Brasil extraditar¨¢ en 60 d¨ªas a uno de los asesinos de la matanza de Atocha
Carlos Garc¨ªa Juli¨¢, pr¨®fugo desde hace un cuarto de siglo, ha agotado todos los recursos judiciales para evitar su entrega
Brasil ha notificado a Espa?a que la extradici¨®n de Carlos Garc¨ªa Juli¨¢, condenado a 193 a?os de c¨¢rcel por la matanza de Atocha poco despu¨¦s del fin de la dictadura franquista y pr¨®fugo desde 1994, ha sido concedida. Reclamado para que cumpla lo que le reste de pena, el plazo para la entrega es de 60 d¨ªas desde el pasado jueves, cuando la Embajada de Espa?a en Brasilia fue informada. El antiguo militante ultraderechista ha agotado todos sus recursos judiciales en Brasil para evitar ser extraditado a Espa?a.
El Tribunal Supremo de Brasil autoriz¨® inicialmente la extradici¨®n el pasado agosto, pero el preso present¨® varias apelaciones que fueron rechazadas hasta que el 26 de diciembre dio por cerrado el recorrido judicial del caso en este pa¨ªs, seg¨²n ha confirmado una portavoz del tribunal. Su abogado defensor, Daniel Mourad Majzoub, ha declarado a este diario que la repatriaci¨®n est¨¢ pendiente de la firma del presidente brasile?o, el ultraderechista Jair Bolsonaro. De todos modos, fuentes del Ministerio de Exteriores brasile?o han explicado que el presidente Bolsonaro ya ha autorizado la extradici¨®n, que el preso est¨¢ "apto para la extradici¨®n" y que ahora solo resta que Interpol de ambos pa¨ªses organice los detalles log¨ªsticos del traslado.
El espa?ol fue detenido hace 13 meses en S?o Paulo tras una fuga de d¨¦cadas que le llev¨® tambi¨¦n a Paraguay, Bolivia, Chile, Argentina y Venezuela. El condenado, que perpetr¨® la matanza de Atocha con otro ultra a los 24 a?os, tiene casi 70. Es reclamado para que cumpla los 3.855 d¨ªas que le restan de los 30 a?os de pena m¨¢xima que le fue impuesta en los a?os ochenta por matar a cinco personas en un bufete de abogados laboralistas Madrid, intento de asesinar a cuatro m¨¢s y por tenencia de armas. Era militante de la formaci¨®n ultraderechista Fuerza Nueva. Cuando fue detenido, en diciembre de 2018, Garc¨ªa Juli¨¢ viv¨ªa en S?o Paulo con residencia legal bajo una falsa identidad venezolana y trabajaba como conductor de Uber. Tiene pareja y una hija, seg¨²n Mourad.
Garc¨ªa Juli¨¢ est¨¢ encarcelado desde su detenci¨®n en un ala de la superintendencia de la polic¨ªa de S?o Paulo destinada a los presos inmersos en procesos de extradici¨®n.
¡°La estrategia desde el principio fue ganar tiempo¡±, explica el abogado Mourad, que sostiene que por cada d¨ªa que su cliente pasa encarcelado en Brasil -o cuando estuvo preso en Bolivia por un delito de drogas- se computa como tres d¨ªas de pena en Espa?a. Asegura que esas cuentas se apoyan en el precedente del Dioni, un famoso atracador de bancos que tambi¨¦n se refugi¨® en Brasil.
El abogado defensor sostiene que la firma del presidente Bolsonaro no es un mero tr¨¢mite y recuerda el caso del ultraizquierdista Cesare Battisti, que tras ser condenado por cuatro asesinatos en los sesenta se refugi¨® en Brasil. El entonces presidente, Lula da Silva, se neg¨® a entregarlo a Italia. Fue un caso muy sonado en Brasil que Bolsonaro ha utilizado de manera reiterada para acusar a Lula y al Partido de los Trabajadores de amparar a terroristas. Mourad desliza que Bolsonaro ¡°es un militar de ultraderecha¡±.
El militante ultraderechista fue condenado en Espa?a en 1980 por haber sido uno de los autores materiales de la matanza en la que en 1977, dos a?os despu¨¦s de la muerte de Franco, fueron asesinados a tiros tres abogados laboralistas, un estudiante de Derecho y un administrativo en Madrid. El bufete estaba en la c¨¦ntrica calle Atocha.
El condenado, quien cumpli¨® tan solo 14 a?os de prisi¨®n, se encontraba pr¨®fugo desde la d¨¦cada de los noventa, cuando obtuvo la libertad condicional y escap¨® a Am¨¦rica Latina, donde se le perdi¨® la pista hasta que fue arrestado en diciembre de 2018.
El asesino de los abogados de Atocha ha estado todo el a?o litigando ante el Tribunal Supremo de Brasil para intentar evitar su entrega a Espa?a, donde, seg¨²n las cuentas que hace su letrado, ya habr¨ªa cumplido los d¨ªas que le restaban de pena cuando huy¨® de Espa?a y deber¨ªa quedar en libertad.
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