Bruselas evita el protagonismo en la crisis del ¡®Open Arms¡¯
Los Estados miembros evitan llamar a la puerta de la Comisi¨®n Europea para no asumir responsabilidad en el caso
La estrategia electoral del l¨ªder de la Liga y ministro de Interior, Matteo Salvini, y la negativa de Espa?a a asumir el papel que por geograf¨ªa corresponde a Italia, han deslucido el papel de la Comisi¨®n Europea en la crisis del Open Arms, y probablemente han acabado retrasando su resoluci¨®n. Una portavoz comunitaria repiti¨® ayer por en¨¦sima vez que ning¨²n pa¨ªs de los Veintiocho ha solicitado formalmente a Bruselas que lidere las conversaciones para coordinar un nuevo reparto. Con el l¨ªder de La Liga prepar¨¢ndose para una nueva cita con las urnas en la que espera culminar el asalto definitivo al poder, el buque de la ONG espa?ola se ha convertido en un argumento m¨¢s de campa?a, muy ¨²til para que Salvini se presente, una vez m¨¢s, como guardi¨¢n de las fronteras italianas.
La t¨¢ctica de Salvini de no pedir ayuda a Bruselas dej¨® un vac¨ªo que ninguno de los socios se decidi¨® a ocupar. Ni siquiera cuando varios de los rescatados eran evacuados por enfermedad. En su lugar, la UE ha optado por la improvisaci¨®n. Buena muestra del desconcierto aparece cuando la Comisi¨®n afirma haber participado en las discusiones de manera informal por no tener competencias para coordinar el reparto de los migrantes mientras no reciba una petici¨®n oficial desde las capitales; sin aclarar si eso supone alguna diferencia en la intensidad de su rol de mediadora de los ¨²ltimos d¨ªas.
Fuentes comunitarias afirman que la solicitud de coordinaci¨®n formal a Bruselas no implica ninguna obligaci¨®n legal para el Estado que la emite. Pero la realidad es que nadie hace esa llamada si no es para participar en un esquema de reparto. Espa?a, encargada de su propio flanco migratorio occidental, cambi¨® hace unos meses su pol¨ªtica de acogida, marcada por haber aceptado el desembarco en sus costas del Aquarius. El giro buscaba evitar recibir tambi¨¦n a los rescatados del Mediterr¨¢neo central ¡ªa los que Italia desatiende¡ª en un momento en que la presi¨®n migratoria en el Estrecho a¨²n preocupa ante la posibilidad de que la ruta pueda volver a reactivarse.
Sin embargo, el pabell¨®n espa?ol del Open Arms ha hecho imposible para el Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez abstraerse esta vez de la crisis. Tras dos semanas de desgaste para la imagen de la UE, entre los exabruptos de Salvini, la cautela de Bruselas para no alimentar el choque con Roma y las llamadas del presidente del Parlamento Europeo y de la sociedad civil para hallar una soluci¨®n con urgencia, Espa?a ha aceptado finalmente participar en la acogida junto a Francia, Alemania, Portugal, Luxemburgo y Rumania. El reparto puede cerrar el caso, pero es apenas un parche que no despeja las dudas ante futuras crisis para desesperaci¨®n de Bruselas, que llama a los Estados a adoptar un mecanismo temporal que no convierta cada rescate en una negociaci¨®n de semanas.
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