?Qu¨¦ nacionalidades pueden votar (y ser votadas) en las elecciones municipales del 26M?

Dina Bousselham, asesora de Pablo Iglesias y n¨²mero siete en las listas de Podemos a la Comunidad de Madrid, no podr¨¢ presentarse en las pr¨®ximas elecciones y tampoco tendr¨¢ la oportunidad de apoyar a su propio partido con su voto. Aunque lleve m¨¢s de 10 a?os en Espa?a, es marroqu¨ª, y este pa¨ªs no tiene firmado ning¨²n convenio con Espa?a que permita el sufragio pasivo o activo a los m¨¢s de 800.000 compatriotas instalados en toda la geograf¨ªa espa?ola. Tampoco pueden elegir a su alcalde los casi 138.000 venezolanos, los m¨¢s de 90.000 brasile?os o los 77.000 argentinos residentes en Espa?a, aunque si pueden hacerlo los oriundos de pa¨ªses a priori tan lejanos como Corea del Sur, Nueva Zelanda o Trinidad y Tobago. El motivo: el principio de reciprocidad del art¨ªculo 13.2 de la Constituci¨®n, que solo permite?reconocer el derecho a voto a inmigrantes comunitarios o a aquellos ciudadanos cuyos pa¨ªses permitan tambi¨¦n hacerlo a espa?oles. En total, cerca de 470.000 extranjeros podr¨¢n votar en las municipales ¡ªcasi la mitad, rumanos y brit¨¢nicos¡ª una cifra muy alejada de los m¨¢s de 5 millones de inmigrantes que viven en Espa?a.

Mientras que en las elecciones generales solo pueden votar aquellas personas que tienen la nacionalidad espa?ola, en las municipales el censo electoral se abre a los miembros de la UE y a los nacionales de los doce pa¨ªses con los que Espa?a tiene un tratado bilateral de sufragio:?Bolivia, Cabo Verde, Chile, Colombia, Corea, Ecuador, Islandia, Trinidad y Tobago, Noruega, Nueva Zelanda, Paraguay y Per¨². Esta lista no depende de criterios geogr¨¢ficos o de afinidad cultural, sino de que se cumplan unos requisitos: el sistema electoral municipal del pa¨ªs en cuesti¨®n debe ser libre y con garant¨ªas y el tratado de reciprocidad debe ser ratificado por el Parlamento de ambos estados.

En este sentido, es importante que la competencia electoral sea estatal: por ejemplo, en Argentina, esta ¨¢rea es responsabilidad de cada estado, lo que frena un posible acuerdo al tener que buscar convenios individualmente con cada entidad subnacional en vez de con el gobierno argentino. En todo caso, debe haber una voluntad pol¨ªtica para lanzar el proceso de reciprocidad. Aunque el art¨ªculo constitucional fue redactado en 1978, hasta 2006 no se empez¨® a llegar a acuerdos con otros pa¨ªses. Ese a?o, el entonces presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero llevaba la extensi¨®n del voto entre los inmigrantes como una promesa de campa?a.

Adem¨¢s, los inmigrantes procedentes de pa¨ªses que sufren dictaduras o que carecen de un sistema democr¨¢tico completamente transparente tienen muy dif¨ªcil poder votar alg¨²n d¨ªa en Espa?a. La raz¨®n: el Gobierno no puede suscribir convenios de reciprocidad con pa¨ªses que, como China o Cuba, no gozan de sistemas democr¨¢ticos. En otros pa¨ªses con gran presencia de inmigrantes en Espa?a, como Marruecos o Argelia, las elecciones no siempre se celebran con las suficientes garant¨ªas de limpieza e imparcialidad. Entre marroqu¨ªes y chinos, suman m¨¢s de un mill¨®n de habitantes en Espa?a.?

En total, 466.696 de extranjeros de 47 pa¨ªses distintos tendr¨¢n derecho a votar en las locales del 26M, lo que supone 2.937 m¨¢s que en las elecciones municipales celebradas hace cuatro a?os.?De ellos, 365.603 son a la vez ciudadanos de la Uni¨®n Europea y por tanto tambi¨¦n podr¨¢n ejercer su derecho a voto en las elecciones al Parlamento Europeo, 29.018 m¨¢s que en los comicios europeos de hace cinco a?os.?

En ambas citas con las urnas la mayor parte de electores extranjeros son rumanos (113.800, en el caso de las municipales y 86.000 en el de las europeas), brit¨¢nicos (97.585 en las locales y 80.072 en los comicios al Parlamento Europeo), italianos (57.553 y 50.453) y franceses (35.375 y 29.300).?

Por autonom¨ªas, la Comunidad Valenciana encabeza la mayor cifra de los electores for¨¢neos que podr¨¢n participar dentro de dos meses en los comicios municipales (96.742) y europeos (74.650), de los cuales el grueso proceden de Reino Unido. Le siguen Andaluc¨ªa (82.256 y 65.990), Catalu?a (69.778 y 55.856) y Madrid (63.207 y 48.442).

En todo caso, tener el derecho a votar no implica autom¨¢ticamente el sufragio, ya que hay un camino burocr¨¢tico que recorrer que explica que una gran parte de los ciudadanos extranjeros que tienen derecho a voto no lo ejerzan. Tanto los ciudadanos europeos como los de los doce pa¨ªses extracomunitarios con convenio, deben estar empadronados y residir en muchos casos desde hace m¨¢s de cinco a?os en Espa?a. Adem¨¢s, tienen que decir expresamente que quieren votar, ya que la inscripci¨®n en el censo electoral no es autom¨¢tica. Para estas elecciones, el plazo para pedir esta inscripci¨®n acab¨® el 31 de enero para los de la UE, y el 15 del mismo mes para el resto, unas fechas que muchos desconoc¨ªan y en una ¨¦poca en la que a¨²n no se conoc¨ªan ni los principales candidatos.?