anzas de la Iglesia. La doctrina cat¨®lica no es tenida en cuenta por ellos como un referente social para las leyes ni para las costumbres de la gente. En la esfera de lo p¨²blico apenas nadie se atreve a hacer una referencia cristiana o simplemente religiosa".

Pero el problema no es c¨®mo se distribuye el voto cat¨®lico, "sino si los cat¨®licos se acuerdan de que lo son a la hora de votar y de afrontar las injusticias en nuestro tiempo", sostiene Serrano Oceja. Acaba de publicar A la caza del voto cat¨®lico (Freshbook. Marzo 2019), con la idea de que existen "ocho millones de votos en el aire". Como Serrano, son muchos los expertos que han estudiado las consecuencias electorales de la galopante secularizaci¨®n de la sociedad, entre otros Juan Jos¨¦ Tamayo, Juan Mar¨ªa Laboa, Jos¨¦ Ignacio Urquijo, Alfonso P¨¦rez Argote y Tom¨¢s Calvo Buezas. Despu¨¦s de analizar la evoluci¨®n de las creencias religiosas a partir del Concilio Vaticano II y el Mayo de 1968, coinciden en que la decisi¨®n del cardenal Taranc¨®n de negarse a apoyar un partido dem¨®crata cristiano, como le solicitaban Joaqu¨ªn Ruiz Gim¨¦nez y Jos¨¦ Mar¨ªa Gil Robles, tuvo muchas consecuencias. La m¨¢s llamativa la sufri¨® el propio cardenal. El centenario de su nacimiento fue clamorosamente ignorado por la CEE como castigo a aquella decisi¨®n.