El ¡®trancazo¡¯: la gran pandemia que pol¨ªticos y periodistas menospreciaron
En 1889, Madrid sufri¨® la 'gripe rusa', la peor pandemia de gripe del siglo XIX. Reconstruimos c¨®mo vivi¨® la ciudad aquella crisis sanitaria con la ayuda de la prensa de la ¨¦poca
"Ya tenemos el dengue en Madrid, que no hab¨ªa de ser menos que las dem¨¢s capitales de Europa. Pero, seg¨²n dice un peri¨®dico, donde se ha notado principalmente la vista de la epidemia ha sido en las oficinas p¨²blicas. ?Bah! Pues entonces no hay que alarmarse. En las oficinas p¨²blicas siempre ha habido muchos dengues". "La epidemia ni es para alarmar en raz¨®n a que, seg¨²n han asegurado distintas autoridades profesionales, no produce defunciones, o ¨¦stas son en proporci¨®n mucho menor que la de otras enfermedades". Es 14 de diciembre de 1889. El fantasma de la gripe ha recorrido Europa durante el final del oto?o y principio del invierno. A Espa?a ha llegado m¨¢s tarde, y envuelta en desd¨¦n y sorna, como recogen estas citas de dos cr¨®nicas period¨ªsticas de la ¨¦poca.
Se publica que aquella afectaci¨®n no era contagiosa ("esta enfermedad no se propaga por contagio"), se le quita importancia ("m¨¢s que enfermedad, [es] una pasajera dolencia") y adem¨¢s se apunta que depende "casi en absoluto de las circunstancias atmosf¨¦ricas" y que no cabe adoptar "medidas preservativas" en Madrid. "Dura de dos a diez d¨ªas, a lo sumo, no tiene nunca una terminaci¨®n fatal, a no ser que los atacados sean ancianos, porque entonces los predispone a la pneumon¨ªa, o padezcan la tisis", asegura la prensa. Pero, por si acaso y "a t¨ªtulo estad¨ªstico", el gobernador de Madrid ordena que los delegados de medicina le dieran un parte diario de las "invasiones" que ocurrieran en sus respectivos distritos.
En aquel Madrid, que hab¨ªa sufrido epidemias de c¨®lera a lo largo del siglo, no cabe la excusa de que a la gripe no se la viera venir. A finales de noviembre, la prensa de la capital recoge: "Circula el rumor de la aparici¨®n en San Petersburgo de una epidemia que se ha propagado de una manera extraordinaria". En la ciudad de los zares hay "atacadas" 150.000 personas, "obligadas a guardar cama". Y desde Rusia, el pa¨ªs que da nombre a la pandemia, ha ido saltando a otros pa¨ªses: Grecia, Turqu¨ªa, la vecina Francia. "La prensa reconoce que la enfermedad dura pocos d¨ªas, no registr¨¢ndose ning¨²n caso que haya tenido funesto desenlace. El mismo car¨¢cter benigno ofrece en Alemania, Austria, Suecia...". En diciembre llega a Italia. En Roma, "lo mismo que en Verona y otras capitales de Italia, hay much¨ªsimas personas atacadas de la influenza. Especialmente los puntos en que hay aglomeraci¨®n de personas, como cuarteles, oficinas y establecimientos de ense?anza, el n¨²mero de los atacados es muy considerable".
'Influenza', 'dengue', 'grippe'... As¨ª se refieren los peri¨®dicos espa?oles a aquel padecimiento, quiz¨¢ causado por un virus aviar, hasta que atinan con un nombre mucho m¨¢s castizo: 'el trancazo'. A la historia pasar¨¢ como "la gripe rusa" y como la pandemia de gripe m¨¢s importante del siglo XIX. "Es la primera de un mundo interconectado", apunta la investigadora Sara Garc¨ªa Ferrero. En un episodio de cuatro meses, se calcula que dej¨® entre 300.000 y un mill¨®n de muertos en todo el mundo; no se sabe cu¨¢ntos de ellos en Espa?a. La investigadora ha estudiado aquel episodio en una tesis doctoral dirigida por el investigador del Instituto de Econom¨ªa, Geograf¨ªa y Demograf¨ªa del CSIC?Diego Ramiro Fari?as, en el que se han analizado y digitalizado, una a una, miles de partidas de defunci¨®n.
?Adelantar o alargar las Navidades?
