Entender el ¡®proc¨¦s¡¯ desde la teor¨ªa de juegos
Quiz¨¢ no sea que todo el mundo se ha vuelto loco de repente, sino que determinados contextos llevan a decisiones que acaban siendo malas para todo el mundo. Las matem¨¢ticas lo han estudiado.
No aspiramos aqu¨ª a hacer que el lector entienda el proc¨¦s, ni qui¨¦n lleva la raz¨®n o la culpa. S¨ª, por el contrario, a que el lector entienda los razonamientos que nos han llevado donde estamos. Quiz¨¢ no sea que todo el mundo se ha vuelto loco de repente, sino que determinados contextos llevan a decisiones que acaban siendo malas para todo el mundo, sin que haya forma aparente de remediarlo. Aunque s¨ª de estudiarlo, algo de lo que se han encargado numerosos economistas en el ¨²ltimo medio siglo.
- Juego del gallina?(o estrategia del perro loco). Dos coches van por una carretera (de un carril) uno en direcci¨®n a otro. El que se aparte, pierde, y el que se queda, gana. Los dos mueren si nadie se aparta. Para ganar en este juego es conveniente la estategia del perro loco o, dicho de forma m¨¢s com¨²n ¡°que estoy mu loco, t¨ªo¡±. La estrategia dominante es, precisamente, hacer creer al contrincante que eres irracional y que har¨¢s cualquier cosa, por est¨²pida que sea, para ganar. Este planteamiento es origen de un sinf¨ªn de cat¨¢strofes, como la Guerra de Vietnam. En un caso extremo, la estrategia dominante final es arrancar el volante, de forma que el contrincante sepa que no vas a desviarte. Los siguientes puntos, el dilema del prisionero y la disuasi¨®n nuclear son vertientes de este mismo dilema.
- Dilema del prisionero. Quiz¨¢ la figura m¨¢s conocida dentro de la teor¨ªa de juegos. La polic¨ªa captura a dos sospechosos de un delito. Si ninguno de los dos confiesa, salen libres. Si uno confiesa y el otro no, sale libre el primero y el segundo es condenado. Si confiesan los dos, ambos son condenados, pero a una pena inferior. Es decir, si cooperan, se salvan los dos, pero si desconf¨ªan el uno del otro, salen los dos perdiendo. El punto de equilibrio en este juego depende de la informaci¨®n que tengan o de si existe mediaci¨®n: si los dos prisioneros est¨¢n encerrados de forma aislada, ambos maximizan sus beneficios delatando al otro, luego acabar¨¢n los dos en la c¨¢rcel.
- Sunken cost. D¨ªcese cuando una persona o instituci¨®n ha invertido tanto en un proyecto fallido que no quiere echarse atr¨¢s y prefiere seguir invirtiendo pese a las escasas probabilidades de ¨¦xito. Hay mil ejemplos en la vida diaria, como ir al gimnasio sin necesidad solo porque lo hemos pagado, comprar algo en Ikea solo porque nos hemos desplazado hasta all¨ª o negarse a preguntar cuando nos hemos perdido solo por el tiempo que hemos dedicado a pelearnos con el mapa. En el caso del Proc¨¦s, los esfuerzos invertidos en ¨¦ste, tanto por los l¨ªderes como por las personas movilizadas a t¨ªtulo particular, suponen un obst¨¢culo a la hora de tomar la decisi¨®n de echarse atr¨¢s.
- Disuasi¨®n nuclear. La posibilidad de una confrontaci¨®n nuclear cambi¨® muchas cosas, empezando por el mero concepto de existencia (o no) de la Humanidad. En el lado pr¨¢ctico, modific¨® totalmente la doctrina militar. La destrucci¨®n mutua asegurada implica que tanto el primero en disparar como el contrincante ser¨¢n completamente devastados en caso de confrontaci¨®n. Esta doctrina llev¨® a situaciones absurdas como la de acumular armas nucleares (que baratas no son) suficientes para destruir varias veces el planeta (bajo la l¨®gica de tener una oferta capaz de sobrevivir un ataque preventivo) o paradojas, como el hecho de que la construcci¨®n de refugios nucleares se consideraba una estrategia ofensiva (prepararse para atacar) y la acumulaci¨®n de misiles, defensiva (por la destrucci¨®n mutua asegurada).
Los corolarios m¨¢s tenebrosos de estas teor¨ªas (si uno invierte en la disuasi¨®n nuclear, hay que estar dispuesto a usarla) est¨¢n muy bien relatados en Tel¨¦fono rojo, volamos hacia Mosc¨², donde el Doctor Strangelove est¨¢ inspirado en Hermann Kahn, te¨®rico de las confrontaciones termonucleares. En este aspecto, asumiendo que tanto el 155 como la DUI son las ¡°armas nucleares¡± de los contendientes, hay una leve ventaja para el Gobierno central, que es la capacidad de graduar los efectos de su bomba. El Govern, por el contrario, solo puede apretar el bot¨®n o no.
- Juego finito versus juego infinito. Andreu Mas-Collell, reputado economista y ex miembro del Govern, alud¨ªa en su ¨²ltima entrevista en Rac1 (en catal¨¢n) las relevantes diferencias cuando se aborda un juego. ¡°Ahora estamos en un conflicto duradero, pero dentro de un incidente agudo". En Teor¨ªa de Juegos son muy distintos aquellos que tienen un final definido de aquellos que no, porque si no hay final definido existen repercusiones sobre el futuro. Las matem¨¢ticas dicen, explica Mas Collell, que el hecho de pensar que habr¨¢ una semana que viene, y una semana despu¨¦s, y un mes despu¨¦s, influye mucho en las decisiones, porque lo que hagamos ahora influir¨¢ en las decisiones futuras y en el resultado final. No parece casual que en la misma entrevista Mas Collell asegurase que ¡°ni la Generalitat ni el pueblo est¨¢n en condiciones de hacer viable la independencia¡±.
- Corner solutions o l¨ªneas rojas. En pol¨ªtica la expresi¨®n corner solutions es equivalente a las manidas l¨ªneas rojas o tolerancia cero. La necesidad de controlar las fronteras, la sobreprotecci¨®n a los ni?os de modo que no corran absolutamente ning¨²n riesgo son ejemplos de planteamientos que rechazan los t¨¦rminos medios o los beneficios o costes paralelos. En consecuencia, no conducen soluciones ¨®ptimas. Igualmente, el compromiso es m¨¢s sencillo cuando hay varios planos de negociaci¨®n (financiaci¨®n, amnist¨ªa, reforma constitucional) que solamente uno.
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