Los c¨®digos QR no estaban muertos, estaban conquistando Asia
Adem¨¢s de estar resucitando, tienen m¨¢s peligro del que piensas: pueden falsificarse con una simple pegatina y llevarte a sitios webs o descargas maliciosas
?rase una vez un mundo sin c¨®digos QR. Una vez lo hubo. Hay quien dice que hemos vuelto a ¨¦l. Hace diez a?os, estas manchitas geom¨¦tricas entraron por la puerta grande. Se subieron por las paredes de todo tipo de establecimientos. En 2012, ComScore nos nombr¨® "el pa¨ªs europeo con mayor crecimiento en la penetraci¨®n de c¨®digos QR". Solo Alemania ten¨ªa un mercado m¨¢s grande que el de Espa?a. Estaban en las marquesinas, en el ayuntamiento, en todos los carteles, ?en los ¨¢rboles!
Pero pasado el primer boom, se desinflaron. "Se jug¨® mucho la carta de la innovaci¨®n por la innovaci¨®n. Dos o tres a?os despu¨¦s, cuando habl¨¢bamos con gente de marketing, la reacci¨®n era muy negativa. Ya lo hab¨ªan probado, pero fue un desastre", recuerda Jordi Hern¨¢ndez, de QR-Planet. As¨ª, los QR acabaron reducidos a la hermana tonta del c¨®digo de barras, el Segway de las etiquetas, un Juicero de p¨ªxeles. ?O no? "Hay una segunda ola que llega ligada a Asia. All¨ª esto lo han marcado mucho los pagos desde el m¨®vil", se?ala.
?C¨®mo ha podido pasar esto? Mientras nosotros nos re¨ªamos de estos c¨®digos bidimensionales de respuesta r¨¢pida (Quick Response), Jap¨®n y China se enzarzaron en una bacanal de escaneos. "Los clientes pueden capturar el QR del vendedor o bien el vendedor puede capturar el c¨®digo del cliente", explican en The Economist. "Esto permite que los tel¨¦fonos m¨®viles sin NFC puedan hacer pagos contactless. Aunque Apple Pay y Android Pay est¨¢n floreciendo en Am¨¦rica y Europa, la tecnolog¨ªa necesaria para sostenerlos es demasiado cara para muchas tiendas".
- Hazlo t¨² mismo
El peque?o comercio podr¨ªa ser, seg¨²n Hern¨¢ndez, el veh¨ªculo perfecto para la reconquista de Europa. "En mercados en los que hay much¨ªsimas operaciones de cantidades bajas, si la tienda tiene algo tan tonto como un marco de foto como un QR de su cuenta y el pagador tiene cualquier sistema de pago, solo captura y lo enlaza", razona.
Es m¨¢s f¨¢cil que un taxista se imprima un papel con un QR que el que tenga un terminal electr¨®nico
En China, otro empujoncito clave lo dio la obsesi¨®n del fundador de WeChat. Un discurso de 90 minutos bast¨® el a?o pasado para que Allen Zhang mencionase estos c¨®digos 22 veces. El resultado de compartir esta pasi¨®n con una base de mil millones de usuarios cuya app de mensajer¨ªa incorpora un c¨®digo ¨²nico para transacciones est¨¢ a la vista. Adem¨¢s, la tecnolog¨ªa NFC no parece, por ahora, rival para los QR. "Por curva de adopci¨®n, el QR es mucho m¨¢s f¨¢cil. El NFC exige hardware por los dos lados. Es mucho m¨¢s f¨¢cil que un taxista se imprima un papel con un QR que enlace a su cuenta a? que tenga un terminal electr¨®nico", explica Hern¨¢ndez.
Ni siquiera Apple ha podido hacer o¨ªdos sordos al frenes¨ª escaneador asi¨¢tico. En septiembre del a?o pasado, la actualizaci¨®n del sistema operativo trajo lectores QR integrados a todas las c¨¢maras de dispositivos iOS.
- ?Ahora s¨ª que s¨ª?
Parece que corren buenos tiempos, ?pero podr¨ªa repetirse el patinazo? En principio, las condiciones son muy distintas. "Cuando este recurso se populariz¨®, entre 2007 y 2010, hab¨ªa unas expectativas muy altas de lo que se pod¨ªa hacer con ¨¦l. Lo que pas¨® es que las posibilidades explotaron antes de tiempo. Antes de que el mercado estuviera preparado", explica Hern¨¢ndez. En aquel entonces, muchos terminales no ten¨ªan ni la tecnolog¨ªa para leer estos c¨®digos. Otros la ten¨ªan, pero carec¨ªan de una conexi¨®n a internet que permitiera hacer las consultas con un m¨ªnimo de fluidez. Y los pioneros que consegu¨ªan llegar a la web de destino se encontraban con que estas ni siquiera estaban correctamente optimizadas para m¨®viles. "Hab¨ªa una frustraci¨®n muy alta cada vez que empresas y agencias probaban algo".
Casi una d¨¦cada despu¨¦s, los QR est¨¢n listos para una segunda ofensiva, pero no todo son buenos presagios: donde hay internet, hay cibercriminales. "Te lo comparar¨ªa con la seguridad en los PCs. Al hacerse m¨¢s complejos y m¨¢s evolucionados los smartphones, el inter¨¦s de hackers y de ataques sobre estos dispositivos tambi¨¦n ha crecido", admite Hern¨¢ndez.
- El lado osQRro
Seg¨²n un estudio de Carnegie Mellon, esta tecnolog¨ªa anima a los usuarios a escanear datos sin autentificar en carteles, p¨®sters, pegatinas y dem¨¢s, de modo que se convierten en un nuevo vector de ataque para el cibercrimen. Los investigadores distribuyeron p¨®sters con c¨®digos QR en distintas ubicaciones para analizar la interacci¨®n de los usuarios. Al cabo de un mes, 225 individuos hab¨ªan escaneado los carteles. Un 85% de ellos acept¨® visitar la URL asociada. "No es m¨¢s peligroso capturar un QR que abrir un email desconocido. En el fondo es una URL que luego har¨¢ o intentar¨¢ hacerle algo a tu tel¨¦fono. Al final acaba siendo un tema de cultura; de entender que no puedes capturar un c¨®digo y decir que s¨ª a todo", argumenta Hern¨¢ndez.
En China ya se est¨¢n tomando medidas para limitar el alcance de estas tretas. Seg¨²n un art¨ªculo publicado en South China Morning Post, solo en la provincia de Guandong se sustrajeron 13 millones de d¨®lares con estafas v¨ªa QR. En otro caso ocurrido en la misma provincia, el ladr¨®n se dedic¨® a sustituir los c¨®digos ¨²nicos de los comerciantes con otros falsos en los que hab¨ªa almacenado un virus para robar informaci¨®n de los consumidores.
"Como en los conciertos o partidos de f¨²tbol se est¨¢n empezando a usar para lectura de la entrada, ha habido casos de gente que ha posado en sus redes ense?ando su entrada -'?Ya tengo la entrada para Bruce Springsteen en Madrid!'-. El que lo quiera falsificar solo tiene que coger la foto y recrear el c¨®digo", a?ade Hern¨¢ndez. Frenar esto est¨¢, seg¨²n ¨¦l, en manos de los usuarios: "Los problemas de seguridad muchas veces se dan no tanto por la tecnolog¨ªa como por el factor humano".
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