S¨¢nchez acent¨²a el perfil econ¨®mico de su gabinete
Escriv¨¢ (Autoridad fiscal) y Gonz¨¢lez Laya (experta en Comercio) se suman a Calvi?o, Montero y D¨ªaz para reforzar el ala econ¨®mica del nuevo Ejecutivo
La espuma de la investidura deja un Gobierno de marcad¨ªsimo cariz econ¨®mico. Poco m¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s del estallido de una Gran Recesi¨®n que a¨²n sigue con nosotros ¡ªdos datos bastan para sostener esa tesis: un paro del 14% y una deuda p¨²blica del 100% del PIB¡ª, Pedro S¨¢nchez perfil¨® este viernes el Consejo de Ministros de la poscrisis con media docena de ministros econ¨®micos. La Moncloa y Ferraz apuntaban desde hace d¨ªas a un Ejecutivo con m¨¢s peso pol¨ªtico que el anterior. Esa clave pol¨ªtica estaba destinada a lidiar con el desaf¨ªo de Catalu?a, con los potenciales problemas asociados al primer Gobierno de coalici¨®n desde la Transici¨®n, y con una oposici¨®n brutal que ha arrancado antes de que el propio gabinete eche a andar. Pero a falta de solo tres nombres para completar el Consejo de Ministros, el nuevo Ejecutivo descolla sobre todo por el lado econ¨®mico, con una mezcla ¡ªaparentemente parad¨®jica¡ª de tecn¨®cratas y ministros abiertamente progresistas.
El propio presidente S¨¢nchez es economista. Y ha pescado en el caladero de la ortodoxia: su vicepresidenta Nadia Calvi?o tiene una exitosa carrera en Bruselas; el titular de Seguridad Social y Migraciones, Jos¨¦ Luis Escriv¨¢, pas¨® por el Banco Central Europeo, la jefatura de estudios del BBVA y la Autoridad Fiscal Independiente (Airef). E incluso la ministra de Exteriores, Arancha Gonz¨¢lez Laya, es una liberal experta en comercio que ha pasado por varios organismos internacionales. Mar¨ªa Jes¨²s Montero, ministra de Hacienda, gana peso adem¨¢s como portavoz. Esa bater¨ªa de nombres compensa con creces el perfil de Unidas Podemos, calificado como ¡°izquierda radical¡± en la prensa europea a pesar de que el programa pactado con el PSOE se acerca m¨¢s a la socialdemocracia cl¨¢sica que a cualquier otra cosa.
Quedan algunos nombres por conocer ¡ªlos ministros de Justicia, Cultura y Pol¨ªtica Territorial, que saldr¨¢n a la luz este fin de semana¡ª, pero la tesis de que el nuevo Ejecutivo tendr¨ªa un fuerte cariz pol¨ªtico pierde algo de fuelle. Las l¨ªneas maestras del programa pactado entre PSOE y Unidas Podemos pon¨ªan ya el acento por el flanco econ¨®mico: mucha pol¨ªtica fiscal, mucha agenda verde (con una nueva vicepresidencia, la de Teresa Ribera) y protagonismo para los derechos sociales a manos del vicepresidente Pablo Iglesias, la ministra de Trabajo, la gallega Yolanda D¨ªaz y el titular de Consumo, Alberto G¨¢rz¨®n.
S¨¢nchez descoloc¨® a Podemos con la cuarta vicepresidencia de Ribera, que diluye el poder de Pablo Iglesias. Y aguas abajo tambi¨¦n ha buscado equilibrar los perfiles de Podemos ¡ªuna combativa D¨ªaz y un economista como Garz¨®n, que se declara comunista¡ª con algo m¨¢s que un gui?o a la ortodoxia. La n¨¦mesis de D¨ªaz de cara a la posible reversi¨®n de las reformas laboral y de pensiones es un Escriv¨¢ que ha desarrollado sus propias propuestas de reforma en la Airef, alineado con Calvi?o y Montero.
Las primeras decisiones del Gobierno llegar¨¢n pronto: hay que aprobar la subida del salario m¨ªnimo, del sueldo de los funcionarios y de las pensiones. Y desde ah¨ª hay que empezar a negociar c¨®mo revertir las reformas del mercado de trabajo y de pensiones que las dos fuerzas (PSOE y Unidas Podemos) llevaban en sus respectivos programas electorales. El programa de Gobierno pactado por socialistas y podemistas ofrece muchos indicios al respecto. Ambos partidos han acordado una subida selectiva de impuestos (los m¨¢s destacados, IRPF para las rentas altas y Sociedades para las grandes empresas). Pero quiz¨¢ lo fundamental sea que el pr¨®ximo Ejecutivo es el primero en muchos a?os que promete un incremento del gasto social financiado con subidas de impuestos. Es decir, se atreve a priorizar la reducci¨®n de la desigualdad, con Espa?a entre los peores pa¨ªses de la UE, al nivel de los b¨¢lticos y varios del Este, seg¨²n Eurostat. Eso s¨ª: no hay muchas pistas acerca de c¨®mo van a cuadrar las cuentas
Futuras reformas
Hace a?o y medio, S¨¢nchez tuvo que improvisar en pocas horas su Ejecutivo, despu¨¦s de una moci¨®n de censura a la que ¨¦l mismo ve¨ªa pocas opciones de ¨¦xito solo una semana antes. Esta vez no ha pasado lo mismo: el presidente llevaba mucho tiempo d¨¢ndole vueltas a su nuevo equipo, y a¨²n se ha tomado unos d¨ªas m¨¢s, lo que ha desconcertado incluso a personas del m¨¢ximo nivel, convencidas de que estaba todo listo para empezar inmediatamente despu¨¦s de la investidura. Su equipo m¨¢s cercano ¡ªen el que F¨¦lix Bola?os, secretario general de la Presidencia, procede tambi¨¦n del Banco de Espa?a: otro perfil econ¨®mico¡ª aventuraba un Gobierno de marcado cariz pol¨ªtico ante la amenaza de una oposici¨®n implacable, el desaf¨ªo catal¨¢n y las potenciales luchas intestinas por el espacio dentro de la propia coalici¨®n. Sin descuidar el flanco pol¨ªtico, S¨¢nchez ha potenciado otro perfil, decididamente m¨¢s econ¨®mico, ante la desaceleraci¨®n que se avecina y los retrasos que arrastra Espa?a en ¨¢reas clave, como la transformaci¨®n digital o el cambio clim¨¢tico.
¡°El declive de los partidos socialdem¨®cratas es reversible a condici¨®n de recuperar las pol¨ªticas socialdem¨®cratas en los nuevos contextos sociales¡±, aseguraba el soci¨®logo Manuel Castells, flamante ministro de Universidades ¡ªa propuesta de En Com¨² Podem¡ª en Ruptura. En la pol¨ªtica presupuestaria, S¨¢nchez promete cumplir con Bruselas, pero tambi¨¦n m¨¢s gasto y m¨¢s impuestos para reducir la desigualdad. En la pol¨ªtica medioambiental, su apuesta por Ribera es clara. Iglesias, D¨ªaz y Garz¨®n, de Unidas Podemos, son el sello en las pol¨ªticas sociales. Pero la p¨¢tina ortodoxa tambi¨¦n est¨¢ ah¨ª: Calvi?o, Escriv¨¢ y Gonz¨¢lez Laya permiten cuadrar el c¨ªrculo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.