Un mando de los Mossos sobre el 20-S: ¡°Jordi S¨¤nchez exigi¨® que nos larg¨¢ramos¡±
El responsable de orden p¨²blico de la polic¨ªa catalana ha aportado una versi¨®n intermedia plagada de detalles desconocidos de la concentraci¨®n ante la 'Conseller¨ªa' de Econom¨ªa
En las 38 sesiones del juicio del proc¨¦s celebradas hasta este lunes se hab¨ªan escuchado muchos relatos sobre la concentraci¨®n ciudadana ante la Consejer¨ªa de Econom¨ªa del 20 de septiembre de 2017, y de todos ellos se extra¨ªan dos versiones, contradictorias entre s¨ª: seg¨²n la primera, la mantenida por los l¨ªderes independentistas y los mandos de los Mossos, la manifestaci¨®n siempre estuvo bajo control, los ciudadanos se comportaron de forma pac¨ªfica y los l¨ªderes de la ANC y ?mnium, Jordi S¨¤nchez y Jordi Cuixart, colaboraron en todo momento con las fuerzas de seguridad; en la segunda, defendida por los agentes y mandos de la Guardia Civil y la secretaria judicial, los concentrados intentaron ¡°asaltar¡± el edificio ante la mirada pasiva de los Mossos. Este lunes el responsable de las brigadas de orden p¨²blico de la polic¨ªa auton¨®mica ha aportado una versi¨®n intermedia plagada de detalles hasta ahora desconocidos. Entre otros, que S¨¤nchez exigi¨® a los antidisturbios que se fueran y que estos tuvieron que abortar un intento de acercamiento a la Conseller¨ªa porque el cord¨®n de voluntarios de ANC empez¨® a ceder. ¡°Hab¨ªa riesgo de avalancha¡±, explic¨® el agente.
El mosso identificado con el n¨²mero 5422 ¡ªque cuando ocurrieron los hechos era inspector y ha ascendido a intendente¡ª ha testificado a petici¨®n de la defensa del exconsejero de Interior Joaquim Forn. Su declaraci¨®n ha podido favorecer los intereses de Forn porque el agente ha asumido en exclusiva la responsabilidad de la intervenci¨®n de orden p¨²blico de los Mossos aquel d¨ªa y ha rechazado cualquier injerencia pol¨ªtica. Pero sus explicaciones han servido tambi¨¦n para poner sobre la mesa una versi¨®n menos amable del 20-S de la que han defendido hasta ahora los l¨ªderes independentistas. La peor parte se la ha llevado Jordi S¨¤nchez, a quien el testigo ha acusado de exigirle que retirara las unidades de orden p¨²blico de los Mossos (conocidas como Brimos) con una actitud ¡°altiva¡± y amenazante.
La primera impresi¨®n que se llev¨® el inspector cuando, sobre las 18.30 de la tarde lleg¨® a Econom¨ªa, dista mucho de la descrita por los l¨ªderes independentistas. El objetivo de los Mossos era hacer un cord¨®n a trav¨¦s de los manifestantes para llegar hasta el edificio y, una vez all¨ª, formar ¡°una c¨¢psula de seguridad¡± para sacar a la comitiva judicial que estaba registrando el edificio. La polic¨ªa auton¨®mica intent¨® pasar por el pasillo que hab¨ªan formado voluntarios de ANC y ?mnium, pero fue ¡°imposible¡±. ¡°En el momento en que accedo al cord¨®n compruebo un rechazo muy grande de la gente que estaba all¨ª, nos abuchean, los voluntarios desaparecen porque la presi¨®n de los manifestantes hace que el cord¨®n ceda. En un determinado momento, una botella impacta en uno de los agentes y di orden de volvernos atr¨¢s¡±, ha contado el intendente.
El intendente ha admitido el fracaso de la operaci¨®n, pero se ha amparado en su dificultad. ¡°Ni aunque viniera el S¨¦ptimo de Caballer¨ªa habr¨ªamos atravesado la concentraci¨®n y entrado en la Conseller¨ªa¡±, ha resumido. ¡°Es como si en un concierto has llegado el ¨²ltimo y te dicen que tienes que llegar al primero. ?C¨®mo lo haces sin causar una avalancha?¡±. ¡°Asumo lo que se hizo porque a mi disposici¨®n se pusieron todos los efectivos de Brimo. No se me orden¨® nada ni c¨®mo hacerlo. Se me orden¨® qu¨¦ tenia que hacer, pero el c¨®mo era cosa m¨ªa¡±, ha admitido.