Si la prensa hab¨ªa dicho, el 14 de diciembre, que aquel 'dengue' ya estaba en Madrid, las autoridades no parecen darse por aludidas (el Gobierno de Sagasta no reconoce la llegada oficial hasta el 17 de diciembre). El d¨ªa 13, en un debate en el ayuntamiento, se plantea si no convendr¨ªa anticipar las vacaciones de Navidad de los alumnos de las escuelas municipales. Pero no. Se dice que los m¨¦dicos creen "punto menos que imposible [...] tanto por su situaci¨®n sobre el nivel del mar como por otras condiciones" de Madrid que la pandemia sacuda la ciudad.
Pero mientras la prensa y la pol¨ªtica discuten,?el trancazo ya lleva semanas en Madrid. En noviembre se registra una sobremortalidad ¡ªmuertes 'de m¨¢s' sobre las registradas de media en ese mes en el pasado¡ª que denotan que la gripe hab¨ªa hecho mella en la poblaci¨®n, aunque?para saberlo haya habido que esperar hasta el a?o 2017, con el trabajo de la investigadora Sara Garc¨ªa Ferrero.
Y con Madrid se ceb¨®. Durante las nueve semanas que dur¨® la pandemia en la capital, el 65% de los 6.180 muertos en la ciudad murieron directa o indirectamente por aquella enfermedad que se propagaba con enorme rapidez. La tasa bruta de mortalidad general fue de 12,93 por 1.000. El 26% de los diagnosticados de gripe muri¨® de neumon¨ªa, el 12% de bronquitis, 9% de bronconeumon¨ªa y?11% de otras enfermedades respiratorias, concluye el trabajo de Garc¨ªa Ferrero. De poco sirve el ponche que la prensa publicita para combatir el trancazo, con el sonoro nombre de ?Pum!.
Peor en el Madrid pobre
Los distritos que registraron las mayores tasas de mortalidad fueron, al norte de la ciudad de entonces: el distrito de Universidad (1¡ë), el actual zona oeste de Chamber¨ª, m¨¢s Vallehermoso y Universidad; Hospicio (0,97¡ë), la zona este del actual Chamber¨ª, m¨¢s Tetu¨¢n y hasta Chamart¨ªn.
Al sur de la ciudad los distritos que registraron un mayor impacto fueron: el distrito de Hospital (0,88¡ë), las actuales zonas de Atocha y Pac¨ªfico; Latina (0,85¡ë) e Inclusa (0,84¡ë), las actuales Arganzuela y Usera.
En lugar de adelantarse las Navidades, se alargaron: las vacaciones escolares se extendieron hasta el 20 de enero. Y bien tristes que fueron: "Aun las personas m¨¢s ancianas no recuerdan que Madrid haya celebrado las fiestas de Noche Buena [sic] y Navidad con la desanimaci¨®n que han tenido las de este a?o. Son pocas las familias que no tienen a alguno de sus individuos enfermos, y casi todas cuentan varios atacados de la epidemia reinante. Se calcula que pasan de 50.000 los enfermos del trancazo". El da?o a la econom¨ªa es patente, con tres excepciones: "Los ¨²nicos establecimientos gananciosos son las boticas, las droguer¨ªas y, lo que es m¨¢s sensible, las funerarias, pues la mortalidad se ha duplicado y hasta triplicado con respecto a los d¨ªas normales".
En 1887 en Madrid sabe leer y escribir un 65% de los hombres, pero son muchos menos entre las clases humildes. Muchos habitantes no entend¨ªan los avisos con las medidas higi¨¦nicas que las autoridades anunciaban en la prensa. Y el Madrid pobre se llev¨® la peor parte, debido a sus edificios insalubres, en los que la gente viv¨ªa hacinada. El m¨¦dico C¨¦sar Chicote fotografiar¨¢ a?os despu¨¦s aquellas "chozas, casuchas o cuartelillos". "Tanto la insalubridad y las deficiencias socioecon¨®micas e higi¨¦nico-sanitarias dentro de las viviendas fueron factores determinantes, y por lo tanto explicativos, del patr¨®n espacial de mortalidad", recoge la investigadora. Pero eso no libr¨® a las clases pudientes. Informa un diario que el futuro rey Alfonso XIII, de apenas tres a?os, padece un "ligero catarro bronquial". Seis ministros, entre ellos Sagasta y Canalejas, se ven aquejados. El l¨ªder conservador Antonio C¨¢novas del Castillo env¨ªa "para los necesitados del barrio de la Prosperidad" vino de su M¨¢laga. El tenor Juli¨¢n Gayarre muere de una bronconeumon¨ªa, probablemente causada por la gripe, el 2 de enero de 1890.
