El calvario de un hombre inocente por un error judicial
Balwant Singh reclama 167.000 euros por las calamidades que padeci¨® al ser suplantado en un juicio
El Ministerio de Justicia acaba de dictar una resoluci¨®n sobre los padecimientos que sufri¨® una familia hind¨² afincada en Amposta (Tarragona) cuyo contenido parece sacado de una novela del absurdo. En esa resoluci¨®n rechaza indemnizar un grav¨ªsimo error judicial cometido en 2010 contra Balwant Singh, de 59 a?os, su esposa y los tres hijos del matrimonio, de origen indio. Estos reclaman al Estado un total de 167.000 euros por los graves perjuicios que un juez les ocasion¨® al condenar al padre por un delito contra la seguridad vial del que no ten¨ªa ni idea.
Otro error lleva a un paquistan¨ª a la c¨¢rcel por tener Singh de apellido
El Consejo del Poder Judicial ha dado la raz¨®n a un ciudadano paquistan¨ª residente en Espa?a que fue encarcelado injustamente durante 31 d¨ªas en la prisi¨®n de Alicante por apellidarse Singh. Los agentes policiales que le detuvieron el 30 de marzo de 2017 y el juzgado 4 de Benidorm le confundieron con otra persona sobre la que en su d¨ªa se hab¨ªa dictado una orden de busca y captura y que ten¨ªa un apellido similar, Sing. El hombre acab¨® en la c¨¢rcel.
Kulbir Singh clam¨® contra su encarcelamiento aduciendo que no ten¨ªa nada que ver con los hechos objeto de esa busca y captura, pero el juzgado le mantuvo preso hasta que 31 d¨ªas despu¨¦s la Audiencia de Barcelona deshizo el entuerto y confirm¨® que Kulbir Singh no era la persona sobre la que en su d¨ªa hab¨ªa dictado la busca y captura. La persona implicada en las diligencias de la Audiencia de Barcelona era en realidad Kulber Sing y estaba preso en Barcelona.
La polic¨ªa de Catalu?a cotej¨® las huellas de ambos y certific¨® que se trataba de personas diferentes. El juzgado de Benidorm, a instancia de la Audiencia de Barcelona, lo puso de inmediato en libertad al comprobar que se trataba de un error de identificaci¨®n. El encarcelado pide una indemnizaci¨®n de 5.400 euros, a raz¨®n de 150 euros por cada d¨ªa que estuvo preso injustamente. El Poder Judicial sostiene que todo fue un error.
Balwant nunca supo de ese juicio porque fue suplantado por otra persona y nadie tom¨® las huellas dactilares al farsante. Aun as¨ª, tanto ¨¦l como su familia sufrieron las consecuencias de la injusta condena. Justicia, para negarle la indemnizaci¨®n, se?ala que hubo un juicio y que Balwant pudo cuestionar ah¨ª el error de identificaci¨®n, pero la resoluci¨®n omite decir que la v¨ªctima se enter¨® del juicio y de que hab¨ªa sido suplantado un a?o despu¨¦s.
Result¨® que, en un control de tr¨¢fico, otra persona que dio positivo en alcohol enga?¨® a los agentes y facilit¨® la identidad de Balwant. Y tambi¨¦n se hizo pasar por ¨¦l en el juicio r¨¢pido que se celebr¨® horas despu¨¦s del control en el Juzgado 2 de Amposta. El impostor acept¨® los hechos y se conform¨® con la pena que le pidi¨® el fiscal ¡ªcuatro meses de c¨¢rcel¡ª a sabiendas de que las consecuencias recaer¨ªan sobre otra persona. El suplantador fue detenido un a?o despu¨¦s, era compatriota de Balwant y ambos compart¨ªan el mismo apellido, Singh, pero no el nombre. Muchos varones hind¨²es y pakistan¨ªes seguidores de la religi¨®n Sij utilizan Singh (que significa le¨®n) tras su nombre de pila.
A ra¨ªz de esa sentencia, Balwant, quien hasta ese momento era un trabajador ejemplar en una industria de Amposta, sufri¨® un aut¨¦ntico calvario profesional y vital. ?l y su familia, a la que hab¨ªa logrado traer desde la India bajo la figura de la reagrupaci¨®n familiar despu¨¦s de muchos a?os de ahorro y trabajo en Tarragona.