Pese a la autocr¨ªtica, el agente ha lamentado tambi¨¦n las ¡°¨®rdenes confusas¡± que recibi¨® por parte de sus jefes y de los agentes de escolta que estaban dentro del edificio. ¡°Primero me dicen que solo tengo que sacar a letrada de la Administraci¨®n de Justicia; luego, que a 10 guardias civiles; m¨¢s tarde, que a 15. Y ya el absurdo es que me dicen que tambi¨¦n tengo que meter en la c¨¢psula a un perro que est¨¢ participando en el registro¡±.
Tras abortar el primer intento de acercamiento a la Consejer¨ªa, sobre las 21.15 el inspector vuelve a recibir de sus superiores la orden de llegar hasta el edificio. Seg¨²n su versi¨®n, intent¨® persuadir a los jefes de que no era buena idea, pero ante la insistencia de aquellos, se puso manos a la obra. La situaci¨®n que se provoc¨® fue justo tan ¡°mala¡± como se tem¨ªa, ha contado. ¡°Nos insultaban, nos abucheaban y lleg¨® un momento en que no pod¨ªamos avanzar, quedamos colapsados por la cantidad de personas. No pod¨ªamos usar la defensa reglamentaria (la porra) porque no hab¨ªa espacio f¨ªsico y, adem¨¢s, hab¨ªa un grupo que s¨ª daba empujones, pero el resto estaba quieto, imped¨ªan que nos movi¨¦ramos pero no pod¨ªamos usar la defensa. Habr¨ªamos provocado un riesgo de avalancha. Pod¨ªa haber estado justificado usar la defensa, pero pod¨ªa provocar un mal mayor, un alud de personas¡±, ha explicado el agente.
Tras este nuevo fracaso, aparecieron en escena S¨¤nchez, Cuixart y Llu¨ªs Llach, que supuestamente estaban buscando la forma de desconvocar la concentraci¨®n. Frente a la actitud ¡°dialogante y apaciguadora¡± del presidente de ?mnium, el testigo ha calificado de ¡°altiva, prepotente y complicada¡± la actitud del entonces presidente de la ANC. ¡°Me exigi¨® que retirara a la brigada m¨®vil, que eso no era lo que hab¨ªamos acordado, que nos larg¨¢ramos. Le dije que no. Sac¨® un tel¨¦fono m¨®vil y me dijo que iba a llamar al conseller o al president y me iba a tener que ir. Hizo una llamada, no s¨¦ a qui¨¦n, pero le escuch¨¦ decir: Trapero [el major de los Mossos] est¨¢ loco, ha perdido el conocimiento, hay que sacar a la Brimo de aqu¨ª¡±.
Tras este primer encuentro con S¨¤nchez, el agente tuvo un segundo en el que not¨® un cambio radical de actitud del l¨ªder de la ANC. ¡°Ya no hay altaner¨ªa, es mucho m¨¢s correcto¡±, afirma. ¡°Me ofreci¨® ayuda, colaboraci¨®n. Hasta tal punto de que le ped¨ª el [n¨²mero de] m¨®vil y m¨¢s tarde lo us¨¦¡±.
La situaci¨®n que llev¨® al agente a llamar a S¨¤nchez para pedirle ayuda es un episodio por el que otros testigos hab¨ªan pasado de puntillas pero que muestra la complejidad del momento: dos mossos de paisano integrantes de los equipos de mediaci¨®n atravesaron el pasillo de voluntarios de la ANC, los concentrados les confundieron con guardias civiles de la comitiva judicial y fueron atacados por ¡°una lluvia de objetos¡±. ¡°Llam¨¦ a S¨¤nchez para que viniera a ayudar, a calmar los ¨¢nimos, pero no aparec¨ªa y yo mismo cog¨ª un meg¨¢fono y ped¨ª a la gente que parara, que aquellos eran mossos, no guardias civiles¡±, explic¨®.
Algunas de las afirmaciones del jefe de las Brimos fueron matizadas por un subinspector que se encarg¨® de la unidad hasta que lleg¨® su superior: la actitud de los concentrados no era ¡°violenta¡±, sino ¡°de indignaci¨®n¡± y, al menos durante la ma?ana, no se rodujo ninguna agresi¨®n a los Mossos.
La declaraci¨®n que m¨¢s se esperaba del d¨ªa, la del exalcalde Barcelona Xavier Tr¨ªas, qued¨® en casi nada. Con el pol¨ªtico del PDeCAT volvi¨® una de las dos versiones antag¨®nicas del 20-S: fue una ¡°reivindicaci¨®n nacional y festiva¡±.
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