Contra el estr¨¦s nacional
El presidente se esmer¨® en la puesta en escena de la normalidad y su mejor tono de buen chico, pero con la tensi¨®n de que quiz¨¢ tambi¨¦n estas im¨¢genes se las pondr¨¢n un d¨ªa por algo que ha dicho
¡°En pol¨ªtica, como en la vida¡¡±. No pod¨ªa ser posible, S¨¢nchez empez¨® la entrevista con una frase del ADN de Rajoy, su muletilla de siempre para quitar importancia a las cosas. La Moncloa da esa perspectiva filos¨®fica de que todo es mucho m¨¢s complicado de lo que parece: efectivamente, al nuevo presidente del Gobierno le acababan de preguntar por su cambio de opini¨®n sobre Pablo Iglesias. La entrevista de TVE arranc¨® con un pr¨®logo de tres declaraciones del l¨ªder del PSOE (18 de julio, 19 de septiembre y 26 de octubre de 2019) poniendo a parir a su actual vicepresidente. S¨¢nchez no se inmut¨®, vino a decir que la vida es as¨ª. No pod¨ªa dejar de esperar esa pregunta y qu¨¦ otra cosa vas a responder. Ana Blanco y Carlos Franganillo le preguntaron sin rodeos y sin ¨¦nfasis, una buena muestra de televisi¨®n p¨²blica. Se agradeci¨® mucho, en el deteriorado g¨¦nero de las charletas con pol¨ªticos, que fuera una cosa seria y no se pusieran a jugar al futbol¨ªn.
S¨¢nchez se esmer¨® en la puesta en escena de la normalidad para insuflar tranquilidad, sedar el estr¨¦s nacional y hasta el temporal Gloria. Detr¨¢s, a sus espaldas, se agitaban como condenados los ¨¢rboles del jard¨ªn con una luz met¨¢lica irreal, buena met¨¢fora del panorama nacional.
Utiliz¨® su tono m¨¢s inocente, su mejor porte de buen chico, sus dotes m¨¢s trabajadas ante el espejo, su sangre fr¨ªa de manual de resistencia para decir que no es para tanto, que todo va a ir bien, que vamos a relajarnos todos un poco. El problema es que es justo lo que saca de quicio al votante medio de derechas, que parezca tan tranquilo, porque solo lo atribuye a la irresponsabilidad, pero es que ni aunque se metiera a cura se lo creer¨ªan.
Frente al llamado ¡°pin parental¡± de Vox, que ridiculiz¨® de forma eficaz (y tampoco hace falta tanto), llevaba en la solapa un pin de la agenda de desarrollo sostenible de 2030, que por cierto lleva Iglesias. Era como llevarle ah¨ª colgadito de inc¨®gnito, como Pepito Grillo. Erratas graciosas en los r¨®tulos (¡°Reuni¨®n con Torra¡±, ¡°consensos rotos¡±) ayudaban a calmar los nervios.
Los frecuentes planos cortos, muy cerca, incluso demasiado porque se hac¨ªa violento, como cuando vas con gente en un ascensor y les ves los pelos de las orejas, invitaban a escrutar que S¨¢nchez no tiene ni uno, y que no le traicionaban los tics cuando dec¨ªa lo contrario de lo que una vez dijo o de lo que le acusan. Que no ten¨ªa nada que temer, un desaf¨ªo a la transparencia a puro huevo, con la c¨¢mara en primer plano. Porque estas im¨¢genes se las pondr¨¢n alg¨²n d¨ªa por algo que ha dicho, ya lo sabe y ya lo intuimos todos. Esa tensi¨®n era patente, un suspense que casi daba risa. Hubo un momento muy bueno cuando le pusieron unas declaraciones suyas y la pantalla se parti¨® en dos, el S¨¢nchez de hoy lunes a las diez de la noche miraba al S¨¢nchez del a?o pasado. No pudo evitar que se le movieran involuntariamente los morritos, se le ve¨ªa inc¨®modo teniendo que escuchar a ese tipo, que adem¨¢s parec¨ªa m¨¢s joven. "Nos quedan 1.400 d¨ªas por delante", anunci¨®, entre la ilusi¨®n y pensando lo que va a envejecer.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.