La mesa de di¨¢logo entre el Gobierno y la Generalitat se re¨²ne un ambiente de normalidad

La mesa de di¨¢logo entre el Gobierno y la Generalitat, que permiti¨® la investidura de Pedro S¨¢nchez y marcar¨¢ la legislatura, se ha reunido en un ambiente de tranquilidad y con una clara voluntad de ofrecer, al menos en los gestos visibles para las c¨¢maras, un ambiente de total normalidad. Todo estaba medido y pactado al mil¨ªmetro.

La Moncloa hab¨ªa preparado una escenograf¨ªa de camarader¨ªa, con un paseo doble por los jardines del palacio, primero de los miembros de la mesa y despu¨¦s de los dos presidentes, S¨¢nchez y Quim Torra. Ni un gesto tenso, ni un problema, todo era calma y paseo relajado charlando por parejas, en las que se pod¨ªa ver al ministro de Transportes, Jos¨¦ Luis ?balos, con Josep Mar¨ªa Jov¨¦, un hombre importante de ERC que est¨¢ imputado en la causa del Juzgado 13 de Barcelona porque se le considera "el arquitecto del proc¨¦s", que dej¨® dise?ado en su famosa Moleskine ¡ªhoy llev¨® otra de sus habituales libretas a la reuni¨®n¡ª. Al final de la comitiva, Carmen Calvo y Pere Aragon¨¦s, que hablan con mucha frecuencia, depart¨ªan tranquilamente por los jardines de La Moncloa antes de entrar en la sala. Se qued¨® solo el consejero de Acci¨®n Exterior, Alfred Bosch.

S¨¢nchez y Torra tambi¨¦n ofrecieron im¨¢genes relajadas antes de entrar y mientras posaban para la prensa. La mesa elegida, en la sala T¨¤pies, tambi¨¦n daba ambiente de cercan¨ªa. Rectangular, de cristal, muy estrecha y con las dos delegaciones sentadas a muy poca distancia con los presidentes sentados en el medio. El protocolo se sigui¨® en el lado del Gobierno, con Carmen Calvo y Mar¨ªa Jes¨²s Montero sentadas junto a Pedro S¨¢nchez, pero se rompi¨® en el de la Generalitat, con Elsa Artadi, que no es m¨¢s que diputada y concejal del Ayuntamiento de Barcelona, pero persona de absoluta confianza de Carles Puigdemont, sentada al lado de Aragon¨¨s. Los dos consejeros de la Generalitat, Bosch y Jordi Puigner¨°, estaban casi en las puntas. La Moncloa resolvi¨® el hueco del vicepresidente Pablo Iglesias, enfermo de amigdalitis, alargando el espacio de los ministros, que son siete frente a los ocho enviados de la Generalitat.

La reuni¨®n no tiene orden del d¨ªa y ha durado tres horas y nadie ten¨ªa muchas esperanzas de que esta primera cita, a la que se llega en un ambiente pol¨ªtico delicado y con la sombra del adelanto electoral en Catalu?a, sirva para mucho. La delegaci¨®n catalana insistir¨¢ en celebrar un refer¨¦ndum de independencia y la amnist¨ªa de los pol¨ªticos presos, algo que S¨¢nchez ya ha rechazado de plano. Pero s¨ª es importante la foto para las dos delegaciones y en especial el Gobierno espera que sirva para que ERC permita este jueves la aprobaci¨®n de la senda del ajuste del d¨¦ficit, que es el paso previo a la tramitaci¨®n de los Presupuestos. El Ejecutivo y el PSOE negociaban tambi¨¦n con Bildu y con Junts per Catalunya para garantizar la aprobaci¨®n ma?ana, porque no basta con la abstenci¨®n de ERC. En ese contexto, la foto de la mesa era importante para la decisi¨®n que tomen los dos grupos independentistas catalanes.

