La campa?a empieza buscando culpables
PP y Ciudadanos coinciden en centrar su mensaje en la responsabilidad de Pedro S¨¢nchez pero no en la validez electoral de Espa?a Suma
Termin¨® el segundo y ¨²ltimo pleno de control al Gobierno de esta extra?a y brev¨ªsima XIII Legislatura, que apenas ha durado cuatro meses, y todos los pol¨ªticos se lanzaron a los pasillos del Congreso a buscar culpables entre las otras filas. Y a argumentar los mensajes fuerza de la nueva campa?a electoral ante el 10-N, que en teor¨ªa deber¨ªa ser la m¨¢s corta de la historia, por la reforma legal que se aplic¨® para que estas segundas oportunidades se alarguen solo una semana. Sin embargo, la realidad es que la campa?a se estren¨® este martes al fracasar la ronda de contactos de los partidos con el Rey y se extender¨¢ durante 52 jornadas. Una campa?a que se podr¨ªa resumir en un solo eslogan: ?Qui¨¦n paga esta factura?
¡°La irresponsabilidad ha sido de Pablo Iglesias, Albert Rivera y Pablo Casado. ?D¨®nde ha quedado su patriotismo?¡±, se preguntaban diputados socialistas. Sergio Guti¨¦rrez, del PSOE castellano-manchego, se esforzaba en convencer a los periodistas de que la temida abstenci¨®n no la tiene que padecer solo la izquierda. El ministro de Fomento en funciones, Jos¨¦ Luis ?balos, depart¨ªa en un c¨ªrculo con compa?eros de partido con la mirada puesta ya en c¨®mo montar esta campa?a. La portavoz del Grupo Popular, Cayetana ?lvarez de Toledo, revelaba a los informadores que volver¨¢ a ser aspirante a diputada por Barcelona y casi no le hac¨ªa falta aclarar que se volcar¨¢ all¨ª. Las c¨²pulas del PSOE, PP, Podemos y Vox coincid¨ªan en avanzar que sus estrategias, programas y listas ser¨¢n muy similares a las del 28 de abril. Con peque?os ajustes.
Para los socialistas, S¨¢nchez ser¨¢ sin¨®nimo de estabilidad; para Podemos, el escollo principal para su Gobierno de coalici¨®n y para la derecha, el objetivo a batir, pero con m¨¦todos diferentes. En las filas del PP y de Ciudadanos utilizaban el nombre del l¨ªder socialista en cada frase. ¡°S¨¢nchez es ya el problema¡±. ¡°S¨¢nchez es el escollo¡±. ¡°S¨¢nchez no est¨¢ a la altura¡±. ¡°S¨¢nchez renunci¨® al constitucionalismo¡±. El argumentario de Albert Rivera en p¨²blico al final de la sesi¨®n lo suscrib¨ªan los dirigentes del PP, que a continuaci¨®n facilitaban sus c¨¢lculos de las provincias donde Espa?a Suma tendr¨ªa m¨¢s apoyos. Sin embargo, no saldr¨¢, al menos, como coalici¨®n electoral.
Pablo Casado insiste en cada charla con Rivera en la conveniencia de ese proyecto, que el l¨ªder de Ciudadanos no para de rebatir porque lo considera torpe, ¨²nica coincidencia que parece admitir con Vox, que tampoco lo ve ¨²til. Rivera dice que Espa?a Suma no es inteligente, que resta. Que lo ¨²til es a?adir votos y esca?os tras acudir a las urnas por separado para sellar un Gobierno alternativo a S¨¢nchez. Apuesta por que, si los n¨²meros cuadran, ¨¦l lo consigue en un mes. Y pone como ejemplo? lo que sucedi¨® en Andaluc¨ªa.
Los estrategas del PP, en charlas discretas, dudan sin embargo de la respuesta real que el 10-N obtendr¨¢ Rivera del masivo cabreo ciudadano. Asumen que el PSOE, Podemos y hasta Vox podr¨ªan aguantar el tir¨®n, cada uno por diferentes razones, pero temen los trasvases de voto de Ciudadanos al socialismo, por lo mucho que ha tardado Rivera en moverse y ofrecer al final un acuerdo ya solo en clave electoral.
