El ingl¨¦s que Spielberg se dej¨® en Trebujena
El t¨¦cnico de efectos especiales John Baker dej¨® Inglaterra tras el rodaje de 'El imperio del sol' para convertirse en un gaditano m¨¢s
¡°Gracias a Dios todav¨ªa puedo disfrutar del mosto. El mejor mosto del mundo¡±, agradece John Baker, sobre un escenario en Trebujena ante cientos de vecinos que le ovacionan. La primera vez que el ingl¨¦s, nacido en una localidad cercana a Londres hace 77 a?os, pis¨® este pueblo gaditano de 7.000 personas no imaginaba que acabar¨ªa siendo hijo predilecto. Se qued¨® embobado con las avenidas, las palmeras, los atardeceres... e Isabel. ¡°Y el vino, el vino¡±, repite una y otra vez, con marcad¨ªsimo acento ingl¨¦s. Era 1987 y Baker ven¨ªa a trabajar en El imperio del sol. 30 a?os despu¨¦s el Ayuntamiento ha organizado un acto para conmemorar a aquellos que participaron en la pel¨ªcula, con menci¨®n especial para Baker, desde entonces un trebujenero m¨¢s.
Con El imperio del sol, su director, Spielberg conoci¨® el sindicalismo andaluz. Trebujena, antes y ahora salpicada de limoneros y banderas de izquierdas (republicanas, del PCE, del SAT ¡ªSindicato Andaluz de Trabajadores y trabajadoras¡ª), atrajo la mirada del cineasta norteamericano por el parecido de las marismas gaditanas con los parajes chinos que pretend¨ªa emular y por la extraordinaria belleza de sus atardeceres. CC OO?mostr¨® su disconformidad a la productor de la pel¨ªcula. En Trebujena hab¨ªa unas cifras de paro salvajes (poco ha cambiado desde entonces, con cifras que superan el 30% en 1987 y ahora) y los trabajadores fueron elegidos al margen de las oficinas de empleo. Spielberg dijo que no entend¨ªa de esas cosas. Tres d¨¦cadas m¨¢s tarde, Miguel Di¨¢nez, por aquel entonces secretario local del sindicato, le quita hierro: ¡°Fueron las malas formas de los americanos, pero entendimos que no pod¨ªamos quejarnos porque se iba a volver contra nosotros. El resto del rodaje fue perfecto¡±, recuerda. ?l tambi¨¦n ha estado presente en el homenaje del ingl¨¦s.
Por aquel entonces John Baker no pretend¨ªa quedarse m¨¢s del tiempo justo en Trebujena. Estaba obcecado en su gran obra, como encargado de los efectos especiales: que la explosi¨®n de la pista a¨¦rea y los hangares fuera impoluta. Y as¨ª fue. ¡°Antes no se hac¨ªan las cosas por ordenador. Antes era todo mec¨¢nico y realista¡±, remacha. Un d¨ªa, tras una ma?ana de rodaje, este pelirrojo grande y barbudo de 47 a?os entr¨® en el bar El Litri y vio a Isabel Gal¨¢n. "Eran las 14 horas del 14 de febrero de 1987", puntualiza ella, que por aquel entonces ayudaba en el bar a cortar lechugas para las ensaladas.
Baker no era el ¨²nico ingl¨¦s en el bar. Diego G¨®mez Sempere, supervisor de producci¨®n de la pel¨ªcula, ahora con 81 a?os, recuerda que la afici¨®n inglesa al vino trebujenero dio alguna complicaci¨®n en la pel¨ªcula: "Los pilotos de los aviones eran ingleses y como en los descansos se iban al bar, luego en los vuelos ven¨ªan como trompas y se acercaban demasiado a Do?ana¡±. El parque natural nos paraliz¨® los vuelos y dio m¨¢s de un quebradero de cabeza a los productores. ¡°He trabajado en 151 pel¨ªculas, 70 de ellas con ingleses. Siempre han sido igual¡±.
"Aqu¨ª me suena algo"
Cuando Baker entr¨® en El Litri se fij¨® en Gal¨¢n: una chica guapa 20 a?os m¨¢s joven que ¨¦l con una larga melena. Gal¨¢n vio en ¨¦l a otro ingl¨¦s m¨¢s, otro de los muchos que andaban por el pueblo en estos d¨ªas de rodaje. ¡°Yo pens¨¦: 'Uy, un ingl¨¦s de la pel¨ªcula'. Algo as¨ª te pone contenta, es algo que no pensaba que iba a conocer¡±. A ella la diferencia de edad le echaba para atr¨¢s, pero no contaba con que ¨¦l se comprar¨ªa un diccionario de espa?ol. A ella no se le ocurri¨® que fuera a funcionar. ¡°Pero un d¨ªa me dije, Dios m¨ªo, aqu¨ª me suena algo¡±, cuenta ahora poni¨¦ndose una mano en el pecho.
El rodaje de El imperio del sol termin¨® y Baker se fue a Tailandia. Empezaba el rodaje de Corazones de hierro, otra pel¨ªcula b¨¦lica ambientada en la II Guerra Mundial, esta vez dirigida por Brian de Palma. Ella no lo pens¨® y se fue sola, siguiendo la estela del ingl¨¦s. All¨ª ¨¦l le pidi¨® matrimonio. ¡°Llor¨¦ mucho, ?verdad John? [Baker asiente con la cabeza]. Fue muy bonito, pero me falt¨® mi familia. Yo solo hab¨ªa salido del pueblo para ir a C¨¢diz, a un m¨¦dico, a Jerez, a otro m¨¦dico... Pero ya est¨¢. Fui valiente y me fui¡±, relata, emocionada. Ella le puso una ¨²nica condici¨®n: ten¨ªan que establecerse en Trebujena. ?l dijo s¨ª. Ella, tambi¨¦n.
Babelia
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