El d¨ªa que EE UU ningune¨® a Espa?a en el Estrecho
Washington eligi¨® a Londres como socio en la operaci¨®n secreta para capturar al superpetrolero iran¨ª 'Grace 1'
Hace diez d¨ªas, el Ministerio de Asuntos Exteriores iran¨ª convoc¨® al embajador espa?ol en Teher¨¢n, Eduardo L¨®pez Busquets, para quejarse por la captura del petrolero Grace 1, cargado con 2,1 millones de barriles de petr¨®leo iran¨ª, el pasado d¨ªa 4 en el estrecho de Gibraltar.
El diplom¨¢tico tuvo que explicar a sus sorprendidos interlocutores que, aunque se trata de aguas territoriales espa?olas, el Reino Unido las reivindica como suyas y actu¨® sin contar con Espa?a, como si tuviera plena soberan¨ªa sobre las mismas.
Desde que en abril estaba fondeado frente a las costas de Ir¨¢n, el Grace 1, de bandera paname?a, fue monitorizado en todo momento por los sat¨¦lites estadounidenses. El superpetrolero, de 330 metros de eslora y cargado de crudo hasta los topes, no cab¨ªa por el canal de Suez, por lo que rode¨® el cabo de Buena Esperanza antes de enfilar hacia el Mediterr¨¢neo. Su destino seg¨²n la inteligencia estadounidense, era la refiner¨ªa siria de Banyas.
Washington avis¨® a Madrid 48 horas antes de la llegada del Grace 1 y la Armada espa?ola sigui¨® su tr¨¢nsito por el Estrecho. Se esperaba que cruzara por aguas internacionales, como hacen numerosos buques iran¨ªes sin ser molestados. Sorprendentemente, en la medianoche del d¨ªa 3 al 4, entr¨® en lo que Londres califica como Aguas Territoriales Brit¨¢nicas de Gibraltar (BGTW) y fonde¨® a solo dos millas al este del Pe?¨®n para avituallarse de provisiones. Fue el momento que aprovech¨® la Polic¨ªa gibraltare?a, apoyada por 30 marines brit¨¢nicos, para abordarlo. Una patrullera de la Guardia Civil se dirigi¨® al buque, pero la Royal Navy le cerr¨® el paso.
?Por qu¨¦ se meti¨® el Grace 1 en la boca del lobo? ?Qu¨¦ necesidad ten¨ªa de fondear junto a una base militar brit¨¢nica? Los interlocutores del embajador espa?ol en Teher¨¢n no ten¨ªan una explicaci¨®n. Expertos en inteligencia consideran que alg¨²n miembro de la tripulaci¨®n deb¨ªa estar compinchado con las asaltantes o el capit¨¢n del buque fue atra¨ªdo al Pe?¨®n con enga?os.
El Ministerio espa?ol de Exteriores present¨® una queja a su hom¨®logo brit¨¢nico, pero no al estadounidense, a pesar de que Londres no hizo m¨¢s que actuar conforme a su propia visi¨®n de la soberan¨ªa de las aguas que rodean Gibraltar, mientras que Washington, con su actitud, reconoci¨® impl¨ªcitamente la jurisdicci¨®n brit¨¢nica de esas aguas.
El ministro principal del Pe?¨®n, Fabian Picardo, se apresur¨® el d¨ªa 4 a sacar pecho de la captura del Grace 1 y ha asegurado que fue una decisi¨®n de las autoridades gibraltare?as, ¡°sin que haya habido petici¨®n pol¨ªtica de ning¨²n Gobierno¡±. Nadie le cree.
?Habr¨ªa actuado Espa?a como lo hizo el Reino Unido si Washington le hubiera confiado la operaci¨®n? La UE no tiene ning¨²n embargo al petr¨®leo iran¨ª, como EE UU, pero s¨ª al r¨¦gimen sirio. ¡°Si hubi¨¦ramos tenido la informaci¨®n y la oportunidad, sin duda lo hubi¨¦ramos hecho, en aplicaci¨®n del embargo de la UE¡±, aseguran fuentes gubernamentales. Aunque ello hubiera ocasionado a Espa?a los problemas que est¨¢ sufriendo el Reino Unido, uno de cuyos petroleros intentaron bloquear la semana pasada embarcaciones iran¨ªes en el estrecho de Ormuz.
Pero, para retener al petrolero paname?o, el Gobierno habr¨ªa tenido que acudir al juez de guardia de La L¨ªnea, convencerle de que el destino ¨²ltimo del crudo era Siria y de que dictara la correspondiente orden de detenci¨®n, lo que nunca es seguro.
Ese papel lo ha jugado la Corte Suprema de Gibraltar, que autoriz¨® la inmovilizaci¨®n del Grace 1 por 14 d¨ªas y dej¨® en libertad bajo fianza a sus cuatro oficiales, de nacionalidad india. La judicializaci¨®n del caso no ha impedido al ministro brit¨¢nico de Exteriores, Jeremy Hunt, ofrecer a su hom¨®logo iran¨ª, Javad Zarif, la liberaci¨®n del buque si le garantiza que el crudo no acabar¨¢ en Siria. En el tablero de la guerra de nervios del golfo P¨¦rsico, con el programa nuclear iran¨ª en un lado y las sanciones de Washington contra Teher¨¢n en otro, el Grace 1 es un pe¨®n m¨¢s.
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