Los eSports son territorio hostil para las mujeres
La presencia femenina en equipos profesionales es irrisoria y muchas de las jugadoras se ven sometidas a ciberacoso, machismo y discriminaci¨®n de g¨¦nero mientras compiten
Los deportes electr¨®nicos parecen un territorio vedado para las mujeres. Al observar cualquier torneo, salta a la vista que casi todo est¨¢ copado por hombres. Desde los jugadores hasta los comentaristas pasando por los cuerpos t¨¦cnicos de los equipos. ?Ellas no compiten o es que viven alejadas de los eSports? El estudio del a?o pasado de la agencia Play The Game responde a esta pregunta. En Espa?a, por ejemplo, el 44% de los videojugadores son mujeres y un 29% consume habitualmente competiciones profesionales. Pese a ser una industria joven, el ciberacoso, el machismo y la discriminaci¨®n de g¨¦nero que las rodea casi a diario dificulta que quieran medrar en este mundo digital jugado en masculino.
¡°He trabajado con un mont¨®n de mujeres, pero para m¨ª, siempre y para toda la vida, me vale m¨¢s un hombre que una mujer¡±. Esta frase la lleva clavada en su cabeza Aidy Garc¨ªa, antigua jugadora profesional de Counter-Strike: Global Offensive (CS:GO). Jura que le resulta imposible olvidarla. Quien la discrimin¨® sin tapujos por el mero hecho de no ser un chico fue un compa?ero de equipo del que se deslig¨® hace ya unos a?os. Recuerda con mucho cari?o su etapa dedicada a los eSports, aunque la brecha salarial tambi¨¦n la golpeara por una mera cuesti¨®n de g¨¦nero. ¡°En un torneo en Par¨ªs, el premio m¨¢ximo para nosotras era de 4.000 euros y para ellos de 20.000¡±, lamenta.
Y es que estas divergencias salariales en funci¨®n del sexo sacuden a toda la industria de los videojuegos. Pocas mujeres han obtenido mayores ingresos que jugadores de su mismo nivel. Un estudio de EsportsBets publicado en enero refleja este abismo econ¨®mico entre los 500 mejores profesionales. Mientras que ellos ganan una media de 360.000 euros, ellas se tienen que conformar con poco m¨¢s de 2.600. Quien puede comenzar a revertir esta situaci¨®n, tanto monetaria como de notoriedad, es Sacha ¡°Scarlett¡± Hostyn, una jugadora canadiense de Starcraft II que, hace un mes, se alz¨® con uno de los torneos m¨¢s prestigiosos de este juego en Corea del Sur.
La ventaja de los deportes electr¨®nicos, en comparaci¨®n con otras disciplinas como el atletismo o el f¨²tbol, es que no existen restricciones de g¨¦nero para competir. Cualquier equipo puede ser mixto. Sin embargo, cuando alguno ha optado por dar cabida a una mujer, la discriminaci¨®n y el ciberacoso en las redes ha sido la respuesta de la comunidad. Bien lo conoce Maria Creveling, m¨¢s conocida como Remilia, y que fue la primera chica en llegar a la m¨¢xima competici¨®n de League of Legends (LoL) en Estados Unidos. Pese a su talento, al poco de alcanzar la cima, tuvo que descenderla de golpe por el machismo imperante. ¡°Los eSports est¨¢n dominados por los hombres y hay un sexismo evidente. Los directores de equipos se reir¨ªan de la idea de contar con una mujer en sus filas. Preferir¨ªan contratar a un chico con peores habilidades antes que a una mujer con m¨¢s nivel¡±, asegura por correo electr¨®nico.
Las palabras de Creveling no andan muy desencaminadas. Una encuesta de 2017 de ESPN a jugadores de primer nivel de LoL de Norteam¨¦rica concluy¨® que el 27% se mostrar¨ªa inc¨®modo con la presencia de mujeres en su plantilla, estar¨ªa m¨¢s nervioso y perder¨ªa la concentraci¨®n con mayor facilidad. La soluci¨®n no consiste tampoco en crear m¨¢s competiciones solamente femeninas, que ya existen en la mayor¨ªa de videojuegos. Al menos as¨ª lo entiende Garc¨ªa, quien opina que no se trata de un deporte condicionado por el g¨¦nero. ¡°No hablamos de capacidades f¨ªsicas. Con trabajo y ciertas cualidades, podemos competir en igualdad de condiciones con los hombres¡±, argumenta.
- Las streamers, un objetivo f¨¢cil
Los profesionales reciben todos los focos de los eSports, pero quienes emiten en directo c¨®mo juegan, los llamados streamers, no viven ajenos a la discriminaci¨®n; sobre todo si es una mujer quien se coloca delante de la pantalla. Raquel de la Rica, cuyo nombre de batalla es ¡°Paracetamor¡±, soporta todo tipo de vejaciones en su chat cuando le da al play y juega al LoL. ¡°Valoran mi aspecto f¨ªsico y me dicen que deber¨ªa estar fregando en vez de observar las jugadas que hago. Hay bastante machismo en este mundillo¡±, explica. Lo relaciona directamente con el anonimato de internet. Recuerda la gravedad de estos comportamientos porque, sobre todo, quienes siguen sus partidas son menores. Por el momento, la ¨²nica soluci¨®n que puede adoptar es la de bloquear a estos usuarios indeseados para que dejen de acosarla mientras disfruta de su pasi¨®n.
Las mujeres, poco a poco, van rompiendo el techo de cristal ¨Ca veces parece de hormig¨®n¨C de los eSports. La discriminaci¨®n que sufren no ayuda a que muchas de ellas, por brillantes que sean, se planteen un futuro profesional en los videojuegos. El peaje a pagar a lo largo del recorrido, como acoso, menosprecio y trabas infinitas, se torna demasiado caro como para asumirlo. ¡°Me da pena que haya tanta calidad femenina y se desperdicie. Parece que nadie pueda hacer nada. Yo puedo quejarme, al igual que mis compa?eras, pero nadie aporta una soluci¨®n o pretende resolverlo. Estamos totalmente limitadas¡±, concluye Aidy Garc¨ªa.
El rendimiento en los videojuegos no depende del g¨¦nero
En ciertos deportes, como puede ser el atletismo, se apela a las diferencias f¨ªsicas como factor de discriminaci¨®n entre hombres y mujeres. En el caso de los deportes electr¨®nicos, no hay datos que avalen esta afirmaci¨®n. En 2016, un estudio de la Universidad de California, dirigido por Cuihua Shen, determin¨® que, teniendo en cuenta variables como la diferencia de tiempo de juego o c¨®mo progresaban de nivel los 11.000 jugadores analizados, no pod¨ªa concluirse que las mujeres avanzaran m¨¢s lentamente que los hombres. "No hay ninguna diferencia de g¨¦nero", afirm¨® Shen.
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