El ¨®rdago final de Rivera que sorprendi¨® a los suyos
El presidente de Ciudadanos solo confi¨® a Villegas la oferta de una abstenci¨®n condicionada para la investidura
Hasta el pasado lunes a las nueve de la ma?ana, apenas dos dirigentes conoc¨ªan en Ciudadanos el volantazo que iba a dar la estrategia del partido en los minutos de descuento de la investidura de Pedro S¨¢nchez. Albert Rivera aguant¨® estoico casi cinco meses de presiones y una crisis interna decidido en el rechazo a un apoyo al candidato socialista. Desde hac¨ªa un tiempo, sin embargo, ten¨ªa tambi¨¦n el convencimiento de que al final, si hac¨ªa falta, se mover¨ªa, seg¨²n fuentes de la c¨²pula de la formaci¨®n. Jos¨¦ Manuel Villegas, secretario general y su mano derecha, fue el ¨²nico que supo todo el tiempo la jugada. Rivera quiso resistir hasta el ¨²ltimo minuto en el ¡°no¡± para ser cre¨ªble y ahuyentar el fantasma de partido voluble que ha perjudicado a Ciudadanos. Tanto, que perdi¨® a algunos de los suyos por el camino. ¡°Si me fui es porque pienso que Rivera no va a cambiar de estrategia¡±, confes¨® a EL PA?S tras su marcha Toni Rold¨¢n, la dimisi¨®n que m¨¢s ha dolido en el partido.
Ese lunes, Rivera descoloc¨® a su ejecutiva permanente con una propuesta de abstenci¨®n en la investidura de S¨¢nchez a la que llevaba meses neg¨¢ndose. Es el d¨ªa que comienza la ronda de consultas del Rey para designar un candidato. En la reuni¨®n, a primera hora, Rivera le dice a su n¨²cleo que ha reflexionado el fin de semana y somete a debate una propuesta no cerrada sobre una posible abstenci¨®n condicionada, seg¨²n relatan varios de los presentes. Es ah¨ª cuando discuten y deciden las condiciones que le ponen a S¨¢nchez: la ruptura del acuerdo de Gobierno en Navarra, la puesta en marcha de una mesa para una posible aplicaci¨®n del 155 en Catalu?a, el compromiso de que no habr¨¢ indultos a los l¨ªderes del proc¨¦s, y un pacto econ¨®mico.
Todos est¨¢n de acuerdo en lanzar la oferta. Solo Ignacio Aguado, vicepresidente de la Comunidad de Madrid, plantea algunas dudas, pero al final la misma ejecutiva que llevaba meses resistiendo en el no, aprueba por unanimidad ¡ªen una decisi¨®n por asentimiento, sin votaci¨®n¡ª abrirle una puerta a S¨¢nchez. Rivera lo comunica a mediod¨ªa en rueda de prensa en la sede del partido. ¡°Es una soluci¨®n de Estado para un momento l¨ªmite¡±, argumenta. Unos minutos antes ha tenido una conversaci¨®n por tel¨¦fono con el l¨ªder del PP, Pablo Casado, a quien le propone actuar juntos. Le encuentra receptivo, aunque luego el PP no se sumar¨¢. En paralelo, se informa con rapidez a los miembros del comit¨¦ ejecutivo (la direcci¨®n ampliada) de que el partido va a dar un viraje de 180 grados, un movimiento que ya ha expirado para la nueva convocatoria electoral.
Rivera solo confi¨® a Villegas que barajaba dar este paso, seg¨²n relatan varias fuentes de la direcci¨®n que desconoc¨ªan la oferta hasta que el l¨ªder de la formaci¨®n la puso el pasado lunes encima de la mesa de su ejecutiva permanente. Suele ser frecuente que las decisiones de calado las discutan ellos dos, aunque piden consejo a varios asesores de dentro y fuera del partido, que funcionan con la m¨¢xima discreci¨®n. La permanente, el n¨²cleo de 15 miembros que discute la estrategia, se sorprendi¨® del giro casi como el resto. De este grupo forman parte dirigentes como In¨¦s Arrimadas, portavoz parlamentaria, o Bego?a Villac¨ªs, vicealcaldesa de Madrid.
