El futuro papel de Pablo Iglesias condiciona la investidura
Las negociaciones para formar ya Gobierno se frenan por las demandas del l¨ªder de Podemos
La historia reciente de la pol¨ªtica espa?ola se escribe alrededor de la relaci¨®n entre Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias. Su enfrentamiento propici¨® en 2016 la repetici¨®n de elecciones y dio una pr¨®rroga a Mariano Rajoy. Su reconciliaci¨®n permiti¨® el ¨¦xito de la moci¨®n de censura en 2018. Su idilio abri¨® paso a un Gobierno de 10 meses relativamente estable. Y ahora, un nuevo choque entre ambos, esta vez por el rechazo de S¨¢nchez a la entrada de Iglesias y otros dirigentes de Podemos en su Gobierno, tiene bloqueada la investidura. Iglesias no piensa ceder. S¨¢nchez tampoco. El choque de trenes parece inevitable.
En p¨²blico, todo son buenas palabras. Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias saben que est¨¢n condenados a entenderse, que de su sinton¨ªa depende una legislatura estable con reformas progresistas. Iglesias dice que todo ir¨¢ bien. S¨¢nchez reivindica lo bien que se han llevado Podemos y el PSOE estos meses. Ninguno de los dos quiere hablar de pulso, nadie sube el tono. Pero en privado las cosas son muy diferentes.
Durante semanas, S¨¢nchez e Iglesias jugaron a fingir que no ve¨ªan el elefante que ten¨ªan en la habitaci¨®n. Hubo dos reuniones importantes, con c¨¢maras, en las que no se concret¨® nada. Los dos sab¨ªan que el problema llegar¨ªa al hablar de los ministerios, as¨ª que se dedicaron a pactar palabras amables: primero, el ¡°nos hemos puesto de acuerdo en ponernos de acuerdo¡± que lanz¨® Iglesias tras la primera cita, nada m¨¢s celebrarse las generales y antes de las municipales. Despu¨¦s, tras un silencio tenso de tres semanas, el ¡°nos hemos puesto de acuerdo en un Gobierno de cooperaci¨®n¡±. Se trataba solo de ganar tiempo hasta llegar al momento definitivo, que estall¨® el lunes.
Ambos abordaron al fin el elefante y S¨¢nchez, por primera vez, fue muy claro: no quiere ministros de Podemos en su Gobierno. Pero el presidente no se qued¨® en ese ¡°no¡±. Abri¨® el campo de juego con una propuesta: la entrada de Podemos en puestos intermedios de la Administraci¨®n. Iglesias rechaz¨® de plano esta posibilidad y por eso no se entr¨® al detalle, pero desde La Moncloa se?alan que dentro de esos puestos intermedios hay mucho margen.
Claro que Podemos tendr¨ªa que aceptar quedarse sin ministros, algo que los de Iglesias no contemplan. ¡°Ser¨ªa aceptar estar de manera subordinada, para ejecutar las pol¨ªticas dise?adas por otros, los ministros del PSOE. No tiene sentido, eso no lo acepta nadie dentro de Podemos¡±, dicen.
El elefante en la habitaci¨®n era la entrada de Podemos en el Gobierno, lo que finalmente S¨¢nchez se anim¨® a rechazar abiertamente ante Iglesias, pero hay otro paquidermo a¨²n m¨¢s grande, y que parece en el fondo de todo el bloqueo: la entrada del propio l¨ªder de Podemos en el Ejecutivo. Iglesias insiste en que ¡°ya no es tiempo de vetos¡±, y de hecho ese veto no ha sido planteado formalmente por S¨¢nchez, seg¨²n fuentes de la negociaci¨®n. El presidente rechaza la entrada de cualquier ministro de Podemos, no solo de Iglesias. As¨ª que no se ha llegado hasta ah¨ª.
El bloqueo es tan fuerte que ni siquiera se ha podido discutir sobre la estructura del Gobierno. En Podemos llevan m¨¢s de un mes analizando todas las competencias del Ejecutivo, pensando nuevos ministerios posibles, viendo antecedentes ¡ªse?alan que el m¨¢s innovador fue Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, que invent¨® ministerios y lleg¨® a tener tres vicepresidencias¡ª, pero ese trabajo no ha podido a¨²n ser discutido con el PSOE. Mientras, en La Moncloa tambi¨¦n andan analizando internamente posibles estructuras de Gobierno, pero sin ministros de Podemos. Dos mundos paralelos que no parecen encontrarse.
