Urgencia y alarma en Zaldibar
Los servicios de rescate se afanan en encontrar a los dos obreros sepultados, mientras el Gobierno vasco mantiene la precauci¨®n
El centro de Zaldibar, un peque?o pueblo de Bizkaia, est¨¢ empapelado de avisos inquietantes. Dice un cartel: ¡°Se pone en conocimiento del vecindario que puede consumir agua con total seguridad, excepto los caser¨ªos que tienen manantial propio. En este ¨²ltimo caso, por precauci¨®n se desaconseja hasta nueva informaci¨®n¡±. No se cuenta m¨¢s que eso. Hay otro pegado en paredes y puertas de edificios p¨²blicos. Anuncia la monitorizaci¨®n de la calidad del aire en el entorno del vertedero de Zaldibar. Tres emoticonos hacen de nota del examen: el sonriente, el serio y el triste. La calidad del aire es seria. El Gobierno vasco recomienda a los vecinos en su cartel que, debido a los niveles altos de dioxinas y furanos ¡ªun compuesto org¨¢nico¡ª, no ventilen sus casas y tengan las ventanas cerradas todo lo que puedan, especialmente por las noches; que tampoco se haga ejercicio al aire libre ¡°hasta nuevo aviso¡±. Como es l¨®gico, estas directrices son asumidas por los vecinos del entorno del vertedero multiplicadas por mil siguiendo la l¨®gica de, si el Gobierno dice esto, qu¨¦ no ser¨¢. ¡°Nos trasladan normalidad y nos piden que nos encerremos en casa, toda la normalidad del mundo¡±, dice Raquel, una de las vecinas de la zona de Eibar m¨¢s cercana al vertedero.
?Pero qu¨¦ pasa en el vertedero? En Zaldibar se sobreentiende lo que ha ocurrido all¨ª, pero estos avisos en la calle ser¨ªan marcianos no solo para un extraterrestre que haya llegado a la Tierra al estilo Gurb, el personaje de Eduardo Mendoza. Tambi¨¦n para un espa?ol que no viva en el Pa¨ªs Vasco y no haya fijado su atenci¨®n en un suceso dejado de la mano de Dios los primeros d¨ªas. El vertedero de Zaldibar es la en¨¦sima reproducci¨®n de unos patrones informativos seg¨²n los cuales se necesita muy poco en Madrid para ser portada en medios nacionales y un esc¨¢ndalo de dimensiones gigantescas fuera de la capital para llegar a ese espacio.
Aqu¨ª, el 6 de febrero un desprendimiento de tierra acab¨® precipitando medio mill¨®n de metros c¨²bicos de residuos sepultando a dos personas que no han sido encontradas todav¨ªa, Joaqu¨ªn Beltr¨¢n y Alberto Sololuze. Sobre las cuatro de la tarde, el suelo se empez¨® a mover y de pronto, durante dos minutos, dos lenguas de tierra y basura arrasaron dos laderas del vertedero. Una se esparci¨® sobre la autopista que une Bilbao y San Sebasti¨¢n, cort¨¢ndola; la otra se precipit¨® sobre una zona del barrio de Eitzaga. Bomberos, ertzainas, servicios de rescate y perros de las provincias de Gipuzkoa y Bizkaia se abalanzaron sobre el vertedero para salvar la vida de sus dos compa?eros hasta que de madrugada se dio el alto de forma brusca: el vertedero ten¨ªa unas 16.000 toneladas de amianto que fueron liberadas en el derrumbe; supone un 0,57% de las casi tres millones de toneladas de residuos que se guardan all¨ª, pero es suficiente para ser un contaminante peligroso si se respira. Los fuegos declarados en el vertedero tambi¨¦n liberaron dioxinas y furanos en el aire, provocando un aumento de su nivel, lo que ha provocado precauciones como la suspensi¨®n del partido de Liga Eibar-Real Sociedad (Eibar, Ermua y una parte de Zaldibar son las zonas m¨¢s afectadas).
