La ¨®smosis Batasuna-Torra

Los indepes, al 99,99% son pacifistas y civilizados. As¨ª, no deben pasar por alto que algunos de sus dirigentes, como los presidents Carles Puigdemont y Quim Torra, flirtean con activistas violentos. Y con exterroristas no arrepentidos. Lo hacen en entrevistas, tuits y declaraciones.

Esta ¨®smosis, creciente desde 2015 ¡ªcuando 24 exmiembros de la terrorista Terra Lliure firmaron un manifiesto pro investidura de Artur Mas¡ª, supone una dr¨¢stica ruptura del cord¨®n sanitario militante contra los violentos mantenido hasta entonces por el nacionalismo. Esa ruptura ensombrece al movimiento separatista. Le enajena simpat¨ªas. Y procura un blanqueo retrospectivo de la violencia. La de baja intensidad, como los escraches de los CDR, a los que Torra anima a ¡°apretar¡± (1/10/2018), quiz¨¢ porque, sol¨ªcito, ¡°yo tengo a toda mi familia apuntada a los CDR¡± (12/5/2018).

O la (distinta) violencia mort¨ªfera. Como los asesinatos cometidos por el Ex¨¨rcit Popular Catal¨¤/Terra Lliure contra el industrial Jos¨¦ Mar¨ªa Bult¨® o el exalcalde Joaqu¨ªn Viola, en 1977, con bombas retardadas adheridas a sus cuerpos con esparadrapo. La prescripci¨®n por el paso del tiempo o el cumplimiento de penas de c¨¢rcel reintegra a los violentos sus derechos c¨ªvicos. Pero eso no implica un deber de jalearlos en los medios p¨²blicos, como han hecho TV-3 y Catalunya-R¨¤dio en 2015 con el hoy sindicalista indepe y ex Terra Lliure Carles Sastre (condenado a 30 a?os por asesinar a Bult¨®; cumpli¨® 11). Le ensalz¨® Xavier Graset como ¡°gran reserva del independentismo¡± y le recibi¨® M¨®nica Terribas como a uno de ¡°los hist¨®ricos del independentismo combativo¡±, uno de ¡°los compa?eros de Terra Lliure¡±. Ni obliga a Torra a invitarle a la solemne presentaci¨®n de la Casa de la Rep¨²blica (30/10/2018).

Ni justifica ensalzarlos con ¡°visitas de Estado¡± al Parlament, como hicieron Carme Forcadell y Puigdemont (18/5/2016) con Arnaldo Otegui (ex Herri Batasuna, l¨ªder de EH Bildu), o rendirle pleites¨ªa en una visita de Torra a Euskadi (7/11/18), mientras despreciaba los consejos del lehendakari ??igo Urkullu. O a recibirle ¡ªPuigdemont¡ª con todos los honores en Waterloo (7/11/2018) o conspirar con ¨¦l en Suiza. Ni tampoco a acoger, gozoso, en la Casa de la Rep¨²blica, al tambi¨¦n fundador de Terra Lliure, entrenado por ETA, Frederic Bentanachs (2/9/2019).

Ni el transcurso del tiempo, ni la redenci¨®n carcelaria borran la memoria hist¨®rica democr¨¢tica. Ni las fechor¨ªas del dictador. Ni los asesinatos de los terroristas y sus c¨®mplices pol¨ªticos.

Son malas compa?¨ªas. Porque Sastre se opuso a la disoluci¨®n de Terra Lliure. Y Otegui habr¨¢ reconducido a los etarras, pero a¨²n debe condenar solemnemente sus cr¨ªmenes. Y Bentanachs sigue apoyando la violencia, pero no la callejera: ¡°La violencia la enmarca el pueblo y cuando la marca todo un pueblo ya no son disturbios, es un hecho revolucionario (¡­), si se tiene que ocupar el Parlament, se ocupa, pero no se entra a enganchar un adhesivo y salir por patas¡±, reivindica (10/12/2018).

A esta historia le falta un protagonista rutilante. El abogado de Puigdemont y Torra, Gonzalo Boye. Amerita m¨¢s espacio.