La desconocida disidencia de la izquierda abertzale
Expresos de ETA y cr¨ªticos con Sortu formaron Askatasunaren Bidea pero apenas si tienen influencia pol¨ªtica
La izquierda abertzale tambi¨¦n tiene sus cr¨ªticos, aunque desde su creaci¨®n en 2016 apenas si han tenido ni influencia pol¨ªtica ni visibilidad p¨²blica. Medio centenar de expresos y huidos de ETA presentaron en mayo de 2016 en Bilbao un nuevo proyecto pol¨ªtico, llamado AB, Askatasunaren Bidean (En el camino de la libertad), que impulsaron tras verse "traicionados" por la estrategia pol¨ªtica adoptada por Sortu, con Arnaldo Otegi al frente.Sin embargo, esa corriente apenas si ha tenido eco desde entonces salvo por las cr¨ªticas a Otegi y por la denuncia de Podemos Euskadi a ra¨ªz de la agresi¨®n que sufri¨® a su portavoz en el Parlamento vasco en marzo de 2017, Lander Mart¨ªnez, "por un simpatizante de ATA", el antecedente de AB.
El portavoz de los cr¨ªticos en 2016, Fernando Lizeaga, asegur¨® durante la presentaci¨®n del movimiento: "Estamos pasando verg¨¹enza, no nos sentimos identificados". Fue la puesta de largo de un movimiento que hab¨ªa dado s¨ªntomas de su posici¨®n en las manifestaciones sobre los presos, con convocatorias diferentes de la tradicional oficial de la izquierda abertzale, con pintadas, y acusaciones y cr¨ªticas a Otegi. Entonces dejaron dos cosas claras, que iniciaban un camino separado de la izquierda abertzale aglutinada en torno a Sortu, y que de "ninguna manera" apoyaban la vuelta a la lucha armada. Desde entonces su presencia p¨²blica ha sido nula.
Entre los promotores de este colectivo estaban, entre otros, Sendoa Jurado, condenado por kale borroka; El¨ªas Fern¨¢ndez Casta?ares, condenado por el asesinato de un primo del obispo Juan Mar¨ªa Uriarte, o Juan Carlos Yurrebaso, participante en las negociaciones con el Gobierno espa?ol en la tregua de 2006. "Nos sentimos hu¨¦rfanos pol¨ªticamente", afirmaron entonces, al no sentirse vinculados a la pista de aterrizaje que la izquierda abertzale estaba preparando a los presos que comenzaran a acogerse a medidas individuales.
Los cr¨ªticos que hasta entonces se conoc¨ªan como el Movimiento por la Amnist¨ªa y contra la Represi¨®n, ATA, apenas se manifestaron a partir del momento de la constituci¨®n de la nueva fuerza. Salvo algunas pintadas recientes contra partidos pol¨ªticos que se les atribuyen, y una carta de varios presos en noviembre de 2017 contra Sortu, han pasado a un absoluto segundo plano. En noviembre de 2017 los exmiembros de ETA Jos¨¦ Antonio Hurtado, Kristina Goirizelaia, Joel Sistyague, Agurtzane Ezkerra y Jon Iurrebaso criticaron a Sortu y a Arnaldo Otegi por movilizarse por "los Jordis" [en referencia a los l¨ªderes de ANC y ?mnium, Jordi S¨¤nchez y Jordi Cuixart] mientras los Gobiernos espa?ol y franc¨¦s mantienen en prisi¨®n a lo que denominan "presos pol¨ªticos vascos" que est¨¢n "enfermos y en fase terminal". Criticaron con dureza y en un tono amenazante que ese apoyo se estaba produciendo cuando, seg¨²n ellos, el Estado ya ha "puesto un muerto encima de la mesa, Kepa del Hoyo" (muri¨® en prisi¨®n mientras hac¨ªa deporte) y mientras "cierta gente" defiende que en Euskadi "no hay ocupaci¨®n". "Pues no. Aqu¨ª estamos en guerra mientras no se restauren los derechos nacionales, sociales y la identidad de Euskal Herria", a?adieron.
El nuevo movimiento contaba en su origen con el respaldo de reclusos de la l¨ªnea dura, como Unai Parot e I?aki Bilbao Goikoetxea, y fue dejando destellos de su organizaci¨®n con la convocatoria de una manifestaci¨®n paralela a la oficial, el 28 de noviembre de 2015. La izquierda abertzale oficial no lleg¨® a creer que los cr¨ªticos iban a ser capaces de dar el paso y escindirse. De hecho, intentaron aglutinar a todas las corrientes con el reci¨¦n finalizado debate Abian (en marcha). En el documento base que presentaron en 2016 los portavoces de Sortu reconoc¨ªan que estuvieron a punto de sufrir una escisi¨®n, por la diferente manera de entender la pol¨ªtica en torno a los presos de ETA.
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