Cuando nieva sin nevar: la cencellada

- Mira mam¨¢, ?nieve!

- No es nieve, cari?o, si no ha llovido...

- Y, entonces, ?c¨®mo es que hay nieve?

El robusto y tozudo anticicl¨®n que abraz¨® la Pen¨ªnsula d¨ªas antes de Navidad y que, con peque?os matices, se ha mantenido hasta el pasado martes, ha dejado im¨¢genes curiosas m¨¢s all¨¢ de la boina de contaminaci¨®n de Madrid y otras grandes ciudades, tambi¨¦n propiciadas por la atm¨®sfera estable y la ausencia de lluvias y de viento. Desde el 22 de diciembre, pero sobre todo la semana pasada y hasta este martes, cuando se levant¨® la niebla y empezaron a subir las temperaturas, se ha podido ver en amplias zonas del interior peninsular campos nevados y coches y aceras completamente blancos sin que hubiera nevado, especialmente en los valles de Ebro y del Duero.

Muchos aficionados al tiempo han compartido im¨¢genes muy bellas, que han dado pie a debates sobre la naturaleza de este extra?o fen¨®meno, que en meteorolog¨ªa se denomina cencellada, tambi¨¦n llamada cencella o cence?ada, seg¨²n recoge el f¨ªsico Jos¨¦ Miguel Vi?as en su reci¨¦n publicado Diccionario Ilustrado del Tiempo y el Clima. Tanto se ha hablado de ella estos d¨ªas que la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa (Aemet) ha revisado y ampliado la entrada que le dedican en su Meteoglosario.

"Es uno de los meteoros (fen¨®menos atmosf¨¦ricos) m¨¢s llamativos", describe Rub¨¦n del Campo, experto en nubes y portavoz de la Aemet. Su formaci¨®n obedece a la presencia de?niebla engelante, un tipo de niebla que se produce con temperaturas muy bajas. "Es una niebla aparentemente normal, formada por gotitas muy peque?as de agua, pero que se encuentran en estado de subfusi¨®n, es decir, en estado l¨ªquido a pesar de estar por debajo de cero grados", explica.

Estas gotitas, en el mismo instante en el que chocan contra un objeto duro o una zona muy fr¨ªa, desde una farola, al suelo, una pared, un ¨¢rbol o una se?al de tr¨¢fico, se congelan y se quedan adheridas a la superficie. Detr¨¢s de esas gotitas vienen otras que se vuelven a congelar y a adherir, de forma que se crea una costra o dep¨®sito de hielo, la cencellada. Aunque ambos son t¨¦rminos muy relacionados, no son sin¨®nimos: la niebla engelante es la causa; la cencellada, el efecto.

Pero eso es escarcha de toda la vida, pueden replicar. Pues no: ambos fen¨®menos se diferencian en que en la escarcha se pasa directamente del estado de vapor de agua al estado s¨®lido. "La escarcha son cristalitos de hielo que se forman a partir del vapor atmosf¨¦rico y el que emiten las plantas en su respiraci¨®n, junto con las bajas temperaturas", indica Del Campo.

En su diccionario, Vi?as a?ade que las cencelladas son "acumulaciones de hielo blancas, de textura irregular y dureza variable", que pueden adquirir diferentes formas como plumas o agujas de hielo que, en ocasiones, tambi¨¦n pueden ser transparentes. Dan lugar a unas espectaculares estructuras alargadas que crecen en sentido contrario al que sopla el viento, de modo que el paisaje es similar a uno nevado.

Se pueden observar dos tipos de cencelladas, seg¨²n recoge el Meteoglosario. Una es la que se ha producido estos d¨ªas con viento flojo o en calma, lo que da lugar a cencellada "blanca, formada por plumas y agujas de hielo de color blanco que confieren un aspecto similar al de una nevada". Son producto de nieblas de irradiaci¨®n en fondos de valle. Sin embargo, con vientos m¨¢s intensos y temperaturas bastante negativas, m¨¢s habituales en zonas de monta?a y altas latitudes, se forma otra "cencellada dura, formada por un hielo duro y opaco a barlovento de los ¨¢rboles y otras superficies verticales, creando l¨¢minas de hielo a modo de peines y banderas, con estructuras muy espectaculares".

Pero no se dan solo peque?os detalles de nieve que deja la niebla en el paisaje. A veces son tan intensas que parece que ha nevado sin nevar. "Cuando la capa de niebla es muy densa y tiene muchas gotitas, en lugar de quedarse en subfusi¨®n, se congelan y de la niebla caen cristalitos de hielo que se ven. La cencellada es un dep¨®sito o acumulaci¨®n en objetos, pero estos cristalitos son una precipitaci¨®n", matiza el experto, que aclara que a esta suerte de llovizna congelada se la denomina cinarra. Este hidrometeoro es menos habitual que la centellada.? ?

Al fin y al cabo, la niebla es una nube a ras del suelo, de ah¨ª que pueda producir precipitaciones d¨¦biles. "T¨¦cnicamente se habla de niebla cuando la visibilidad horizontal se reduce a menos de un kil¨®metro. Si se ve m¨¢s, entre 1 y 10 kil¨®metros, hablamos de neblina o bruma, el mismo fen¨®meno pero menos intenso", aclara el experto.

En situaciones anticicl¨®nicas, en raras ocasiones puede incluso llegar a caer "una nevada casi aut¨¦ntica". "Cuando la niebla es muy densa y los cristalitos de hielo son muy abundantes, se unen y forman peque?os copos de nieve", detalla del meteor¨®logo. Son nevadas parecidas a las convencionales, pero no id¨¦nticas. "Cuando nieva de una nube asociada a un frente, son tambi¨¦n cristalitos de nieve que se van uniendo en su viaje a la superficie, pero entre ellos quedan huecos con aire, lo que los hace m¨¢s esponjosos", describe el meteor¨®logo. La nieve de la cinarra es granulada.

El Meteoglosario de Aemet habla en el caso de la cinarra de "gr¨¢nulos de hielo muy peque?os, blancos y opacos". Son achatados o alargados, con un di¨¢metro que no suele superar un mil¨ªmetro. A diferencia de la nieve habitual, estos copos no rebotan cuando llegan al suelo y "cae en cantidades muy peque?as y nunca en forma de chubasco".