Neutralidad en la red: el fin de la inocencia en Internet
La Administraci¨®n Trump apunta contra uno de los pilares de Internet. ?C¨®mo cambiar¨¢ nuestra vida?
Los tiempos y los compa?eros de viaje cambian. La neutralidad de la Red comienza a tocar a su fin. Uno de los principios fundacionales de Internet se queda sin defensores capaces de dar marcha atr¨¢s. Por net neutrality se entiende un concepto t¨¦cnico con implicaciones econ¨®micas y ¨¦ticas. Se trata del pilar que ha regido la red desde su nacimiento y ha sido respetado por los proveedores de acceso. Se basa en obligar a los proveedores dar acceso a los contenidos sin privilegiar a un participante de la red por encima de otros. Pensado para un Internet inicial, donde cada ordenador ten¨ªa una IP fija, un n¨²mero que identifica a cada m¨¢quina, trata como iguales a todas las m¨¢quinas conectadas con respecto a los paquetes que transporta. Siguiendo este razonamiento, el usuario no tendr¨ªa que notar diferencia si navega en dos p¨¢ginas o se descarga dos archivos iguales al margen de donde provengan.
La administraci¨®n Trump quiere poner fin a estas reglas que hicieron posible la creaci¨®n de toda la prosperidad que se puede pensar al tener en mente nombres como Google, Paypal, Yahoo, Facebook o Twitter. Tambi¨¦n Microsoft y Apple, hijas de la ola anterior, pero adaptadas mejor que las nativas de Internet.
La situaci¨®n no es la mejor, pero el debate sigue abierto. En diciembre se votar¨¢ y tocar¨¢ escuchar diferentes posturas, tambi¨¦n la popular y los lobbies. Entonces s¨ª, las cartas estar¨¢n sobre la mesa.
En Silicon Valley, esta amenaza se contempla como un signo m¨¢s del cambio de era que se vive con prioridades diferentes. Los nuevos negocios piensan en c¨®mo renovar la educaci¨®n, revolucionar las finanzas o llevar la vida humana tan lejos como se pueda con nuevas t¨¦cnicas en medicina o incluso complementos propios del hombre bi¨®nico de la ciencia ficci¨®n.
La ¨²ltima vez que se amenaz¨® con terminar con este sistema que busca igualar el acceso a la informaci¨®n (con matices) un clamor se despert¨® en su contra. Corr¨ªa 2010 y los grandes de Internet hicieron campa?as en su contra, con Vinton Cerf (vicepresidente de Google y?considerado el padre de Internet) a la cabeza, como un activista m¨¢s. En esta ocasi¨®n, no ha ido m¨¢s all¨¢ de los trending topics y t¨ªmidas recogidas de firmas.
El movimiento de la FCC, siglas de la Comisi¨®n Federal de Telecomunicaciones, no solo tiene este cambio en el punto de mira, que afecta a los negocios, sino otro con un calado m¨¢s social y que va de la mano. Su plan inicial es cortar las subvenciones a l¨ªneas de tel¨¦fono e Internet en hogares con bajo ingresos. El programa Lifeline es tambi¨¦n conocido como la l¨ªnea de los deberes, porque ayuda a hacer la tarea a los ni?os de familias desfavorecidas. En 2016 este programa contaba con 12 millones de suscriptores.
Al igual que sucedi¨® con los cambios en las p¨®lizas de seguros de salud promovidas por la administraci¨®n anterior, el popularmente conocido como Obamacare, a esta medida se le denomin¨® como el Obamaphone. A los republicanos el recorte les sabe a victoria.
Ajit Pai tiene menos de 50 a?os, pero ya veterano en la industria de las telecomunicaciones. Es el villano visible de esta pel¨ªcula. Tras ser directivo de Verizon, la segunda operadora del pa¨ªs, est¨¢ en el ojo del hurac¨¢n. Asumi¨® el papel de frenar a Obama para sacar adelante esta medida y desde enero de este a?o es el nuevo presidente de la FCC. Acabar con estas facilidades de acceso y primar a las compa?¨ªas que quieren ofrecer Internet de dos velocidades. La premium y la est¨¢ndar. No se trata tanto de la velocidad.
