Activismo por la abstenci¨®n
El enfado por la situaci¨®n pol¨ªtica se extiende con llamadas en redes sociales a no votar y peticiones para no recibir propaganda de partidos
El enfado de parte de la poblaci¨®n por la repetici¨®n electoral ha multiplicado las campa?as, iniciativas y memes que invitan a trasladar el cabreo a las urnas. Llamadas a no votar, a abstenerse o a solicitar la baja del censo de los partidos para no recibir propaganda electoral son algunos de los canales elegidos por un sector de la ciudadan¨ªa que, tras la victoria socialista del 28 de abril, nunca imagin¨® que habr¨ªa que volver a empezar. Ni en los partidos de la derecha, que asumieron la derrota, ni en los de la izquierda, que celebraron el triunfo.
El Rey cerr¨® el martes un ciclo de 141 d¨ªas que arranc¨® un d¨ªa despu¨¦s de las ¨²ltimas elecciones generales. Un periodo de cuatro meses y medio en los que las negociaciones para formar gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos fueron todo lo contrario a lo que sus protagonistas anticiparon que ser¨ªan. Ni prudentes, ni discretas. El verano fue el marco para el desencuentro entre los dos l¨ªderes de una negociaci¨®n bronca que alcanz¨® su punto ¨¢lgido en la investidura fallida del 25 de julio, de la que ya nunca se repuso. La negociaci¨®n entr¨® entonces en el tiempo de descuento, con la vista puesta en este martes, cuando se disuelven las Cortes. ¡°Mucha gente pens¨® que en el ¨²ltimo minuto alguien frenar¨ªa, por eso la reacci¨®n de enfado es mayor y m¨¢s visceral¡±, dice Antoni Guti¨¦rrez-Rub¨ª, asesor de Comunicaci¨®n.
El pasado mi¨¦rcoles se empez¨® a mover por whatsapp una informaci¨®n de Verne?(EL PA?S), del pasado mes de marzo, sobre c¨®mo darse de baja para no recibir propaganda electoral de papel en el buz¨®n. El contenido se viraliz¨® a trav¨¦s de las redes sociales, que animaban a sumarse a la petici¨®n para demostrar el hartazgo ante las cuartas elecciones que se celebran en Espa?a en cuatro a?os. La p¨¢gina del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) acab¨® colapsada por la cantidad de accesos que recibi¨® la web. Desde el 5 de marzo, cuando se puso en marcha el servicio, hasta el 15 de septiembre, dos d¨ªas antes de que el Rey decidiese no nombrar un candidato a la investidura, 112.000 personas hab¨ªan hecho la solicitud, seg¨²n el INE. Los datos de esta nueva oleada de peticiones, promovida tras la repetici¨®n electoral, a¨²n no se conocen. De los 167 millones de euros que costar¨¢ esta nueva cita con las urnas, el trabajo de Correos supondr¨¢ unos 56,5 millones que sufragar¨¢n, adem¨¢s de la propaganda electoral, la tramitaci¨®n del voto exterior.
No es la ¨²nica acci¨®n de protesta. Esta semana, los temas #yonovoto o #abstencionactiva se convirtieron en tendencia en la red social Twitter. Los grupos de whatsapp se llenaron de memes que llaman a no votar. O, en otro ejemplo, la secci¨®n de Cartas a la Directora de este diario se llen¨® de quejas contra la situaci¨®n de bloqueo, de cr¨ªticas a los pol¨ªticos y de decepci¨®n ante la falta de acuerdo.
La sombra de la baja participaci¨®n planea sobre la cita del pr¨®ximo 10 de noviembre, pero a siete semanas de los comicios es dif¨ªcil calibrar c¨®mo puede afectar a los resultados. La ¨²nica ocasi¨®n en la que los espa?oles volvieron a las urnas por la imposibilidad de formar gobierno fue en junio e 2016, seis meses despu¨¦s de las elecciones de diciembre de 2015 en las que Mariano Rajoy declin¨® presentarse a la investidura por no tener los apoyos suficientes. Entonces la participaci¨®n baj¨® de 73,2% al 69,8%. Pero la situaci¨®n de hast¨ªo entre los ciudadanos no era la de ahora.
Los expertos reconocen que se da una situaci¨®n de enfado generalizado, pero difieren de su efecto real sobre las urnas. ¡°Una parte del cabreo va a desaparecer, pero no parece que vaya a ser sustituido por entusiasmo, sino por apat¨ªa o desinter¨¦s¡±, dice la polit¨®loga Berta Barbet. Su colega Jos¨¦ Fern¨¢ndez Albertos considera que el activismo que se ve en este tipo de campa?as viene de ¡°gente interesada por la pol¨ªtica, mientras que el abstencionismo real se mueve m¨¢s entre personas que no se ven motivadas a ir votar ni est¨¢n tan politizadas¡±. Guti¨¦rrez-Rub¨ª, sin embargo, cree que, esta vez, el enfado puede mantenerse en el tiempo. ¡°La abstenci¨®n t¨¦cnica, eso s¨ª es nuevo y tiene potencial. Me abstengo para protestar, como una papeleta invisible que recoge mi estado de ¨¢nimo, no mi desinter¨¦s¡±, explica.
Desde los partidos, el mensaje es que no hay miedo a la desmovilizaci¨®n de los suyos, pero de ella depender¨¢n los resultados que salgan, otra vez, de las urnas. ¡°La activaci¨®n del voto es tard¨ªa y depender¨¢ del tono de la campa?a¡±, advierte Pablo Sim¨®n, profesor de ciencias pol¨ªticas en la Universidad Carlos III de Madrid y editor de Politikon. Faltan siete semanas para volver a votar y, por ahora, la guerrilla antielectoral marca este nuevo camino a las urnas.?
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