As¨ª vota el pueblo rojo en el que la derecha ¡°ya est¨¢ rendida¡±
La localidad gaditana de Trebujena suma 36 a?os de gobierno municipal comunista, frente un PSOE que concentra el voto ¡°conservador¡±
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En Trebujena tienen claro que como les descantillen un solo derecho, hay huelga en el pueblo. En esas estaban en febrero de 2008, cuando empez¨® a salir humo negro del campanario de la iglesia. M¨¢s de 200 militantes de izquierdas, que estaban a punto de partir a una manifestaci¨®n en Sevilla, se bajaron de los autobuses para salvar a los santos de las llamas y meterlos en el Ayuntamiento. Aqu¨ª, en plena ribera gaditana del Guadalquivir, presumen con honra de 36 a?os de gobierno comunista, pero tambi¨¦n tienen claro que lo suyo ¡°no es la izquierda radical¡±.
La advertencia la hace Juan Rodr¨ªguez sentado con otros seis amigos, precisamente, en la plaza de iglesia. ?l ¡ªsindicalista entregado de 73 a?os¡ª fue uno de esos comunistas que sac¨® los santos del fuego. Revive la an¨¦cdota para hacer comprender al forastero la idiosincrasia de un pueblo de 7.054 habitantes en el que la derecha no tiene nada que hacer, desde mucho antes siquiera de que acabase la dictadura. Rodr¨ªguez acaba de renovar voto a la izquierda en este domingo soleado y ventoso de elecciones generales. Igual que el pasado 28 de abril, igual que lleva haciendo desde hace 40 a?os. ¡°Bastante cost¨® votar. A m¨ª esta gente no me aburre, si no me aburri¨® Franco¡¡±, tercia orgulloso.
A Trebujena la conocen como el pueblo rojo de una provincia que, en las urnas, se debate siempre entre el bipartidismo reinante en el pa¨ªs. Si esta localidad rodeada de marismas y vi?as fuese representativa de Espa?a, el Congreso no tendr¨ªa ni un diputado de otra fuerza pol¨ªtica que no fuesen Izquierda Unida y PSOE, ni siquiera de Podemos. De los 13 concejales del pleno, siete son de IU y seis, socialistas en la oposici¨®n. ¡°Es que aqu¨ª ellos [por el PSOE] son los que recogen el voto m¨¢s conservador¡±, asegura Jos¨¦ Ruiz, el Borrego, vecino de banco y de ideas de Rodr¨ªguez.
Incluso en el PP local asumen que en Trebujena ¡°est¨¢ todo el pescado vendido¡±. ¡°Aunque nosotros, si hace falta, fre¨ªmos m¨¢s¡±, asegura orgullosa Milagros ?lvarez, una de los ocho apoderados que el partido de derechas tiene en el pueblo. El 28 de abril, solo el 6,41% de los 4.567 votantes se decant¨® por el PP, seguido del 5,91% que sum¨® Ciudadanos y el exiguo 3,25% ¡ª144 vecinos¡ª que concentr¨® Vox. Gan¨® Unidas Podemos con el 53,21% del escrutinio, justo por delante del PSOE con 28,96%. ¡°Y esto es as¨ª desde hace a?os. No hay forma de que se mueva¡±, explica Juan Leal, otro apoderado del PP y candidato frustrado de este partido a las ¨²ltimas municipales.
Hace ya m¨¢s de 30 a?os que el Partido Comunista se integr¨® en las filas de IU, aunque en Trebujena ¡°el 80% de los militantes de Izquierda Unida est¨¢n afiliados tambi¨¦n al PCE¡±, seg¨²n explica su alcalde, Jorge Rodr¨ªguez, hijo de Juan el sindicalista. ?l y los suyos hacen de su capa un sayo y cierran filas con Unidas Podemos en las generales. ¡°El prisma local es diferente. Este es un pueblo eminentemente de izquierdas. Yo, por ejemplo, en las municipales no considero al PSOE un partido de izquierdas¡±, apunta Rodr¨ªguez.
En el pueblo rojo de Trebujena los comunistas no tienen los cuernos que el franquismo les atribuy¨® y su alcalde anhela que su propio partido les muestre como ejemplo para derribar estereotipos sobre la izquierda. ¡°Aqu¨ª hay trabajo y dinero. Tenemos cuatro entidades bancarias para 7.000 vecinos, ?quieres m¨¢s se?as?¡±, se pregunta Rodr¨ªguez. Probablemente, no exagera. Aunque la tasa oficial de paro se mueve en el 20%, asegura el regidor que la cifra es irreal porque muchos trabajadores encuentran empleo en otras localidades, donde s¨ª son contabilizados.
Los trebujeneros est¨¢n tan cotizados m¨¢s all¨¢ de sus tierras porque, mayoritariamente, se dedican al sector sanitario, gracias a que Ayuntamiento gestiona un centro de formaci¨®n profesional en esta rama laboral desde hace a?os. ¡°De las 3.000 personas que creemos que componen la poblaci¨®n activa, el 60% trabaja en sanidad p¨²blica¡±, apunta el alcalde. El pueblo no llega a los 600 parados ni rebasa los 35 usuarios habituales de Asuntos Sociales del Ayuntamiento, seg¨²n sus mismos c¨¢lculos: ¡°Aqu¨ª la conciencia es ganarse la peon¨¢ d¨ªa a d¨ªa¡±.
Eso de ganarse el jornal es solo una parte de la reminiscencia que justifica la idiosincrasia pol¨ªtica y social de Trebujena. ¡°Siempre hemos sido referentes en la lucha del jornalerismo andaluz¡±, explica Juan Romero, apoderado del PSOE en el colegio electoral del Ayuntamiento y edil municipal de 1987 a 1991, ¨²nico mandato en el que su partido gobern¨® el pueblo. El padre del alcalde recuerda esas reuniones clandestinas de Comisiones Obreras en las vi?as durante el franquismo. Y su hijo advierte: ¡°Eso sigue vivo. Si nos atacan los derechos, hacemos huelga y salimos a la calle¡±.
Que se lo digan al mism¨ªsimo Steven Spielberg. El pueblo le mont¨® una huelga al director de cine en los ochenta cuando supo que la productora de El imperio del sol?¡ªs¨ª, esos espectaculares exteriores se rodaron aqu¨ª¡ª pretend¨ªa escoger a los extras en un casting, en lugar de respetar el orden de la lista de parados que los sindicatos le entregaron. Luego han venido muchas m¨¢s. La ¨²ltima, hace dos a?os, consigui¨® cerrar el pueblo entero cuando la Junta de Andaluc¨ªa intent¨® recortar en monitores de educaci¨®n especial.
El esp¨ªritu contestatario se siente en cada conversaci¨®n de caf¨¦ del pueblo y en las urnas. ¡°Aqu¨ª vivimos pol¨ªtica¡±, explica Ruiz, sentado justo al lado de Rodr¨ªguez. Ya en abril, el 80,92% de los vecinos fue a votar y, a juzgar por el ambientazo ma?anero en el colegio electoral del Ayuntamiento, este 10-N ser¨¢ parecido. ¡°En Trebujena la pol¨ªtica se habla y se practica. No hemos luchado tanto para luego no ejercer nuestro derecho¡±, sentencia el Borrego, antes de levantar la sesi¨®n de debate amistoso a la sombra de la iglesia que los comunistas salvaron de las llamas.
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