Estos cambios pueden afectar desde el consumo de v¨ªdeos a la distribuci¨®n de los medios, pasando por negocios incipientes como los eSports. ?Qu¨¦ suceder¨ªa en una competici¨®n en remoto en la que uno de los equipos tuviera acceso prioritario? ?Se penalizar¨ªa o se considerar¨ªa un herramienta v¨¢lida?
Hace siete a?os cuestionar la Neutralidad de la Red era una agresi¨®n contra la libertad. Hoy se asumen como algo esperado, negativo, pero que tarde o temprano terminar¨ªa por suceder. El atentado se digiere con los brazos ca¨ªdos, mirando a la bancada dem¨®crata y su desidia. Donde todav¨ªa se lamen las heridas de las pasadas elecciones y se obsesionan con la trama rusa antes de hacer introspecci¨®n, buscar errores (?quiz¨¢ el ticket de candidatos no era la mejor dupla?) o tratar de recuperar al electorado con campa?as como salvar Internet. No hay que perder de vista que a Obama se le consider¨® el primer presidente de las redes sociales o al vicepresidente de Bill Clinton, Al Gore, como el gran impulsor de Internet en Estados Unidos. ?Recuerdan aquella expresi¨®n de la autopista de la informaci¨®n? Fue el lema de Gore para cablear escuelas con voluntarios durante los fines de semana.
Basta con pensar en que muchas de las aplicaciones de hoy apenas ponen peso a su p¨¢gina web. ?Qui¨¦n entrar¨ªa en la Uber? ?O en la de Snapchat? La sensaci¨®n de tener prioridad de acceso no se contempla m¨¢s all¨¢ de tener conexi¨®n lista y al momento y quiz¨¢ mostrar disposici¨®n a pagar por tener mejor definici¨®n de imagen. Ese es el precisamente el posicionamiento de T-Mobile, la tercera operadora m¨®vil en Estados Unidos. Incluye Netflix como parte de su plan para captar clientes. En la misma oferta incluyen binge, una f¨®rmula que comprime los datos si se usan aplicaciones como la citada Netflix, Spotify o servicios populares de streaming de m¨²sica y v¨ªdeo sin que se toquen los datos del contrato (en nuestro caso, 15 gigas). De este modo incentivan la contrataci¨®n de su tarifa y la compra de servicios adicionales.
En Am¨¦rica Latina es habitual encontrar ofertas de conexi¨®n en las que se excluyen los datos gastados en WhatsApp. O, en el mundo m¨¢s desarrollado, no se contabilizan los gigas empleados en ir a cazar Pok¨¦mon o escuchar m¨²sica en Spotify. Dos reclamos para captar y fidelizar clientes cuya ejecuci¨®n se salta los principios de la neutralidad.
En este primer mundo del 4G y los servicios bajo demanda, se adaptan ya a la siguiente ola. La mirada est¨¢ puesta en otros sectores, en otras opciones. Blockchain, por ejemplo, cada vez se define m¨¢s como la tecnolog¨ªa que crear¨¢ una nueva prosperidad similar a la que ha tra¨ªdo Internet. Se considera que est¨¢ en el mismo punto en que estaba la Red antes del navegador la triple W.
La nostalgia no tiene cabida en Silicon Valley. El foco est¨¢ en el futuro.
La nostalgia no tiene cabida en Silicon Valley. El foco est¨¢ en el futuro. Puede que Internet saliese de las aulas y de UCLA y Stanford, Los ?ngeles y Palo Alto, pero la mirada est¨¢ ya puesta en la siguiente ola, en el futuro, en el permanente what¡¯s next que marca el paso.
La situaci¨®n no es la mejor, pero el debate sigue abierto. En diciembre se votar¨¢ y tocar¨¢ escuchar diferentes posturas, tambi¨¦n la popular y los lobbies. Entonces s¨ª, las cartas estar¨¢n sobre la mesa.
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