Tampoco Iglesias ha planteado en las reuniones que exija una vicepresidencia social, aunque ese es el esquema que se trabaja en Podemos. El bloqueo ha llegado en una fase anterior. Pero ambos negociadores y sus equipos saben que el gran problema de fondo es el rechazo del PSOE a tener al incontrolable Iglesias con su gran tir¨®n medi¨¢tico como ministro y, por tanto, como figura destacada del Gobierno.
En el PSOE plantean un escenario para que se entienda su rechazo. La sentencia del juicio del proc¨¦s ser¨¢ un momento cumbre de los pr¨®ximos meses. Si Iglesias estuviera en el Gobierno, ?la acatar¨ªa sin criticarla? ?Se mostrar¨ªa favorable a un indulto? ?Visitar¨ªa a Oriol Junqueras en la c¨¢rcel como hizo hace unos meses? Desde La Moncloa recuerdan que Iglesias, en una entrevista en EL PA?S, no descartaba visitarle en la c¨¢rcel ya como ministro.
En Podemos insisten en que todo esto son excusas y aseguran que en estos meses Iglesias ha dado muestras m¨¢s que sobradas de que cuando acuerda algo con S¨¢nchez, lo cumple. Y se?alan que todo se podr¨ªa pactar, tambi¨¦n la posici¨®n sobre Catalu?a o sobre inmigraci¨®n o pol¨ªtica exterior, por hablar de algunos temas sensibles en los que las posiciones de ambos son muy diferentes.
Punto negro
El PSOE no se f¨ªa. Hay un episodio inicial de esta nueva legislatura que no tuvo mucho eco en los medios, pero s¨ª marc¨® un punto negro en la relaci¨®n entre S¨¢nchez e Iglesias. Fue la votaci¨®n en la Mesa del Congreso sobre la decisi¨®n de suspender a los diputados presos, algo que era pr¨¢cticamente autom¨¢tico y avalado por los letrados del Congreso.
Era la primera votaci¨®n importante y el PSOE tuvo que sacarla con el apoyo de PP y Cs porque Podemos, su socio, con gran influencia en este caso de los comunes ¡ªuno de los dos miembros de la Mesa de Podemos es Gerardo Pisarello, ex teniente de alcalde de Barcelona con Ada Colau¡ª vot¨® en contra. Los socialistas plantean ahora este ejemplo para argumentar por qu¨¦ no quieren a Podemos en el Gobierno, donde la sinton¨ªa debe ser total.
En la formaci¨®n morada creen que todo son excusas poco s¨®lidas y argumentan que no tiene sentido que se puedan hacer gobiernos de coalici¨®n de izquierdas en Valencia, Canarias, La Rioja ¡ªy de derechas en Andaluc¨ªa o Madrid¡ª, pero ese modelo sea inviable en La Moncloa. Podemos recuerda que tiene casi cuatro millones de votos, casi la mitad que el PSOE, no 10 veces menos. ¡°Nos est¨¢n ofreciendo algo como si tuvi¨¦ramos dos esca?os y no fu¨¦ramos necesarios¡±, resumen.
Desde el PSOE insisten en que van a intentar convencer a Iglesias de que tampoco a Podemos les conviene ese cogobierno, aunque lo ven dif¨ªcil porque creen que ¨¦l ha hecho una apuesta muy personal por entrar en el Ejecutivo. Pasan los d¨ªas y nadie ve la salida. Pero la negociaci¨®n no est¨¢ rota. Solo parada. Todo lo dem¨¢s depende de este desbloqueo.
¡°S¨¢nchez no va de farol¡±, dicen en el Ejecutivo
Iglesias fue muy claro en EL PA?S: ¡°Si echamos un pulso nos va a ir mal a los dos¡±. Pero ambos parecen dispuestos a aguantar. ¡°S¨¢nchez no va de farol. Es un planteamiento profundo. Lo ha reflexionado y cree que ser¨ªa muy perjudicial para todos que Podemos entrara en el Gobierno. Est¨¢ pensando en los cuatro a?os. Podr¨ªa salir muy mal ese Gobierno¡±, se?alan fuentes del Ejecutivo.
S¨¢nchez tiene una ventaja: en el mundo pol¨ªtico se da por hecho que en una repetici¨®n de elecciones le ir¨ªa mucho mejor al PSOE que a Podemos. Pero Iglesias no va menos fuerte. Ya ha avisado de que si la negociaci¨®n acaba mal, consultar¨¢ a sus bases y con ese respaldo podr¨ªa aguantar un voto en contra en la investidura. S¨¢nchez, dicen en Podemos, no puede arriesgarse a perder La Moncloa en otras elecciones. El pulso est¨¢ abierto. Pero el tiempo se acaba.
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