Ni contigo ni sin ti

Se necesitan, pero no se quieren. Se conocen, pero no se entienden. Se cortejan, pero no se f¨ªan un pelo el otro del uno. M¨¢s que novios en capilla, Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias parec¨ªan este lunes los machos alfa de sus respectivos corrales orinando a chorro su territorio para defenderlo de intrusos. Pedro y Pablo, Pablo y Pedro, escenificaron en p¨²blico los amores re?idos que llevan tres meses forjando en privado. Se sacaron los trapos sucios. Se dijeron las verdades a la cara. Se pusieron de vuelta y media sin romper del todo los puentes por si las moscas.

Nadaron y guardaron la ropa despu¨¦s de haberse dejado en cueros vivos. Hicieron terapia de pareja ante un hemiciclo fascinado al escuchar por fin algo que parec¨ªa de verdad en medio del sopor¨ªfero argumentario y dejaron infinidad de preguntas y una certeza en el aire. Su uni¨®n es inevitable si quieren formar un gobierno de izquierdas y evitar las urnas, pero amor, amor, lo que se dice amor, no hay ni un ¨¢tomo entre ambos. Mientras, los suyos negociaban extramuros los t¨¦rminos de la separaci¨®n de bienes de su hipot¨¦tico matrimonio por poderes. El jueves sabremos si habr¨¢ esponsales o los contrayentes vuelven al mercado.

Hab¨ªa empezado el candidato S¨¢nchez a la vez ¨¦pico y l¨ªrico. Su oferta a los grupos, una especie de sue?o lis¨¦rgico con una id¨ªlica Espa?a 4.0 -el mejor pa¨ªs del mundo para ser ni?o, la tierra prometida de los derechos digitales, el ed¨¦n de la educaci¨®n continua, el para¨ªso de las ciudades sin humo, la meca de los horarios racionales, la pera limonera en rama - era irresistible. Una Ley para cada necesidad. Una Estrategia Nacional para cada reto. Un Estatuto para cada colectivo. ¡°Una sociedad de hombres y mujeres iguales en armon¨ªa con la naturaleza¡±, seg¨²n el modest¨ªsimo resumen del presidente en funciones. ¡°Esto es pa que quede, lo que yo hago dura¡±, le falt¨® decir, como a Rosal¨ªa en el hitazo Con altura. Hab¨ªa que estar ciego, les dijo a Casado y Rivera, para no sumarse a ese ub¨¦rrimo carro. As¨ª que les pidi¨® a la cara la abstenci¨®n. No por ¨¦l, que no tiene inter¨¦s ninguno, sino por Espa?a. A Unidas Podemos, ni mentarlo, perd¨®n, mentarlas. Ah¨ª debi¨® de empezar a fraguarse la tragedia.

Enfrente, un cariacontecido Pablo Iglesias se mesaba la barba y tomaba nota de la homil¨ªa del mismo Pedro que le hab¨ªa negado muchas m¨¢s que las tres veces del cuento. Fue luego, por la tarde, cuando verbaliz¨® su santa ira en la tribuna. Lleg¨®, le mir¨® y dispar¨®. Le reproch¨® que hiciera proposiciones deshonestas a la derecha siendo como se supone que es su socio preferente. Le acus¨® de quererles solo como ministros florero. Le pidi¨® respeto y reciprocidad. O ellos, o yo, lleg¨® a decirle, sin decirlo. Terrible disyuntiva. Porque lo malo es que lo suyo es un ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio. Contigo porque me matas; sin ti, porque me muero