?Cu¨¢ntas Espa?as caben en un debate?
Si algo une a ese 26% de personas que todav¨ªa no ha decidido su voto es que no logran identificarse con los modelos presentados en campa?a
Cualquier debate encierra una peque?a ficci¨®n necesaria: aquella seg¨²n la cual todos los intereses, deseos, pasiones y odios de los votantes se pueden resumir en un pu?ado de proyectos para Espa?a que se presentan de manera inevitablemente simplificada. Pero si algo une a ese 26% de personas que todav¨ªa no ha decidido su voto es, precisamente, que no logran identificarse con los modelos presentados en campa?a. Hasta ahora el contorno de estos proyectos ha sido marcadamente dicot¨®mico: rojo contra azul. Una l¨®gica que beneficia a las cabezas visibles de cada bloque, Pedro S¨¢nchez y Pablo Casado. En esencia, el debate de anoche confirm¨® esta polarizaci¨®n, pero tambi¨¦n permiti¨® entrever alguna que otra grieta de distintos tonos que podr¨ªa da?ar a las grandes estructuras.
A S¨¢nchez la idea de que ¨¦l (y solo ¨¦l) representa la opci¨®n virtuosa frente a ¡°las derechas de Col¨®n¡± le ha llevado lejos en las encuestas, pero tal vez se est¨¢ empezando a agotar: su fuente principal, la fuga de Unidas Podemos, lleva unos d¨ªas remitiendo. Para apuntalar esta peque?a crecida de ¨²ltima hora, este lunes Pablo Iglesias le clav¨® el peque?o pero certero pu?al dial¨¦ctico que su campa?a llevaba d¨ªas afilando. Al interpelar al presidente sobre la posibilidad de un pacto con Ciudadanos, lo que Iglesias le quer¨ªa transmitir al electorado de izquierdas era: solo UP te asegura el modelo de pa¨ªs que quieres; en S¨¢nchez no se puede confiar. El candidato morado son¨® poco cre¨ªble cuando repasaba una Constituci¨®n de la que lee algunos art¨ªculos (los de contenido social) y se olvida de otros, pero es probable que este martes mantenga ese marcaje ideol¨®gico hasta que cale entre quienes a¨²n dudan si es buena idea pasarse al rojo. No es una gran bolsa (un 12% de los indecisos seg¨²n el CIS), pero suficientes para las aspiraciones actuales de UP: detener la ca¨ªda.
Pablo Casado reprodujo la misma estrategia de S¨¢nchez desde el otro lado del espejo, buscando a otro p¨²blico: esos cuatro de cada diez individuos de derechas que, seg¨²n el CIS de marzo, segu¨ªa sin saber a qui¨¦n escoger. Emple¨® para ello, eso s¨ª, un tono algo m¨¢s volcado hacia la estabilidad que el que ha mostrado hasta ahora. El contraste con un Rivera m¨¢s agresivo no deja ganador claro. Casado cedi¨® puntos en el eje viejo-nuevo, que a¨²n le puede garantizar un cierto flujo a Cs de votantes j¨®venes (los m¨¢s indecisos, por cierto) dentro del espacio ideol¨®gico en el que se ha encerrado. Pero Rivera arriesg¨® con una l¨ªnea m¨¢s definida que se permit¨ªa resaltar de cuando en cuando la posibilidad de un tercer modelo para Espa?a: no equidistante entre izquierda y derecha sino definitivamente m¨¢s cercano a la segunda, pero s¨ª al menos de un liberalismo alternativo. En ocasiones son¨® artificioso por efectista, pero en otras aparec¨ªa como la verdadera oposici¨®n.
En definitiva, anoche PSOE y PP se dedicaron a defender el fuerte consolidando la idea de las dos Espa?as, confi¨¢ndose al voto ¨²til. Sin duda consolidaron apoyos con esta estrategia, pero es poco probable que lograsen a?adir muchos n¨²meros a su n¨®mina. Y aunque en durante mayor parte del tiempo UP y Cs sirvieron m¨¢s bien de comparsas de sus primos ideol¨®gicos mayores, en ciertos momentos se atrevieron a plantar cara, explorando los matices crom¨¢ticos que van m¨¢s all¨¢ del rojo y el azul.
Si las dos formaciones ¡°nuevas¡± quieren aprovechar el debate de esta noche y la recta final de campa?a, har¨ªan bien en hacer valer ese calificativo que ya les empieza a quedar fuera de lugar. Al fin y al cabo, el CIS identifica claramente que los mayores graneros de indecisos est¨¢n entre los centristas y los no ideol¨®gicamente alineados. Estas son precisamente las personas que buscan algo de novedad fuera del rojo y el azul. Naranjas y morados deber¨ªan construir sobre las t¨ªmidas innovaciones estrat¨¦gicas vistas en el Estudio 1 de TVE para cambiarle el paso a los que van en cabeza. Si no lo hacen, a S¨¢nchez y a Casado les bastar¨¢ con mantener la posici¨®n. La inercia del voto ¨²til y la polarizaci¨®n har¨¢n el resto para, si no ganar, al menos no perder. Ni esta noche bajo los focos, ni el pr¨®ximo domingo dentro de las urnas.
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