Balwant se enter¨® de todo este l¨ªo cuando en septiembre de 2010, ajeno a las tropel¨ªas de su suplantador, se present¨® en la Subdelegaci¨®n del Gobierno en Tarragona para renovar su tarjeta de trabajo y residencia de larga duraci¨®n (llevaba en Espa?a desde 2003). Pero le fue denegado y se dictaron contra ¨¦l y su familia ¨®rdenes de expulsi¨®n de Espa?a. Le explicaron que el motivo era que sobre ¨¦l pesaba una condena del Juzgado 2 de Amposta por conducir ebrio.
?l, que a¨²n hoy solo chapurrea espa?ol, explic¨® que jam¨¢s le hab¨ªa parado nadie en un control porque no ten¨ªa carn¨¦ de conducir ni coche, y que jam¨¢s hab¨ªa pisado un juzgado, que deb¨ªa tratarse de una equivocaci¨®n. Busc¨® un abogado y, mediante un recurso, logr¨® en ese momento detener la expulsi¨®n. Pero al no poder renovar su permiso de trabajo y residencia, lo echaron de su empresa. Y como su esposa e hijos depend¨ªan de sus papeles, tampoco ellos pod¨ªan trabajar.
Balwant Singh nunca supo del juicio porque fue suplantado y nadie tom¨® las huellas dactilares al farsante
Mientras Balwant trataba judicialmente de demostrar su inocencia, la familia trabaj¨® en el campo a escondidas de la ley para poder comer. La madre, Manjir Kaur, tuvo que recolectar hortalizas o lo que surg¨ªa pese a que su coraz¨®n fallaba y ten¨ªa un marcapasos. ¡°No ten¨ªamos para comer y hab¨ªa que aprovechar todas las manos de la casa cuando alguien se apiadaba de nosotros y nos ofrec¨ªa trabajar¡±, cont¨® la familia en enero pasado. El hijo peque?o dej¨® sus estudios para ayudar en el campo.
Tras muchas visitas a la Subdelegaci¨®n del Gobierno pidiendo sin ¨¦xito que se le renovaran los papeles porque todo era un error, por fin el 26 de noviembre de 2016 lleg¨® una buena noticia. La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, en una resoluci¨®n de su presidente Manuel Marchena, revis¨® la sentencia, que era firme porque el farsante la hab¨ªa aceptado, mediante un procedimiento extraordinario. El Supremo constat¨® que efectivamente el condenado era otra persona que se apellidaba igual que Balwant, pero no ¨¦l. Hab¨ªa sido suplantado. A partir de ah¨ª, la Subdelegaci¨®n del Gobierno volvi¨® a concederle el permiso de trabajo cuando toda la familia casi estaba a punto de la expulsi¨®n.
El impostor acept¨® la pena que le pidi¨® el fiscal a sabiendas de que el perjuicio lo sufrir¨ªa otra persona
La familia, a trav¨¦s de la abogada Almudena Encinas, present¨® una demanda por responsabilidad patrimonial ante el Ministerio de Justicia, que neg¨® la indemnizaci¨®n porque Balwant ¡°acept¨® la condena en el juicio r¨¢pido¡± sin poner en duda durante la vista ¡°la identidad del condenado¡±. La abogada ha presentado un recurso de reposici¨®n ante la ministra Dolores Delgado antes de acudir a los tribunales ordinarios. Considera esperp¨¦ntica la resoluci¨®n del ministerio, ya que su cliente se enter¨® de que le hab¨ªan suplantado casi un a?o despu¨¦s del juicio, y recuerda que es obligaci¨®n del juzgado y de la polic¨ªa verificar la identidad de las personas que son juzgadas. ¡°Resulta inadmisible que el ministerio y el Consejo de Estado culpen a mi cliente de conducta dolosa por no decir que ¨¦l no era la persona juzgada. Para decir eso ten¨ªa que estar en el juicio y, si ¨¦l no supo nada del mismo, qu¨¦ va a decir entonces. Esta resoluci¨®n carece de sentido, ya he interpuesto un recurso de reposici¨®n. Y si es desestimado ir¨¦ a los tribunales¡±, se?ala la abogada.
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