Chequeos a un euro... y a distancia

Y si se pudiera controlar la salud de una persona en cualquier parte del mundo con un econ¨®mico parche, f¨¢cil de usar? Eso busca Emre Ozan Polat, investigador posdoctoral de 31 a?os en el Instituto de Ciencias Fot¨®nicas de Barcelona que ha desarrollado una pegatina que se adhiere a la piel y mide la frecuencia card¨ªaca y la oxigenaci¨®n de la sangre (para detectar, por ejemplo, una insuficiencia respiratoria). Pronto controlar¨¢ otros signos vitales como la temperatura o el ritmo de la respiraci¨®n.

Los parches se componen de sensores de luz combinados con materiales cu¨¢nticos (como el grafeno o ¨¢tomos de carbono). Estos son muy sensibles a las variaciones lum¨ªnicas, y la cantidad de luz que absorben cambia con cada par¨¢metro. Por ejemplo, cada vez que el pulso cambia el volumen de un vaso sangu¨ªneo, la cantidad de luz absorbida por el sensor var¨ªa. La precisi¨®n de estas mediciones ¡°iguala a la de los dispositivos comerciales a la venta¡±, afirma Polat.

El objetivo de este joven -ganador de la competici¨®n Falling Walls Lab Barcelona 2017 organizada por DTIC-UPF con apoyo de FECYT- es comercializar el parche como producto electr¨®nico de consumo.?¡°Propiedades como la durabilidad, el bajo consumo de energ¨ªa y el bajo coste lo convierten en un candidato ideal para la pr¨®xima generaci¨®n de dispositivos de medici¨®n de salud y actividad¡±, sostiene Polat. Tambi¨¦n planean introducirlo en pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo para que puedan prescribirlo los servicios de sanidad para controlar la salud de la poblaci¨®n.

Para ello necesitar¨¢n de un socio industrial externo o de financiaci¨®n para crear una l¨ªnea de producci¨®n que reduzca el precio. El m¨¦todo a seguir es como el de una imprenta: ¡°El coste ser¨ªa muy bajo y condicionando por el consumo de energ¨ªa de las m¨¢quinas¡±. Polat espera que el precio de cada parche sea inferior a un euro.?