El Gobierno da un giro y descarta unirse al eje francoalem¨¢n tras el Brexit

Espa?a no est¨¢ dispuesta a participar en el casting para sustituir al Reino Unido como tercera fuerza del motor francoalem¨¢n de la Uni¨®n Europea. El Gobierno de Pedro S¨¢nchez, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas, prefiere apostar por alianzas variables con distintos socios de la Uni¨®n en funci¨®n de los intereses de cada momento o de las diversas agendas comunitarias. La nueva estrategia supone un dr¨¢stico cambio respecto a la vieja aspiraci¨®n de Espa?a de subirse al podio comunitario y desplazar a otros posibles candidatos como Italia o Polonia. El Gobierno actual se retira de esa carrera.

El giro diplom¨¢tico encaja con la nueva Uni¨®n Europea, marcada por un eje francoalem¨¢n renqueante y por un creciente n¨²mero de alianzas ad hoc entre socios que se unen para temas puntuales. Pero tambi¨¦n parece responder a las necesidades del primer Gobierno de coalici¨®n de la democracia, en el que conviven el euroentusiasmo del PSOE con la eurocr¨ªtica de Unidas Podemos. La falta de afiliaci¨®n con un bloque predeterminado permitir¨¢ acomodar m¨¢s f¨¢cilmente las diferentes sensibilidades sobre el proyecto europeo.

¡°La idea de un nuevo directorio se ha quedado anticuada¡±, zanjan fuentes diplom¨¢ticas espa?olas apenas 48 horas despu¨¦s de que la primera visita a Varsovia del presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, reavivase la idea de que el llamado tri¨¢ngulo de Weimar, o alianza entre Francia, Alemania y Polonia, pudiera asumir las riendas del club comunitario tras el Brexit.

Los puentes de Par¨ªs hacia Polonia coinciden con el estrecho v¨ªnculo de Berl¨ªn con los Pa¨ªses Bajos, otro pa¨ªs con vocaci¨®n de ser clave para el eje francoalem¨¢n. Ambos movimientos llegan en plena reconfiguraci¨®n del club europeo, cuando varios pa¨ªses se postulan para ocupar el vac¨ªo dejado por Londres en su papel de tercera potencia de la Uni¨®n.

Italia, como tercera econom¨ªa de la UE, parec¨ªa el candidato indiscutible para ese puesto. Pero su tradicional inestabilidad pol¨ªtica y, sobre todo, la tremenda fuerza de los euroesc¨¦pticos (la Liga de Matteo Salvini gan¨® las elecciones europeas del pasado a?o con el 34,2%, aunque m¨¢s recientemente ha perdido frente a la izquierda en las regionales de Emilia-Roma?a) le restan enteros para sumarse a un eje francoalem¨¢n de marcada ambici¨®n europe¨ªsta, sobre todo por parte de Macron.

Las dudas sobre Italia llevaban a los pasillos comunitarios a colocar a Espa?a como el contendiente con m¨¢s probabilidades de convertirse en el tercer elemento de la cabecera comunitaria. A su peso demogr¨¢fico (46,6 millones de habitantes, ocho millones m¨¢s que Polonia) y econ¨®mico (cuarta econom¨ªa del club) se suma una opini¨®n p¨²blica que figura entre las m¨¢s entusiastas hacia la integraci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica del continente.

Pero la diplomacia espa?ola, encabezada por la ministra de Exteriores, Arancha Gonz¨¢lez Laya, no considera prioritario apostar por esa posici¨®n en los nuevos equilibrios. ¡°Se debate sobre la sustituci¨®n del Reino Unido como si se le pudiera sustituir¡±, se?alan con iron¨ªa fuentes diplom¨¢ticas. Adem¨¢s del tama?o de la poblaci¨®n (66 millones de habitantes) y de la potencia econ¨®mica (2,5 billones de euros, el doble que Espa?a y cinco veces el de Polonia), el Reino Unido dispone del mayor ej¨¦rcito de Europa (y con armamento nuclear), ocupa un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU y alberga el mayor centro financiero de la zona euro.

El peso internacional de cualquier posici¨®n conjunta de Berl¨ªn, Par¨ªs y Londres no tiene parang¨®n con cualquier triple alianza que pueda surgir en la UE. De hecho, tanto Francia como Alemania han dejado claro que, incluso despu¨¦s del Brexit, el Reino Unido seguir¨¢ siendo un aliado privilegiado en materia de defensa y pol¨ªtica exterior.

El Gobierno de S¨¢nchez considera que en este nuevo contexto europeo y global no tiene sentido pelear por una tercera posici¨®n que, en la mayor¨ªa de los casos, ser¨¢ irrelevante porque har¨¢n falta alianzas de varios socios para completar las posibles iniciativas que cuenten con el apoyo de Alemania y Francia.

La reticencia espa?ola a sumarse a un eje con los dos grandes pa¨ªses de la UE contrasta con la buena acogida que, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas, est¨¢ teniendo el nuevo Ejecutivo de S¨¢nchez entre los Gobiernos m¨¢s proeuropeos. ¡°Se ve con esperanza que por fin haya Gobierno en Espa?a y se apuesta por su duraci¨®n, dado que puede ser un aliado para contrarrestar la fuerza de otras tendencias contrarias a la integraci¨®n¡±, apuntan esas mismas fuentes.

Geometr¨ªa variable

En la era pos-Brexit y en v¨ªsperas de una conferencia de dos a?os sobre el futuro del club, Espa?a se sit¨²a claramente entre los partidarios de profundizar la uni¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica. Pero reh¨²sa comprometerse por adelantado con un eje francoalem¨¢n con el que no siempre se est¨¢ de acuerdo. Esta misma semana, Berl¨ªn y Par¨ªs presionan, con la ayuda de Italia y Polonia, para que la Comisi¨®n Europea relaje el control de las ayudas de Estado y de las fusiones empresariales, con la excusa de la transici¨®n ecol¨®gica y la competencia de China. Espa?a rechaza tajantemente ambas posibilidades.

Espa?a aboga por ¡°una geometr¨ªa variable¡±. ¡°Podremos estar con Alemania o Italia para asuntos como la migraci¨®n y con Francia para temas como un impuesto digital¡±, se?alan las fuentes consultadas. La primera batalla en la que se ver¨¢n los equilibrios pos-Brexit llegar¨¢ con el nuevo marco presupuestario de la UE (para 2021-2027). Y con vistas a la cumbre del 20 de febrero sobre los presupuestos, Espa?a llega ligada a un heterog¨¦neo grupo bautizado como ¡°amigos de la cohesi¨®n¡±, en el que militan desde la Polonia de Jaroslaw Kaczynski y la Hungr¨ªa de Viktor Orb¨¢n al Portugal de Ant¨®nio Costa.