¡°Dioxinas y furanos son compuestos org¨¢nicos que se generan en las combustiones de elementos clorados¡±, dice Aresatz Usobiaga, doctora en Qu¨ªmica por la Universidad del Pa¨ªs Vasco. ¡°Cuando se queman estas mol¨¦culas de cloro se generan dioxinas y furanos. Existen de forma natural en la atm¨®sfera, por cualquier tipo de combusti¨®n. Pero cuando hay una materia org¨¢nica clorada que se quema por la acci¨®n del hombre, hace que la concentraci¨®n en un momento dado pueda aumentar en la atm¨®sfera. Son t¨®xicos y generan diferentes afecciones, desde cut¨¢neas hasta cambios en el sistema endocrino, y en casos m¨¢s extremos, c¨¢ncer. Pero para ver esos efectos tiene que haber una exposici¨®n muy alta y durante un tiempo muy prolongada. Una emisi¨®n incontrolada durante mucho tiempo sin que nadie sepa que est¨¢ ah¨ª¡±.
Varios de los carteles que est¨¢n en el centro de Zaldibar los firma Jos¨¦ Luis Maiztegui, un hombre alto de 63 a?os, calvo y bigote. A las ocho de la ma?ana ya est¨¢ en el Ayuntamiento de Zaldibar, donde es alcalde, subiendo y bajando escaleras mientras se comunica en euskera con los funcionarios. Lleva un a?o al frente de este peque?o pueblo de 3.054 habitantes; su partido, el PNV, le arrebat¨® el gobierno a EH gracias a un pacto con los socialistas vascos despu¨¦s de ocho a?os de gobierno abertzale. El despacho de Maiztegui est¨¢ abierto para quien quiera entrar. Junto a ¨¦l se encuentra su n¨²mero dos. Prefieren, eso s¨ª, no hablar con la prensa: ¡°Se est¨¢n diciendo muchas cosas que no son ciertas, tanto en las redes como en los peri¨®dicos¡±. En un aparte, uno de ellos afirma: ¡°Somos un pueblo peque?o y desbordado que se est¨¢ enterando de muchas cosas ahora, porque no las sab¨ªamos¡±. Se quejan del hostigamiento pol¨ªtico (el lehendakari, I?igo Urkullu, dio el d¨ªa anterior explicaciones y reconoci¨® errores ante las preguntas de la oposici¨®n. El Gobierno vasco lo forman PNV y PSE en coalici¨®n).
La noticia del d¨ªa es que el fuego ha sido sofocado; la b¨²squeda de las dos personas desaparecidas contin¨²a. A las 11.30 de la ma?ana hay rueda de prensa en el sal¨®n de plenos del Ayuntamiento de Zaldibar. Hablan t¨¦cnicos que desmenuzan la geolog¨ªa del terreno para explicar las zonas en las que se busca a Beltr¨¢n y Sololuze; hablan representantes de la Ertzaintza sobre los medios puestos a disposici¨®n de esa b¨²squeda, que es la ¡°prioridad absoluta¡±. No se puede, sin embargo, desplazar efectivos a algunas zonas sensibles para evitar un nuevo corrimiento de tierras y arriesgar vidas.?
La viceconsejera de Medio Ambiente, Elena Moreno, advierte horas despu¨¦s que los vertederos vascos no tienen capacidad para acoger el medio mill¨®n de toneladas de residuos que recibe cada a?o Zaldibar, un vertedero al que se presupon¨ªa una vida hasta 2046 y hubiera acabado en 2022 debido a la cantidad metros c¨²bicos de residuos recibidos. El debate va m¨¢s all¨¢ de Zaldibar y de la tragedia ocurrida estos d¨ªas, y tiene que ver con la gesti¨®n de residuos y de vertederos en un pa¨ªs, Espa?a, con cada vez m¨¢s problemas para almacenar la basura que genera.
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