Desconocimiento cient¨ªfico
?Qu¨¦ era aquella extra?a enfermedad se hab¨ªa infiltrado en Espa?a a bordo del tren? El m¨¦dico Sinforiano Garc¨ªa-Mansilla deja escrito en 1892 que en Alemania "se ha observado el contagio de unos enfermos a otros". Pero los conocimientos en bacteriolog¨ªa est¨¢n en pa?ales a¨²n (Louis Pasteur hab¨ªa demostrado desde los a?os sesenta que los microorganismos no proced¨ªan de la generaci¨®n espont¨¢nea y Robert Koch, el padre de la bacteriolog¨ªa, refrend¨® esa teor¨ªa con el descubrimiento del bacilo de la tuberculosis en 1882 y el del c¨®lera un a?o despu¨¦s). La teor¨ªa miasm¨¢tica, que postulaba que la emanaci¨®n f¨¦tida de la naturaleza eran las causantes de las enfermedades, estaba a¨²n muy presente. "La contagiosidad del mal est¨¢ por comprobar. No obstante, la observaci¨®n cl¨ªnica (...) evidencia la naturaleza infecciosa de la grippe", reparaba Garc¨ªa-Mansilla. A pesar de esa observaci¨®n, Garc¨ªa Ferrero entiende que "no fue posible establecer medidas de higiene p¨²blica que impidieran la propagaci¨®n de la epidemia, aunque cierto es que muchas de las medidas que se adoptaron iban enfocadas a evitar el contagio y la propagaci¨®n de la enfermedad".
Un precursor del hospital de IFEMA
Madrid no sab¨ªa que aquella enfermedad era infecciosa, pero era obvio que buena parte de su poblaci¨®n la habr¨ªa contra¨ªdo. Y la fr¨¢gil infraestructura sanitaria no era suficiente para combatirla. La actual Escuela de Industriales de la Castellana, entonces Palacio de Bellas Artes, se convierte en un hospital de campa?a. El ministro de Fomento promete 400 camas, pero se instalan solo 250. Con todo, el enfermo que recayese all¨ª ten¨ªa suerte, porque all¨ª se registraron menos muertes que en el Hospital Provincial, que qued¨® atestado de enfermos.
Aquel precedente del actual hospital de campa?a de IFEMA constaba de "tres inmensas salas [con]? forma de un trapecio" y "cada tres camas" se instala un biombo para aislarlas del resto. "Por el centro, en toda la longitud de las salas, corren gran n¨²mero de estufas magn¨ªficas, donativo del Casino de Madrid". Para evitar que, entre el fr¨ªo aire de la calle, se cubren algunos vanos "de papel blanco". A aquel hospital provisional se sumar¨¢ otro, en Vallehermoso.
Otra instant¨¢nea resulta muy cercana en los actuales tiempos de coronavirus. Es de una cr¨®nica del 26 de diciembre. "Al principio, cuando eran pocos y no muy definidos los casos del trancazo, muchas personas tomaron a broma lo de la epidemia y hasta se re¨ªan del que la tomaba en serio; pero ahora ya es otra cosa: hay much¨ªsimos que tienen al trancazo tanto miedo como al c¨®lera, y no son pocos los que, cur¨¢ndose en salud, huyen de Madrid y de la epidemia".
Prensa de la ¨¦poca citada en este art¨ªculo:?El Liberal, La Iberia, ?poca, El Imparcial y Correspondencia.
N¨²mero de contagiados por enfermo
El R0, el n¨²mero de personas a las que infecta un enfermo de gripe en su etapa v¨ªrica, estimado para la gripe de 1889-1890 en Madrid es de 1,15. Para Europa, de media, se calcula en 2,1 y para EE UU, de 1,57. Para la "gripe espa?ola", de 1918, se ha estimado entre el 1,5 y 5 para EEUU y Europa. En la actualidad, Imperial College London ha estimado el R0?de la covid-19 entre 1,5 y 3,5.
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