Al finalizar, comparecer¨¢n Mar¨ªa Jes¨²s Montero por el Gobierno y Quim Torra por la Generalitat. El Ejecutivo se ha mostrado flexible con todos los gestos necesarios para evitar cualquier conflicto. Torra hablar¨¢ en la sala de prensa grande, la que se usa tras los Consejos de Ministros y en las comparecencias del presidente, que solo se suele dejar para el jefe de la oposici¨®n. Los presidentes auton¨®micos que acuden a La Moncloa siempre comparecen en la sala peque?a, llamada de briefing. All¨ª habl¨® Artur Mas la ¨²ltima vez que un presidente catal¨¢n compareci¨® en La Moncloa. Desde entonces, ya en pleno proc¨¦s, cada vez que un president ven¨ªa a reunirse con Mariano Rajoy o despu¨¦s con Pedro S¨¢nchez comparec¨ªa en la librer¨ªa Blanquerna, uno de los edificios de la Generalitat en Madrid, como forma de mostrar distancias con La Moncloa. El hecho de que Torra comparezca en la sala noble reservada al Gobierno es un gesto m¨¢s para buscar cercan¨ªa. Cuando S¨¢nchez fue a Barcelona hace tres semanas tambi¨¦n la Generalitat le reserv¨® un espacio especial para comparecer.

El camino para lograr poner en funcionamiento esta mesa de di¨¢logo sobre el conflicto pol¨ªtico en Catalu?a ha sido largo y extenuante para ambas partes, tras una campa?a electoral plagada de ataques mutuos, en la que Esquerra puso como su principal enemigo a los socialistas y S¨¢nchez se dedic¨® a atacar al independentismo en un intento de capitalizar el voto de Ciudadanos. La aritm¨¦tica de los resultados dej¨® a los republicanos de ¨¢rbitros de cara a lograr una mayor¨ªa y no dejaron pasar la oportunidad para apretar al m¨¢ximo al PSOE.

Finalmente se cumplieron las predicciones del jefe de filas de ERC en Madrid, Gabriel Rufi¨¢n, que en la investidura fallida del pasado julio alert¨® de que ven¨ªan curvas. ¡°Septiembre nos complica la vida pol¨ªtica a todos y el oto?o no ser¨¢ un buen momento para hacer pol¨ªtica, por motivos obvios", dijo en referencia a la publicaci¨®n de la sentencia del juicio al proc¨¦s. La gesti¨®n de los disturbios en Catalu?a, que lograron empa?ar las manifestaciones pol¨ªticas, fue la excusa de S¨¢nchez para aislar a Torra.

Pese a que ya hab¨ªa una serie de encuentros entre PSOE, Unidas Podemos y Esquerra tras las elecciones, las conversaciones de cara a lograr la abstenci¨®n de los republicanos en la segunda votaci¨®n a S¨¢nchez comenzaron el 28 de noviembre. La principal condici¨®n de ERC fue la creaci¨®n de una mesa de di¨¢logo entre el Gobierno central y el de la Generalitat que reconociera el conflicto pol¨ªtico en Catalu?a. El Gobierno intent¨® encauzar esa demanda mediante la comisi¨®n bilateral que establece el Estatuto de Autonom¨ªa. Tambi¨¦n propuso una mesa de partidos, que la delegaci¨®n liderada por Rufi¨¢n descart¨® rotundamente.

Por el camino, Esquerra someti¨® a votaci¨®n dentro de sus bases las condiciones del di¨¢logo con el PSOE, un hecho que hizo crecer la desconfianza entre ambas partes. Hubo m¨¢s reuniones de las p¨²blicas, en alguna se les descubri¨® in fraganti, y los republicanos soportaron la presi¨®n de S¨¢nchez para que la investidura fuera antes de Navidad. Finalmente, ocurri¨® el puente de Reyes. Con todo, de fondo siempre ha estado la pelea entre ERC y Junts per Catalunya, que en un principio acogi¨® con frialdad la mesa y ha maniobrado para finalmente hacerse con las riendas y manejar los tiempos. De hecho, la pretensi¨®n del president de un mediador internacional, una figura que hizo estallar el anterior acercamiento, llega viva a esta reuni¨®n.