El Rey celebrar¨¢ los cinco a?os de su proclamaci¨®n con un homenaje a la sociedad
La Zarzuela hace coincidir la entrega de las medallas de la Orden Civil con el aniversario
La Casa del Rey aprovechar¨¢ el acto de entrega de las distinciones de la Orden Civil, que se celebrar¨¢ el pr¨®ximo 19 de junio en el Palacio Real, para conmemorar des esta forma el quinto aniversario de la proclamaci¨®n del Rey. Como ya ocurriera en el primer aniversario de la llegada de Felipe VI al trono, La Zarzuela ha solapado en este acto la celebraci¨®n de la efem¨¦ride de su llegada? al trono. Entonces, como ahora, la coincidencia inducida fue una declaraci¨®n de intenciones de su reinado: buscar la cercan¨ªa con la sociedad y reconocer a gente cuyos m¨¦ritos resultan identificables en la mayor¨ªa, poniendo en valor la normalidad. El acto del mi¨¦rcoles contar¨¢ con la presencia del presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, seg¨²n fuentes de Moncloa.
El Rey no ha querido, como en aquella ocasi¨®n, una celebraci¨®n solemne sino un acto que consider¨® ¡°el fruto del contacto de la Corona con la sociedad¡± y cuyos protagonistas, ¡°sin pretensi¨®n de protagonismo o notoriedad¡± no pertenec¨ªan a las esferas habituales y supon¨ªan ¡°un reflejo de la mejor realidad cotidiana de Espa?a. Ser¨¢, seg¨²n fuentes de La Zarzuela, ¡°un acto coherente con lo que han sido estos cinco a?os¡±. En el evento, que se celebrar¨¢ en el emblem¨¢tico Sal¨®n de Columnas y se condecorar¨¢ a unas 40 personas, el Rey pronunciar¨¢ un discurso que previsiblemente tendr¨¢ alusiones a estos cinco a?os, en los que asumi¨® una instituci¨®n que hab¨ªa sufrido una notable mella en su credibilidad en los ¨²ltimos a?os de reinado de su padre, Juan Carlos I, y en la que tuvo que poner en marcha medidas de regeneraci¨®n.
En su discurso de proclamaci¨®n el 19 de junio de 2014 destac¨® el compromiso de velar por la dignidad de la Corona y preservar su prestigio con ¡°una conducta ¨ªntegra, honesta y transparente¡±. Eran las vigas maestras que deb¨ªan sustentar lo que defini¨® como ¡°una Monarqu¨ªa renovada para un nuevo tiempo¡±. La llegada de Felipe VI al trono no implicaba solo un cambio din¨¢stico, sino una adaptaci¨®n de la instituci¨®n a los paradigmas de la Espa?a del siglo XXI. Entre otras medidas, el Rey redujo la familia real, estableci¨® cortafuegos ¨¦ticos y racionaliz¨®, fiscaliz¨® y someti¨® a transparencia las cuentas de la instituci¨®n y los obsequios recibidos. En el ¨¢mbito familiar, tambi¨¦n hubo de adoptar medidas espinosas, como revocar el t¨ªtulo del Ducado de Palma a su hermana Cristina en el momento de su procesamiento en el caso N¨®os, del que ser¨ªa absuelta, por los negocios que su marido I?aki Urdangarin hizo a la sombra de La Zarzuela. Su decisi¨®n caus¨® un desgarro familiar que no ha cicatrizado.
El desaf¨ªo independentista catal¨¢n, un problema que estaba en desarrollo en Espa?a cuando Felipe VI fue proclamado, ha supuesto el mayor factor de presi¨®n a la Corona en estos a?os. Como jefe del Estado, el Rey tuvo un cometido destacado cuando el 3 de octubre de 2017, frente a la transgresi¨®n del ordenamiento jur¨ªdico desde la Generalitat y el Parlament, inst¨® a los poderes del Estado a garantizar el orden constitucional y estatutario. El independentismo catal¨¢n no le ha perdonado su discurso y desde entonces ha tratado de hostigar su presencia en Catalu?a.
Sus a?os al frente de la Corona tambi¨¦n han coincidido con un ins¨®lito per¨ªodo de inestabilidad pol¨ªtica en Espa?a. La despiadada crisis econ¨®mica y la condescendencia de los partidos con la corrupci¨®n acabaron con la hegemon¨ªa del bipartidismo y desembocaron en un fraccionamiento del mapa pol¨ªtico y una congesti¨®n institucional. Felipe VI tuvo que convocar en 2016 cinco rondas de consultas y dos elecciones generales para que fuese posible formar gobierno en Espa?a, mientras que su padre consult¨® en diez ocasiones a los partidos tras los comicios en 39 a?os de reinado. El pasado d¨ªa 6 el Rey cerr¨® su sexta ronda de consultas en una nueva investidura que todav¨ªa est¨¢ en el aire.
M¨¢xima distinci¨®n brit¨¢nica
El lunes, dos d¨ªas antes de cumplirse los cinco a?os de la proclamaci¨®n, Isabel II impondr¨¢ a Felipe VI la Orden de la Jarretera, la m¨¢xima distinci¨®n de la Corona brit¨¢nica, en una vistosa ceremonia en el castillo de Windsor, a unos 50 kil¨®metros de Londres. La reina brit¨¢nica concedi¨® esta distinci¨®n a Felipe VI durante la visita de Estado realizada al Reino Unido en julio de 2017. El Rey la luci¨® en aquella ocasi¨®n en la cena de gala que Isabel II le ofreci¨® en el Palacio de Buckingham, pero es ahora cuando tendr¨¢ lugar la investidura por no haber podido acudir a la cita de 2018 por compromisos de agenda.
La ceremonia se celebra en la capilla de San Jorge de Windsor, de hondas resonancias para la Corona brit¨¢nica, con un desfile previo de los integrantes de esta orden en el que participan miembros de la familia real brit¨¢nica. La Orden de la Jarretera fue instaurada por el rey Eduardo III de Inglaterra en 1348 como distinci¨®n al valor y la lealtad, bajo la inspiraci¨®n de los legendarios caballeros de la Tabla Redonda del rey Arturo. Cinco reyes espa?oles, adem¨¢s de Juan Carlos I, han pertenecido a esta orden: Felipe I, Carlos I, Felipe II, Alfonso XII y Alfonso XIII. En la ceremonia del lunes tambi¨¦n ser¨¢ investido el rey Guillermo de Holanda.
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