Incredulidad, des¨¢nimo, v¨¦rtigo, pesar¡ son algunas de las impresiones y expresiones utilizadas por los parlamentarios que dejar¨¢n de serlo en cinco d¨ªas. La mayor¨ªa, tambi¨¦n, dejar¨¢n de cobrar, salvo los que se queden en la Diputaci¨®n Permanente, y todos quieren volver, pero no todos lo tienen asegurado.? Muchos hac¨ªan c¨¢balas de cu¨¢ntos podr¨ªan salir por cada circunscripci¨®n y de los intercambios que se podr¨ªan producir por los restos de votos en las provincias que reparten entre tres y cinco sillones. Con nombre y apellidos. Algunos de Ciudadanos, Unidas Podemos y Vox saben que su esca?o, casi reci¨¦n estrenado, est¨¢ m¨¢s que en el aire. Los del PSOE eran hasta ahora los ¨²nicos que contaban con ampliar sus bancadas. Su problema est¨¢, seg¨²n comentaban tambi¨¦n con inquietud, en convencer a su electorado de que la repetici¨®n de elecciones no es por su culpa sino por la imposibilidad de aceptar las propuestas de Podemos. Saben que les costar¨¢ trabajo, reconoc¨ªan.
Lo que Iglesias razonaba a los suyos es que para el electorado ideol¨®gicamente de izquierdas no est¨¢ ya nada claro que esa carga sea ¨²nicamente de Unidas Podemos y que muchos progresistas no entender¨¢n tampoco las razones de S¨¢nchez para no meterlos en su Gabinete. El l¨ªder de la formaci¨®n ultima ya una campa?a de mayor presencia en los medios de comunicaci¨®n para justificarse. Tras el 10-N, el resultado num¨¦rico podr¨ªa ser muy parecido, argumentaba uno de sus colaboradores, y "a lo peor S¨¢nchez tiene que optar por tragarse ya a Pablo Iglesias de vicepresidente o digerir que sea Pablo Casado el que llega a La Moncloa¡±, dec¨ªa.
Solo los parlamentarios de Vox parec¨ªan rezumar tranquilidad. Reniegan de que el PP les vaya a hurtar muchos esca?os (¡°podemos perder votos y mantener nuestra representaci¨®n¡±) y apuestan por repetir lo que hicieron el 28-A, pero ahora con un poquito m¨¢s de dinero y representaci¨®n, incluso en los debates en medios p¨²blicos. Su l¨ªder, Santiago Abascal, resum¨ªa as¨ª el que ser¨¢ su lema: ¡°Plus Ultra¡±, en lat¨ªn m¨¢s all¨¢, que fue utilizado por primera vez en 1516 por el rey Carlos I de Espa?a como expresi¨®n del dinamismo del nuevo Imperio espa?ol.
Los de Vox entienden que podr¨ªan perder algunos de sus 24 esca?os, pero como acaban de llegar, explican, no les costar¨¢ volver a sus anteriores trabajos. Y se muestran ufanos por haber ¡°colocado en la agenda y hacer virales¡± algunos de sus temas y por el protagonismo de su l¨ªder. Santiago Abascal tuvo el honor de cerrar este mi¨¦rcoles con su intervenci¨®n la legislatura con una interpelaci¨®n a Luis Planas, en su condici¨®n de ministro en funciones de Pol¨ªtica Territorial, sobre las medidas adoptadas para frenar "la nueva ofensiva golpista" anunciada por el presidente de la Generalitat, Quim Torra.
En Vox no se pon¨ªan de acuerdo para explicar luego por qu¨¦ Abascal hab¨ªa desperdiciado la oportunidad de preguntar por primera y ¨²ltima vez en la sesi¨®n de control al presidente S¨¢nchez. Los m¨¢s oficialistas dec¨ªan que no era un error parlamentario, sino estrategia. Esta semana ese turno rotatorio no le tocaba ni a Iglesias ni a Rivera. El propio Abascal tampoco ten¨ªa muy claro por qu¨¦ no lo hizo.
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