El lunes anterior no se hab¨ªa puesto sobre la mesa ning¨²n movimiento para la investidura, aunque ya quedaban solo 15 d¨ªas para la disoluci¨®n de las Cortes y el PSOE y Podemos segu¨ªan sin llegar a ning¨²n acuerdo. A pesar de ello, en la direcci¨®n no han sentido que se encontraran con algo cocinado. ¡°Rivera no present¨® la idea cerrada, sino que la abri¨® a debate. La ejecutiva podr¨ªa haber decidido que no hac¨ªamos la oferta al PSOE¡±, contrapone una dirigente del ¨®rgano. No fue as¨ª porque la c¨²pula volvi¨® a estar de acuerdo con el l¨ªder y siguieron adelante.
?Por qu¨¦ lanzaron la oferta en los minutos de descuento para la investidura? Rivera ha argumentado que quiso esperar a constatar el fracaso definitivo en la negociaci¨®n entre el PSOE y Podemos. Pero el contexto tambi¨¦n es el de un descenso brusco en las encuestas desde la pasada investidura fallida. Las alarmas se encendieron tras las vacaciones. Seg¨²n algunas fuentes, la direcci¨®n hab¨ªa recibido hac¨ªa pocos d¨ªas datos propios preocupantes. En el promedio de sondeos de EL?PA?S, Ciudadanos ha perdido casi tres puntos de intenci¨®n de voto desde abril. A principios de septiembre, Metroscopia detect¨® que el partido apenas estaba reteniendo a la mitad de su electorado: una parte duda, otra se refugia en la abstenci¨®n y otra se marcha al PP, PSOE y Vox. La oferta a S¨¢nchez in extremis podr¨ªa cambiar esta din¨¢mica. ¡°Mi duda es que no s¨¦ si el movimiento ha resultado cre¨ªble. A¨²n no tenemos datos para saberlo. El ¨®rdago real habr¨ªa sido ofrecer el pacto del abrazo¡±, analiza Ver¨®nica Fumanal, presidenta de la Asociaci¨®n de Comunicaci¨®n Pol¨ªtica.
Las encuestas
El electorado de Ciudadanos es especialmente sensible al contexto y muy pragm¨¢tico, explica Paco Camas, analista de Metroscopia. ¡°A este tipo de votante le provoca frustraci¨®n el bloqueo pol¨ªtico¡±, apunta. ¡°Es un perfil de orden: quiere que las cosas funcionen, que los partidos sean ¨²tiles¡±. La c¨²pula de Ciudadanos tuvo muy presente c¨®mo se estaba percibiendo al partido en el bloqueo. Manejaron estudios en los que vieron que su electorado les reclamaba moverse. ¡°El votante te pide cosas contradictorias. Te dice que a S¨¢nchez, ni agua, pero tambi¨¦n que hagas algo para salir del bloqueo¡±, resume otro integrante del n¨²cleo. En el partido est¨¢n convencidos de que la oferta va a demostrar que intentaron una salida. Que no se entender¨¢ solo como un movimiento t¨¢ctico para afrontar las nuevas elecciones.
Rivera aguant¨® casi cinco meses, una investidura fallida y una crisis interna con un reguero de dimisiones con la negativa al pacto con el PSOE. Salvo por las dimisiones, el resto de la formaci¨®n cerr¨® filas en torno al no a S¨¢nchez. Y ahora, de forma significativa, el movimiento in extremis que abr¨ªa la puerta a S¨¢nchez ha sido recibido internamente con j¨²bilo. ¡°Las bases y los cargos intermedios han vibrado con esto. Nos preocupaba precipitarnos a unas elecciones sin haber intentado nada¡±, confiesa un diputado. Dirigentes y cuadros consultados defienden haber esperado hasta el ¨²ltimo minuto para el giro, que ya ha caducado porque a las pr¨®ximas elecciones Rivera volver¨¢ a presentarse con la cr¨ªtica al l¨ªder socialista como eje de su campa?a, y acaba de ofrecer a Pablo Casado construir un Gobierno conjunto si la derecha logra un solo esca?o m¨¢s. ¡°Al aguantar todo este tiempo hemos ganado una cosa muy importante: credibilidad¡±, razona un miembro de la direcci¨®n. Credibilidad en el rechazo a S¨¢nchez, que vuelve para el 10-N.
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