Los Reyes homenajean en Cuba a los h¨¦roes de 1898

Felipe VI puso este jueves el broche a la primera visita de un Rey de Espa?a a su ¨²ltima colonia americana con una escala en Santiago de Cuba, a casi 1.000 kil¨®metros al este de la capital. Fue all¨ª donde, en julio de 1898, Estados Unidos hundi¨® la flota del almirante Pascual Cervera, causando m¨¢s de 300 muertos, y se libr¨® un encarnizado combate terrestre que se cobr¨® 600 vidas.

En ambos lugares se rindi¨® homenaje a los ca¨ªdos: en el castillo del Morro de San Pedro de la Roca, a la entrada de la bah¨ªa santiaguera, un corneta cubano interpret¨® el toque de oraci¨®n por los marinos fallecidos, mientras que los Reyes donaron al museo local un cuadro de Jos¨¦ Arias titulado El Mar que nos une y descubrieron una placa conmemorativa; en Las Lomas de San Juan, depositaron una corona de laurel en el monumento al soldado espa?ol desconocido.

¡°Este viaje tiene una dimensi¨®n hist¨®rica¡±, explic¨® el ministro de Exteriores en funciones, Jos¨¦ Borrell; y el homenaje? debe servir ¡°para que los espa?oles recordemos lo que fuimos, [porque] lo conocemos mal o no lo conocemos¡±. El desastre del 98 sirvi¨® para que Estados Unidos se convirtiera en una potencia internacional ¡°y lo hizo a nuestras costillas¡±, apostill¨®.

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Se trataba, seg¨²n fuentes gubernamentales, de una ¡°asignatura pendiente¡±. En el castillo de San Pedro las autoridades cubanas pusieron una placa con los nombres de los marinos espa?oles que perecieron bajo el fuego de los m¨¢s modernos y potentes buques norteamericanos, en una batalla naval que no merec¨ªa tal nombre por la desproporci¨®n de fuerzas, pero hasta ahora Espa?a no les hab¨ªa rendido tributo. Cuando en 1998 se conmemor¨® el primer centenario del desastre, las malas relaciones de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar con Fidel Castro impidieron el homenaje.

El Gobierno quer¨ªa que en el acto de este jueves participara la fragata M¨¦ndez N¨²?ez de la Armada espa?ola, la misma que retir¨® en mayo del Grupo de Combate estadounidense en el golfo P¨¦rsico, cuando escal¨® la tensi¨®n entre Washington y Teher¨¢n, y que luego ha continuado su singladura de vuelta al mundo; pero ¡°razones t¨¦cnicas¡± lo impidieron, seg¨²n Borrell.

El conflicto actual por la aplicaci¨®n de la Ley Helms-Burton, que amenaza a muchas empresas espa?olas con intereses en Cuba, y el hist¨®rico homenaje a los ca¨ªdos en el 98, que acab¨® con los restos del imperio espa?ol, han proyectado la imagen de que el viaje de los Reyes a Cuba ten¨ªa un sesgo de rechazo a Estados Unidos. Para conjurar ese riesgo, Felipe VI quiso dejar claro que su tributo en Santiago de Cuba no iba dirigido solo a los soldados espa?oles y cubanos sino tambi¨¦n a los estadounidenses que ¡°all¨ª murieron con honor¡±. ¡°Y tendr¨¦ bien presente las palabras de Jos¨¦ Mart¨ª¡±, a?adi¨® el Rey citando el h¨¦roe de la independencia cubana, ¡°cuando dijo que aquella fue una guerra sin odio¡±.