¡°El ¡®machine learning¡¯ traer¨¢ igualdad en lugar de diferencias¡±
Las computadoras suplir¨¢n, en ocasiones, la falta de habilidad de las personas, seg¨²n Emmanuel Mogenet, jefe de Google Research Europe
- P. ?Por qu¨¦ se ha reavivado el entusiasmo en la IA con el machine learning?
- R. Porque, all¨¢ por 2005 o 2006, el machine learning una porci¨®n de la IA, emergi¨® como algo nuevo que nos permit¨ªa resolver los mismos problemas que animales muy simples resuelven. Al fin ¨¦ramos capaces de reconocer patrones. Pero esto es algo que un conejo o una serpiente pueden hacer. No es verdadera inteligencia. Esto es solo coger una foto y ser capaz de decir, ¡°ah, entiendo las cosas presentes en esa foto¡±. Pero es excitante porque antes no pod¨ªamos lograrlo.
- P. ?C¨®mo funciona esta tecnolog¨ªa?
- R. Si yo te pregunto, ¡°?c¨®mo caminas?¡± y te exijo que me lo digas haciendo una lista de movimientos y funciones de todos los ¨®rganos de tu cuerpo, es imposible. Lo mismo si te pregunto si hay un gato en una foto: me lo puedes decir inmediatamente, pero si te pido que me expliques c¨®mo lo sabes, todo el proceso biol¨®gico, qu¨ªmico, de c¨®mo lo has reconocido, eres incapaz de explicarlo. Esas cosas las hacemos de manera casi instant¨¢nea. Pero no podemos explicar c¨®mo. Por eso era imposible ense?arle a hacer estas cosas a los ordenadores.
Lo emocionante es que, de esta forma muy b¨¢sica, ya podemos explicarles c¨®mo. Y en lugar de darles una receta les ense?amos una buena cantidad de ejemplos positivos y negativos. Por ejemplo, para ense?arle la diferencia entre un gato y un perro, le ense?amos montones y montones de im¨¢genes de perros y gatos. Y cada vez que le ense?amos una le decimos esto es un perro y esto es un gato. Lo hacemos millones y millones de veces. Cada vez que la computadora falla, la ajustamos un poco y la volvemos a probar. Es un poco la teor¨ªa de la zanahoria y el palo. Lo iteras miles de millones de veces. Hay un punto en el que la computadora empieza a entenderlo. Lo llamamos generalizaci¨®n.
- P. ?Qu¨¦ tareas son inalcanzables, de momento, para un ordenador?
- R. Los humanos hacemos razonamientos de alto nivel. Reconocer el humor en una imagen es un ejemplo perfecto. Necesitamos el sentido com¨²n, es decir, un conocimiento general de c¨®mo funciona el mundo. Nosotros sabemos todo ese mont¨®n de cosas porque, desde el momento en que nacemos, somos bombardeados con informaci¨®n. Hemos construido un modelo mental del mundo. Todo lo que tenemos ahora es el reconocimiento de patrones. Las m¨¢quinas no saben nada sobre el mundo, no tienen sentido com¨²n, carecen del aprendizaje de a?os y de la capacidad de inferir. Por ejemplo, si te digo que soy franc¨¦s, puedes pensar que me gusta comer baguettes o que tengo un acento divertido. Las m¨¢quinas no son nada buenas a la hora de hacer esa cadena de razonamientos. Estamos muy, muy lejos de lo que llamamos inteligencia.
- P. ?Temes, como indican algunas consultoras, una debacle en el empleo por culpa de la automatizaci¨®n que provee el machine learning? ?Qu¨¦ efectos puede tener sobre el modelo capitalista?
- R. Creo que va a ocurrir lo contrario. La gente con menos talento o capacidades va a poder hacer muchas m¨¢s cosas gracias al machine learning y de esa manera aumentar su valor econ¨®mico. As¨ª que en vez de crear m¨¢s desigualdad, tengo la impresi¨®n de que el machine learning va a igualar las cosas. Sin duda, el poder que tiene es el de transformar la sociedad. Lo positivo de usar esta tecnolog¨ªa creo que supera en enorme medida los posibles efectos negativos que pueda tener. El capitalismo y el socialismo son ideas que pertenecen al siglo XX. As¨ª que no tengo claro que vayan a sobrevivir como conceptos del XXI. Probablemente, nos encontremos con otros tipos de sistemas.
- P. ?Es la nueva actitud de colaboraci¨®n y open data entre empresas uno de los pilares para desplegar todo el poder de estas tecnolog¨ªas? Porque en el siglo XX compartir no estaba muy bien valorado en el vocabulario empresarial.
- R. Lo s¨¦. Estuve all¨ª [risas]. Ahora¡ Lo ilustro con una an¨¦cdota. Estaba en Par¨ªs ayer, con un colega de Facebook. Sobre el papel, ¨¦ramos rivales. En la pr¨¢ctica pudimos hablar de todo lo que est¨¢bamos haciendo sin pensar en ning¨²n momento, oh, Dios m¨ªo, ?le estoy contando demasiado?. Esto es muy liberador. Hay una cosa curiosa con la econom¨ªa. Cuanta m¨¢s gente tienes en la red, m¨¢s sube el valor. No linealmente sino exponencialmente. Cuando esto lo aplicas a las grandes corporaciones, te das cuenta de que cuando las compa?¨ªas tratan de tener bajo llave sus secretos, el valor global para la sociedad se aplana, es lineal.
Cuanto m¨¢s compartes tus ideas y se conectan con otras empresas, m¨¢s aumenta el valor econ¨®mico. La raz¨®n por la que las grandes compa?¨ªas lo estamos haciendo es porque la tarta se hace mucho m¨¢s grande, por lo que tener una porci¨®n de esa tarta es mucho m¨¢s apetecible que tener una tarta entera diminuta. Lo hacemos no solo por ser majos y buenos ciudadanos, sino porque serlo significa que hay much¨ªsimo dinero a ganar. Esta filosof¨ªa tambi¨¦n la trajo Internet. Adem¨¢s, guardar ahora una idea bajo llave no es f¨¢cil. Si la NSA [Agencia de Seguridad Nacional estadounidense] no puede mantener sus secretos, imag¨ªnese cu¨¢n dif¨ªcil es hacerlo para las empresas.
- P. ?Una predicci¨®n?
- R. Predecir el futuro es un mal negocio. Pero, venga, me animo. Una cosa que est¨¢ dentro de la lista de tareas es ense?ar a las computadoras a tener sentido com¨²n, un modelo del mundo. Creo que es posible y estar¨¢ a nuestro alcance en los pr¨®ximos diez a?os. Pero no creo que en el pr¨®ximo medio siglo las computadoras sean capaces de plantear soluciones o ideas a partir de ese modelo mental del mundo.
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